Erton Köhler pide concentrarse en la misión de manera integrada, “sin dejar a nadie atrás”.
11 de octubre de 2025 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Marcos Paseggi, Adventist Review
El 11 de octubre, Erton Köhler, presidente de la Asociación General, pidió a los miembros de la Junta Directiva de la Asociación General (GC EXCOM) que dejaran atrás sus diferencias y eligieran la unidad para la misión. En su primer sermón durante el Concilio Anual 2025 en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos, Köhler celebró la riqueza de la familia adventista en todo el mundo y enfatizó que la iglesia es más fuerte cuando avanza unida.
Una familia mundial
“Cada año, cuando nos reunimos para el Concilio Anual, representamos la belleza de nuestra familia eclesiástica mundial”, dijo Köhler al dar la bienvenida a los cientos de miembros de la Junta Directiva de la Asociación General presentes en la sede de la iglesia y a los que siguieron el culto de adoración en línea el 11 de octubre. “Somos una familia de más de 24 millones de hermanos. . . Esta mañana representan a cada uno de nuestros hermanos en todo el mundo”.
Erton C. Köhler, presidente de la Asociación General, se dirige a los miembros de la Junta Directiva de la Asociación General el sábado 11 de octubre de 2025, durante el Concilio Anual que se lleva a cabo en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos. [Fotografía: Thaise Snider]
Según Köhler, el gran desafío como iglesia es mantener un fuerte espíritu de familia, “tratándonos unos a otros con amor, paciencia y el espíritu de Cristo” a pesar de nuestras diferencias. La clave, enfatizó, es enfocarse “mucho más en lo que nos une que en lo que nos divide”, porque “nuestro llamado no es magnificar nuestras dificultades, sino aprovechar cada oportunidad que el Señor nos da”. Agregó: “Seamos una familia que avanza afianzada en la Biblia y enfocada en la misión. Siempre juntos, siempre integrados. No compitiendo entre sí, sino completándonos mutuamente”.
Hay una razón misionera detrás de esto, explicó Köhler. “Si avanzamos solos, duplicamos nuestros esfuerzos pero logramos solo la mitad de los resultados. Pero unidos e integrados, podemos hacer mucho más por la causa de Dios”.
Rick McEdward, secretario de la Asociación General, presenta al orador del culto de la iglesia el sábado 11 de octubre de 2025, durante las reuniones del Concilio Anual. [Fotografía: Thaise Snider]
Sobre la base de las palabras de Moisés a Faraón en Éxodo 10:9 —“Iremos con nuestros jóvenes y nuestros viejos; con nuestros hijos e hijas”—, Köhler llamó a avanzar juntos. Apeló a incluir incluso a aquellos de “la multitud mixta”, los que son diferentes a nosotros. “Hoy la multitud mixta es un llamado a la misión”, dijo. Y nuestra misión es “buscar y salvar a las mismas personas que Jesús vino a buscar y salvar”. Necesitamos mirar a las personas con una visión redentora. Ser distintos sin estar distantes”, enfatizó; “sin dejar a nadie atrás”.
En consecuencia, Köhler llamó a avanzar no solo “con los que ven las cosas como nosotros”. Luego enumeró muchos de los grupos que deberían ser parte de nuestro avance hacia el cielo, incluidos “los ancianos y los jóvenes”, “todos los que tienen discapacidades” y “aquellos que piensan diferente pero que también son fieles a la Palabra de Dios”.
También mencionó a los voluntarios y trabajadores, maestros y pastores, y a todos los profesionales de la salud. También se incluyeron editores y colportores repartidores, centros de medios y presentadores e influencers. También incluyó a los ministerios de apoyo, los misioneros y los que sirven como pioneros en zonas remotas. “A pesar de la polarización. A pesar del individualismo. A pesar del nacionalismo. A pesar de otras ideologías y actitudes extremas en nombre de la religión. ¡Avancemos todos juntos!”
Erton C. Köhler, presidente de la Asociación General, explica durante su sermón de qué manera las entidades y los ministerios de la iglesia deben trabajar juntos para la misión. [Fotografía: Thaise Snider]
Según Köhler, «no podemos aceptar la creencia de que, en un momento de polarización, nuestra unidad ocurrirá solo después de la alineación política. . . . No podemos permitir que los problemas políticos sean más fuertes que el poder de la Palabra de Dios. Nuestro desafío no es elegir bandos, sino unir a todos los lados». Agregó: «Más que nunca, necesitamos orar por la unidad, trabajar por la unidad y abrir nuestros corazones para tener un espíritu de unidad. Necesitamos ir juntos, unidos».
Explicó que “Jesús no solo está preparando un lugar para nosotros, sino que está preparando nuestros corazones para estar listos para ese lugar”. De manera que “tenemos que avanzar juntos. Y con el mismo enfoque. Esto nos mantendrá fuertes”.
Una manera integrada
Köhler enfatizó que si deseamos alcanzar juntos la Tierra Prometida y traer a otros con nosotros, es necesario que mantengamos la Biblia como nuestro fundamento y la misión como nuestra prioridad. Y a continuación, tenemos que “avanzar de manera integrada”. Explicó: “Juntos, de manera integrada, podemos hacer más y hacerlo mejor, y abrir la puerta a la obra del Espíritu Santo”.
Reconoció que la integración y la unidad tienen un precio. “Dejar de lado los planes personales y los proyectos regionales tiene un precio. Pero es la única forma de avanzar como un solo cuerpo e impactar al mundo”. Esto requerirá esfuerzos conscientes, altos costos y flexibilidad, enfatizó Köhler. “La integración y la unidad siempre tienen un precio, pero también ofrecen enormes recompensas”.
Unidad en Cristo
Al mismo tiempo, Köhler enfatizó que la unidad no depende de nosotros o de nuestra capacidad, sino que proviene de nuestra unidad con Cristo. “No importa cuán buenas sean nuestras intenciones y planes, si el Señor no está al frente de ellos, no podremos avanzar juntos”, dijo. “Es solo él quien puede eliminar el amor egoísta, que busca una iglesia a mi imagen y semejanza, y reemplazarla con un amor desinteresado, que se preocupa por los demás y abre la puerta a un movimiento integrado y unido. ¡Vayamos todos juntos! Y si vamos juntos, podemos esperar grandes milagros de parte de Dios”.
Traducción de Marcos Paseggi