
Distrito inundado de Sagua de Tánamo en la provincia de Holguín, Cuba, después de que el huracán Melissa destruyera casas e inundara comunidades el 29 de octubre de 2025. [Fotografía: cortesía de Yoendris Verdecia]
31 de octubre de 2025 | Miami, Florida, Estados Unidos | Libna Stevens, Noticias de la División Interamericana
Los líderes adventistas del séptimo día en Jamaica, Cuba, Haití y la República Dominicana están trabajando para localizar a los miembros y evaluar los daños después de que el huracán Melissa azotara las islas del 27 al 30 de octubre de 2025. La tormenta derribó líneas eléctricas, arrancó árboles, arrasó casas y edificios, inundó comunidades y dejó al menos 34 muertos. Los líderes de la iglesia confirmaron que hasta ahora no se han reportado muertes entre los miembros adventistas.
Situación en Jamaica
En Jamaica, el impacto del huracán se sintió en toda la isla, afectando a cientos de miembros que “lo perdieron todo”, dijo el pastor Everett Brown, presidente de la Unión Jamaiquina. Señaló que varias estructuras de la Universidad Norteña del Caribe en Mandeville también resultaron dañadas por la tormenta.

Daños a la iglesia adventista de Beverly en Manchester, ubicada en el centro-sur de Jamaica. [Fotografía: Unión Jamaiquina]
El pastor Glen Samuels, presidente de la Asociación de Jamaica Occidental, describió la destrucción en la parroquia de St. Elizabeth, el área más afectada por los vientos que alcanzaron los 299 kilómetros por hora, como “una catástrofe colosal y desastrosa”.
“Del ochenta al noventa por ciento de los edificios en St. Elizabeth se han visto afectados, y casi toda la zona ha sido arrasada”, dijo Samuels. “Sabemos que cien de nuestras 246 iglesias adventistas sufrieron daños totales o parciales”.

Daños a la iglesia adventista Whitehouse en Westmoreland, Jamaica, donde el huracán Melissa arrancó el techo y destrozó ventanas. [Fotografía: Unión Jamaiquina]
Brown agregó que antes de que azotara el huracán, la iglesia ya había distribuido paquetes de alimentos y fondos de emergencia a sus cinco asociaciones, para garantizar que los miembros vulnerables tuvieran acceso a alimentos y agua.
La respuesta de ADRA
David Poloche, director de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) en la División Interamericana, dijo que los líderes de ADRA International y regionales coordinaron los esfuerzos de respuesta antes, durante y después del huracán para garantizar que la ayuda llegara a los más necesitados.

Una escalera en el campus de la Universidad Norteña del Caribe en Mandeville, Jamaica, se encuentra en ruinas después del paso del huracán Melissa. [Fotografía: Nigel Coke]
“ADRA está enviando un Equipo de Respuesta a Emergencias para trabajar junto con el equipo local de ADRA en Jamaica, de manera de coordinar los esfuerzos asistenciales en los próximos días”, dijo Poloche.
Además, ADRA está brindando asistencia en efectivo a más de 350 familias afectadas por las inundaciones en el área de Santo Domingo en la República Dominicana y a 230 familias en Haití.

Un empleado de ADRA República Dominicana evalúa las necesidades de una residente damnificada durante una visita a las áreas afectadas por las inundaciones en Santo Domingo después del paso del huracán Melissa. [Fotografía: ADRA República Dominicana]
En Cuba, los líderes aún están tratando de determinar el estado de los miembros en las provincias orientales de Santiago de Cuba y Holguín, donde la tormenta tocó tierra como un huracán de categoría 3 antes de debilitarse a categoría 2. Los informes indican deslizamientos de tierra, casas destruidas y barrios enteros bajo el agua, dijo el pastor Aldo Pérez, presidente de la Unión Cubana.
“La situación es grave”, dijo Pérez. “Muchas comunidades siguen estando inaccesibles desde la carretera, con la comunicación y la electricidad completamente cortadas”.
Pueblos enteros se inundaron cuando los ríos se desbordaron, arrasando con cultivos, hogares e infraestructura, explicó. A pesar de la destrucción generalizada, no se han reportado muertes entre los miembros de la iglesia.

Un miembro de la iglesia examina los daños en su casa en Santiago de Cuba tras el paso del huracán Melissa. [Fotografía: Ireidys Pita]
Desde la Asociación Del Amanecer, que incluye las provincias de Santiago de Cuba y Guantánamo, el pastor Adaias Lores, presidente de la asociación, se ha acercado a los pastores y miembros cuyas casas fueron destruidas o gravemente afectadas por el huracán.
“Sabemos de varias iglesias y cultivos que han sido completamente arrasados”, dijo Lores. “El mayor desafío en este momento es la falta de alimentos, y estamos haciendo todo lo posible para ayudar a los más afectados”.
Los miembros adventistas también han reportado daños extensos. “En Sagua de Tánamo, se voló el techo de la iglesia, incluso después de que lo cargaran con sacos de arena”, explicó Pérez. “En Mayarí, la iglesia quedó completamente sumergida cuando los ríos desbordaron”.

El lodo cubre las calles después de que el huracán Melissa inundara Sagua de Tánamo, en Cuba, el 29 de octubre de 2025. [Fotografía: Unión Cubana]
“Esto es devastador”, dijo Verdecia. “No hay palabras para describir lo que estamos viendo. La gente está varada en los pisos superiores”, agregó.
Si bien se han producido graves pérdidas materiales, Verdecia expresó su gratitud porque ningún miembro de la iglesia perdió la vida. Muchos creyentes se han refugiado en el templo o en hogares más seguros, y la comunidad adventista local se ha movilizado para limpiar los escombros y preparar comidas calientes para los vecinos.
Situación en Haití
En el sur de Haití, los líderes de la iglesia están evaluando la magnitud de los daños después de que la tormenta destruyera dos iglesias, dañara varias escuelas adventistas y afectara a docenas de hogares de miembros, incluidos los de tres pastores, así como a cultivos en propiedades de la iglesia.

Un voluntario de ADRA Haití se encuentra en una azotea en la región sur del país, evaluando los daños en las zonas gravemente afectadas por el huracán Melissa el 29 de octubre de 2025. [Fotografía: ADRA Haití]
“Estamos profundamente preocupados por la devastación en Cuba, Jamaica y Haití. El impacto ha sido inmenso”, dijo el pastor Abner De los Santos, presidente de la División Interamericana.
Antes, durante y después de la tormenta, los líderes y el personal de la sede de la División Interamericana en Miami se unieron en oración, pidiendo la protección de Dios sobre los territorios en el camino de Melissa.
De los Santos dijo que las medidas de respuesta de emergencia de la división ya se habían activado antes de tocar tierra.
“Los planes estaban en marcha en los tres territorios, y continuaremos monitoreando la situación y asegurando una respuesta efectiva tanto para nuestros miembros como para la comunidad en general”, dijo.
Para conocer las últimas novedades sobre la asistencia a los miembros de iglesia y la comunidad, ingrese a interamerica.org
Traducción de Marcos Paseggi