17 de octubre de 2012 Silver Spring, Maryland, Estados Unidos…Edwin Manuel Garcia/ANN
Este miércoles, la Iglesia Adventista del Séptimo Día reafirmó su posición contra las actividades homosexuales y el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero también suavizó la declaración de la posición de la denominación al incluir la compasión hacia los que siguen ese estilo de vida.
El documento de media página con la declaración sobre la homosexualidad fue aprobado en forma abrumadora por un voto a mano alzada de más de doscientos pastores, laicos y otros obreros de la denominación que asistieron a la sesión final de la Junta Directiva durante el Concilio Anual 2012 en la sede central de la denominación en Silver Spring (Maryland, Estados Unidos).
Los líderes de la iglesia dijeron que la declaración de posición original preparada en 1999 era clara y estaba basada en las enseñanzas bíblicas. Se eligió sin embargo actualizar el documento para transmitir el mensaje de que la iglesia no acepta las prácticas homosexuales pero tiene que reconocer la necesidad de ministrar con compasión hacia las personas que siguen ese estilo de vida, dijo Pardon Mwansa, uno de los vicepresidentes de la iglesia mundial, que presidió la comisión de declaraciones normativas que recomendó el cambio.
“Sentimos que necesitábamos cerrar esta declaración con una frase que muestre que la iglesia está dispuesta a mostrar un espíritu de compasión como el de Cristo hacia aquellos que practican un estilo de vida homosexual”, dijo Mwansa a los presentes que representaban a líderes de la iglesia de seis continentes.
La declaración, que no define la compasión ni explica de qué manera la iglesia debería tratar a los homosexuales, también fue reditada para mostrar una postura más firme que antes en relación con el hecho de que la iglesia intenta permanecer fiel a las Escrituras.
La oración final del documento de tres párrafos ahora expresa: “Como sus discípulos, los adventistas del séptimo día se esfuerzan por seguir las enseñanzas y el ejemplo del Señor, al vivir una vida de compasión y fidelidad semejante a la de Cristo”.
Ninguno de los delegados del auditorio se pronunció sobre el tema antes de la votación.
Por otra parte, un punto de agenda más controvertido, a saber, la declaración revisada de la posición de la iglesia en relación con el matrimonio entre personas del mismo sexo fue motivo de una respuesta más apasionada, en ocasiones enfocada en el tema en sí y, en otras, en los matices gramaticales que formaron parte de la edición grupal de un controvertido documento.
Los líderes de la comisión dijeron que decidieron revisar la declaración sobre uniones entre personas del mismo sexo para reflejar las tendencias sociales, como por ejemplo reconocer que algunos gobiernos han otorgado estatus legal a este tipo de uniones.
“Las instituciones del matrimonio y la familia están siendo atacados”, declaró Willie Oliver, miembro de la comisión normativa y codirector de Ministerios de Familia de la Iglesia Adventista mundial, al citar una frase que ahora ha pasado a formar parte de la nueva declaración.
Al describir la homosexualidad, la declaración también borró la palabra “trastorno”, dado que la consideró pasada de moda, y la remplazó con el término “alteración”. Esa oración, que forma parte del nuevo documento de cinco párrafos, ahora expresa: “La homosexualidad es una manifestación de la alteración y ruptura de las inclinaciones y relaciones humanas causadas por la entrada del pecado en el mundo”.
Y al igual que la declaración sobre la homosexualidad, la declaración sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo procura extender la compasión.
La versión previa expresaba: “Sostenemos que todas las personas, no importa cuál sea su orientación sexual, son hijos de Dios”. La nueva versión dice: “Sostenemos que Dios ama a todas las personas, más allá de cuál sea su orientación sexual”.
Un delegado de Europa trató de que se enmendara la declaración al remplazar la frase donde expresa que la homosexualidad es una “alteración”, indicando que la iglesia debería mostrarse más sensible.
Su propuesta fue rechazada por Gina Brown, miembro laico de la División Norteamericana, y finalmente por todo el cuerpo. “Aunque muchos de nosotros tenemos familiares homosexuales, entendemos el proceso de pensamiento, los seguimos aceptando, los seguimos amando, seguimos interesándonos en ellos”, dijo Brown. “Sin embargo, como iglesia, tenemos que adoptar una posición de parte de lo correcto”.
Ekkehardt Mueller, subdirector del Instituto de Investigaciones Bíblicas, felicitó a la comisión por la inclusión de una frase en la oración que se propuso para ser enmendada, en la que se vincula a la homosexualidad con la “entrada del pecado” en el mundo.
“Sentimos que es algo necesario en este contexto, en especial porque los homosexuales de la actualidad suelen negar toda noción de pecado y decir: ‘Así es como hemos sido creados; Dios nos ha creado de esta manera y, por lo tanto, tenemos el derecho y el deber de seguir este estilo de vida’. Por ello, me opongo a la enmienda que se ha propuesto”, dijo Mueller.
El tema de la homosexualidad y las cuestiones transexuales motivaron a que un delegado, el presidente de la Unión Asociación Británica, solicitara orientación a los líderes de la iglesia respecto de una situación que experimentó hace poco en su región.
“Hemos tenido un hermano que, hace dos semanas, regresó a la iglesia como hermana. Desde el punto de vista legal, según la ley británica, ahora él es una hermana, y se ha sometido a las operaciones necesarias. Jamás me había encontrado con algo semejante en mi ministerio”, expresó Ian Sweeney al dirigirse a los miembros de la comisión normativa. “Necesitamos ayuda para saber qué hacer en este caso”.
Sweeney no recibió la respuesta que probablemente esperaba, pero se hizo obvio que la iglesia tendrá que lidiar nuevamente con este tema en el futuro.
“Hemos recibido pedidos desde otras partes del campo mundial sobre situaciones en las iglesias. El manual de la iglesia no tiene mucho para decir al respecto —en efecto, tiene muy poco para decir sobre el tema— de manera que son cuestiones que ahora vamos a tener que enfrentar como cuerpo de la iglesia”, replicó Ben Schoun, uno de los vicepresidentes de la Iglesia Adventista mundial y vicepresidente de la comisión normativa.
“Quizá la comisión nos dará sugerencias u orientación”, concluyó Schoun.
Traducción de Marcos Paseggi