18 de octubre de 2012, Silver Spring, Maryland, Estados Unidos…Edwin Manuel García/ANN
Un pastor de personalidad entusiasta subió a la plataforma en el Concilio Anual 2012 y contó lo que parecía una historia inverosímil. Recordó cómo cayó sobre sus rodillas para orar entre dos jóvenes que habían muerto -y cómo después del amén, los dos muertos resucitaron.
“Yo no sé ustedes, amigos míos, pero eso es a lo que yo llamo un milagro. Y me recuerda, hermanos y hermanas, que ¡no sabemos realmente cuándo exhalaremos el último suspiro!», declaró el pastor, quien se especializa en recabar fondos monetarios para la iglesia, apelando al corazón de los adoradores (y a su bolsillo).
Si esta anécdota sobre la resurrección sonó demasiado buena como para creerlo, hay una buena razón para ello. Esa historia ficticia era de hecho parte de una dramatización producida por los dirigentes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, en un programa de entrenamiento llamado Educacion y Desarrollo de Liderazgo o LEAD.
El propósito de la Conferencia LEAD, celebrada el 11 y 12 de octubre en la apertura del Concilio Anual, era enseñar importantes principios de liderazgo a los 350 miembros de la Junta Directiva.
El tema de este año fue «acatamiento al reglamento», o la importancia de que los empleados de la denominación se adhieran a los reglamentos. «Si acatamos las reglas, dijo el secretario de la iglesia mundial, G. T. Ng, “habrá paz en la familia”.
En la representación dramática que presentó al prevaricador pastor Ima Climber (personaje actuado por Clifford Goldstein, quien en la vida real es el editor de la Guía de Estudio (lecciones) de Escuela Sabática de adultos), los administradores de la iglesia procuraron mostrar cómo debe manejarse a un empleado renegado. La representación mostró cómo un pastor de distrito en un campo ficticio, llamó al supervisor, el secretario ejecutivo, para quejarse de este pastor prevaricador. El secretario ejecutivo explicó que necesitaba reunirse con el pastor prevaricador y con otros dirigentes de ese campo, como parte del procedimiento de rutina para investigar esa queja.
El secretario ejecutivo se reunió entonces con el pastor para confirmar los detalles de la queja. Después de ello, el secretario ejecutivo informó al presidente del campo, quien a su vez hizo venir al pastor y lo despidió. Pero había un problema. El pastor fue despedido sin conocimiento y permiso de la junta directiva, porque, de acuerdo al reglamento, es solamente la junta directiva la que puede disciplinar a un dirigente electo.
Después de esta representación, los delegados se reunieron en grupos para comentar sobre principios de gobierno y liderazgo en la Iglesia Adentista. Los estudios de casos les permitieron a los nuevos miembros de la junta directiva, aprender de los administradores de más experiencia, dijo G.T. Ng. «Esperamos ayudar a entrenar a los dirigentes en los principios de liderazgo y cada año vamos a tener un nuevo tema», añadió.
Traducción por Gloria A.Castrejón