agosto 29, 2013 Brasília, Brazil…ANN staff
El sábado pasado, miles de adventistas salieron a las calles como activistas contra el abuso en decenas de ciudades de toda Sudamérica.
La campaña de la iglesia “Romper el silencio” organizó marchas y desfiles en avenidas, organizó representaciones en centros comerciales, y se asoció con distritos escolares y agencias de seguridad pública para ofrecer charlas educativas con el propósito de prevenir de la violencia doméstica, el abuso sexual y el acoso cibernético.
La iniciativa fue parte del Día de Énfasis sobre Prevención del Abuso, que suele ser llevado a cabo el cuarto sábado de agosto. La campaña fue establecida en 2001 por la Junta Directiva de la denominación.
Los líderes de la iglesia mundial lanzaron la iniciativa destacando que los sucesos de violencia doméstica y abuso sexual están presentes en los hogares cristianos en índices similares que en el caso de la población general. Los primeros pasos para enfrentar el abuso, dijeron, son la toma de conciencia y la educación.
La campaña ha sido implementada por la Iglesia Adventista con diversos grados de éxito, dependiendo de la región del mundo o la congregación.
En 2009, la Red de Noticias Adventistas informó que muchos líderes y congregaciones locales aún no habían escuchado de la iniciativa, mientras que en otras regiones, los principales funcionarios de la iglesia dirigieron a cada congregación de sus territorios administrativos para llevar a cabo campañas de prevención del abuso.
“Muchas regiones han asumido la iniciativa y la han transformado en uno de los días más efectivos de obra misionera comunitaria”, dijo Raquel Arrais, directora asociada de Ministerios de la Mujer de la Iglesia Adventista mundial.
En años recientes, la Iglesia Adventista también ha desarrollado iniciativas similares. En 2009, la iglesia lanzó, en sociedad con la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales, la campaña “EndItNow” para combatir la violencia contra las mujeres. El año pasado, Adventist Risk Management también dio a conocer “La campaña siete”, para ayudar a crear conciencia y reducir el abuso de niños.
La División Sudamericana de la denominación es una región que ha continuado enfatizando el Día de Énfasis en la Prevención del Abuso desde su lanzamiento en 2001, a menudo de manera coordinada y a gran escala. Las campañas locales a menudo son dramáticas y atraen la atención de las principales agencias de noticias.
Las campañas locales “Romper el silencio” de este año se llevaron a cabo en más de una decena de ciudades, y fueron informadas por medios tales como Agence France-Presse, Globo TV, y el diario El País, el de mayor circulación en Uruguay.
En Montevideo (Uruguay), una estación de noticias de TV transmitió en vivo desde el lugar donde quinientos adventistas se colocaron en las intersecciones céntricas con cinta adhesiva sobre la boca para representar a los que sufren abuso y tienen temor de hablar.
In Montevideo, Uruguay, a TV news station reported live as 500 Adventists stood at traffic intersections with tape over their mouths to represent those who suffer abuse and are afraid to speak up.
South American Division President Erton Köhler said he felt it was important for the Adventist Church to continue talking about the subject even beyond the once-a-year day of emphasis.
“One event per year will not produce many results, but more will happen through a process of ongoing projects, publications and other means of publicity about how terrible abuse is and how it can be avoided,” Köhler said.
Indeed, in the southern Brazilian state of Rio Grande do Sul, several “Breaking the Silence” marches were held in April and May.
“The participation of the members is strategic because problems happen not only in families outside the church, but in the church, too,” Köhler said.
This year’s campaigns partnered with top officials in several municipal and federal governments.
Peru’s Minister of Women’s Affairs, Ana Jara Velasquez, joined Adventist Women’s Ministries leaders last week at a campaign.
Erton Köhler, presidente de la División Sudamericana, dijo que sentía que era importante que la Iglesia Adventista siga hablando sobre el tema más allá del día anual de énfasis sobre el tema.
“Un evento por año no producirá muchos resultados, pero sucederán más cosas por medio de un proceso de proyectos continuos, publicaciones y otros medios de publicidad sobre lo terrible que es el abuso y la manera en que puede ser evitado”, dijo Köhler.
En efecto, en el estado brasileño meridional de Río Grande del Sur, entre abril y mayo se llevaron a cabo varias marchas de “Romper el silencio”.
“La participación de los miembros es estratégica porque los problemas se producen no solo en las familias fuera de la iglesia, sino también en la iglesia”, dijo Köhler.
Las campañas de este año se asociaron con los principales funcionarios de varios gobiernos municipales y nacionales.
La semana pasada, Ana Jara Velásquez, ministra de Asuntos de la Mujer de Perú, se unió a las líderes de Ministerios de Mujeres Adventistas en una de las campañas.
En el estado brasileño de Goiás, la secretaria de Salud Pública Renata Cheim expresó en una de las campañas: “La violencia nos preocupa a todos y, como representante del gobierno de Goiás estoy sumamente complacida en saber que la Iglesia Adventista tiene un proyecto para prevenir la violencia, que junto con las iniciativas del gobierno ayuda a desalentar la violencia”.
En Piraquara (Paraná, Brasil) se dieron conferencias en dos escuelas ante aproximadamente un total de 2 500 estudiantes.
“Hemos notado aquí en Piraquara muchos casos de abuso sexual”, dijo Joslaine Beninca, docente de Colegio Estatal Dr. Gilberto Alves do Nascimento. “Las conferencias ayudaron a identificar algunos casos porque hemos visto algunas reacciones de estudiantes que necesitan ayuda”.
Los adventistas distribuyeron miles de volantes para crear conciencia sobre el abuso en centros comerciales y plazas. En la ciudad de Aparecida (Goiania), los adventistas usaron música en vivo y masajes gratuitos para atraer a los compradores a su muestra, diversos recursos y psicólogos profesionales. Después de recibir un masaje sentada, Marilda Oliveira, dueña de una tienda cercana, dijo: “Me informaron qué hacer si sufro de abuso y violencia, y hasta cómo aconsejar a alguien que se encuentre en esta situación”.
“Jamás he visto un proyecto como este”, dijo.
—con informes de Fernanda Beatriz, Veronica Korsun, Leonardo Leite, Tatiane Lopes, Bianca Lorini, Francis Matos, Oscar Nuñez, Ansel Oliver, Luzia Paula, Liane Prestes y Márcio Tonetti