6 de marzo de 2014 – Silver Spring, Maryland, Estados Unidos…ANN

El mes pasado, un festival de libertad religiosa en Haití cimenta la Iglesia Adventista del Séptimo Día como una importante defensora de la libre expresión de creencias en el país.

Desde la izquierda: John Graz, secretario general de la Asociación Internacional de Libertad Relgiiosa; Elie Henry, secretario ejecutivo de la Iglesia Adventista en la División Interamericana; y Theart St. Pierre, presidente de la Unión Misión Haitiana en el primer festival de libertad religiosa de Haití. La IRLA patrocina festivales periódicos en todo el mundo para agradecer a los líderes de los gobiernos por preservar la libertad de creencias. Imagen por cortesía de la IRLA

El evento, que fue organizado por Unión Misión Haitiana de la Iglesia Adventista y patrocinado por la Asociación Internacional de Libertad Religiosa, atrajo a más de tres mil partidarios a Puerto Príncipe con el propósito de celebrar la libertad de creencias y ayudar a elevar el perfil de la libertad religiosa en el Caribe.

La ciudad de Puerto Príncipe aún lucha para recuperarse de un devastador terremoto que en 2010 causó daños por 7800 millones de dólares a una nación ya considerada la más pobre del Hemisferio Occidental. En 2012, dos huracanes complicaron los esfuerzos de reconstrucción.

«El pueblo de Haití ha mostrado gran coraje y una extraordinaria capacidad de supervivencia. La libertad religiosa es un derecho que los haitianos atesoran, y están determinados a conservarla», dijo John Graz, secretario general de la IRLA.

El festival fue parte del Primer Congreso de Libertad Religiosa en Haití. Cientos de abogados, activistas de los derechos humanos, líderes de los gobiernos y representantes religiosos se reunieron durante dos días de conferencias y talleres que enfatizaron la mayormente pacífica coexistencia de los grupos religiosos en Haití, y produjeron asimismo varias recomendaciones.

El grupo prometió organizar la división haitiana de la Asociación Internacional de Libertad Religiosa y negociar con el gobierno de Haití para establecer un Día Nacional de la Libertad Religiosa en el país.

Otras recomendaciones presentadas fueron:

  • El congreso hace un llamado al gobierno para preservar la separación de la Iglesia y el Estado.
  • El congreso condena todo acto de intolerancia, discriminación y violencia que en el pasado haya estado dirigido contra individuos o grupos, como resultado de su religión o creencias.
  • El congreso expresa solidaridad con todos los grupos e individuos que son víctimas de violaciones a la libertad religiosa en cualquier lugar del mundo.

En sus declaraciones, Marie Carmelle Rose Ann Auguste, ministra de Derechos Humanos del gobierno de Haití, dijo que la libertad religiosa es un derecho humano «fundamental».

«Es por medio del libre ejercicio de la conciencia que el alma individual y el alma de la nación se ven fortalecidas», expresó.

Francois Clavairoly, presidente de la Federación Protestante Francesa, y un grupo de líderes religiosos de París incluyeron una dimensión internacional» al evento, dijo Graz. Haití es la única nación de habla predominantemente francesa en las Américas.

También estuvieron representadas otras denominaciones protestantes, la Iglesia Católica, el Ejército de Salvación y las religiones que propugnan el sincretismo. Las religiones sincréticas tales como el vudú son practicadas en Haití por un segmento considerable de la población.

Se ha planeado llevar a cabo otro festival de libertad religiosa en Puerto Príncipe para 2015.

Traducción de Marcos Paseggi

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