11 de noviembre de 2013 – Silver Spring, Maryland, Estados Unidos…ANN
Los adventistas del séptimo día en todo el mundo se están movilizando para asistir y orar por los afectados por lo que probablemente haya sido el peor desastre natural y uno de los más poderosos tifones que alcanzó una región de la tierra.
Durante el fin de semana, el súper tifón Haiyan (Yolanda) azotó las islas centrales del archipiélago, destruyendo por completo pueblos enteros con vientos sostenidos de más de trescientos kilómetros por ahora y un oleaje generalizado que suele asociarse más con un tsunami, según dijeron los informes de noticias.
Las torres de telefonía celular fueron derribadas, hubo cortes de energía generalizados y los caminos quedaron tapados por los escombros, por lo que las comunicaciones, en especial en las zonas rurales remotas, sigue siendo «un gran desafío», según informe de situación de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales, el brazo humanitario de la Iglesia Adventista.
«Aún estamos tratando de ponernos en contacto con nuestra gente, con los pastores, los miembros de iglesia y nuestros amados en las zonas más golpeadas», dijo Adelaida Orellano, coordinadora de ADRA Filipinas.
Ted N. C. Wilson, que se encontraba en Manila para el Concilio Anual de la División de Asia Pacífico Sur cuando llegó el tifón, instó a los adventistas de todo el mundo a participar junto con él de una «oración especial» por los que viven en la región central de Filipinas y que «recibieron un golpe tan devastador».
Wilson también dirigió momentos de oración por las víctimas durante una gran marcha que se llevó a cabo el sábado en Manila.
«Por cierto, este es el momento en que la Iglesia Adventista tiene que mostrar la compasión y poder de Cristo para ayudar a reconstruir vidas», dijo Wilson en una declaración dada en el día de hoy desde el Aeropuerto Internacional de Manila.
Los equipos de ayuda de ADRA han estado en el país desde la semana pasada, siguiendo la trayectoria del tifón y preparados para llevar a cabo una rápida evaluación», dijeron los directivos de la organización.
Moisés Músico, encargado de los programas de ADRA y coordinador de emergencias de la organización en el país, que estaba en Bohol antes de que el viernes llegara el tifón, salió de allí inmediatamente para evaluar la destrucción en la región de Cebú Norte.
«Los daños que estamos viendo son hasta ahora tremendos y generalizados. Estamos esperando grandes números de hogares dañados y residentes desplazados», dijo Músico después de una evaluación inicial.
El equipo de gestión de emergencias de ADRA está en el presente dedicado a Cebú Norte, Bohol y Iloilo, donde los obreros asistenciales están preparándose para distribuir refugios, alimentos y agua potable.
La sede de ADRA Filipinas tiene purificadores de agua que probablemente serán usados para brindar agua potable a las comunidades devastadas, dijeron los directivos. Se espera que el martes llegue un equipo de apoyo técnico de ADRA Alemania. para colaborar con la implementación de este sistema de purificación de agua.
ADRA Filipinas está planeando enviar pedidos de donaciones a las sedes de ADRA en diversos lugares del mundo. Las necesidades son «abrumadoras», dijo un comunicado de la entidad. Los fondos de emergencia en el país no son suficientes, debido a una reciente serie de desastres naturales, entre ellos, el sismo de octubre pasado, de 7,2 grados de magnitud.
Benigno Aquino, el presidente de las Filipinas, declaró en el día de ayer un «estado de calamidad» en el país. Los funcionarios de las Filipinas estiman que al menos diez mil personas pueden haber perdido la vida en la tormenta. De confirmarse, esto convertiría al Tifón Haiyan (Yolanda) en el peor desastre natural que se haya registrado en el país.
La Iglesia Adventista mundial espera contribuir con fondos para los esfuerzos asistenciales, dijo Wilson.
Traducción de Marcos Paseggi