9 de abril de 2014 – Silver Spring, Maryland, Estados Unidos…Ansel Oliver/ANN

La Iglesia Adventista del Séptimo Día se incorporó hoy a una presentación legal amicus curiae ante un Tribunal Federal de Apelaciones de los Estados Unidos en desafío a un fallo de noviembre pasado que dictaminó que la «excepción parroquial» es inconstitucional.

La Iglesia Adventista se unió a esta presentación «amigo de la corte» ante el Tribunal de la Séptima Circunscripción de Chicago, dijo Todd McFarland, asesor general asociado de la sede central de la Iglesia Adventista.

La presentación fue liderada por la Alianza Iglesia, que es una coalición de más de treinta denominaciones que trabajan juntas sobre cuestiones legislativas y legales comunes que mayormente tienen que ver con los beneficios de los empleados, dijo McFarland.

El grupo está desafiando un fallo de noviembre pasado a cargo de una jueza distrital de los Estados Unidos, que dictaminó que la exención parroquial para el pago impositivo sobre ingresos destinados a vivienda es inconstitucional. Los líderes de la Iglesia Adventista dicen que los pastores pueden vivir dignamente sobre la base del «salario básico» pero, depende de donde vivan, el costo de los ajustes al costo de vida suele quedar drásticamente atrasado y no ser proporcional. La exención parroquial les da la capacidad de deducir sus gastos de vivienda de los ingresos sujetos a gravámenes impositivos.

En su fallo, la jueza Barbara Crabb dijo que la exención parroquial violaba la Cláusula de Establecimiento de la Primera Enmienda, que prohíbe que el Congreso formule una ley que «respete un establecimiento de la religión».

La exención parroquial, dijo Crabb, beneficia «a las personas religiosas y a nadie más, aun cuando al hacerlo no necesariamente alivia una carga especial sobre el ejercicio religioso».

En una entrevista, McFarland dijo que la coalición religiosa no cree que la exención viole la Cláusula de Establecimiento, destacando que el código impositivo contiene otras exenciones similares.

«Esta exención, en efecto, sirve para fortalecer la separación entre la iglesia y el estado, al mantener al gobierno fuera de las decisiones eclesiásticas, las cuestiones eclesiásticas, y al tratar a todas las iglesias y religiones de la misma manera», dijo McFarland.

Otras exenciones, dijo McFarland, incluyen a los maestros y profesores que trabajan para instituciones educacionales, el personal militar, el alojamiento del empleado para conveniencia del empleador, así como a ciertos contribuyentes que residen en el extranjero.

El fallo de noviembre pasado de la jueza Crabb fue resultado de una demanda presentada por la Fundación Libertad de la Religión, del estado de Wisconsin, que aboga por la separación de la Iglesia y el Estado. La fundación demandó al secretario del Tesoro de los Estados Unidos y al comisionado del Servicio de Ingresos Públicos por razón de esa exención, que fue sancionada por el Congreso en 1954. El Artículo 107 del Código de Ingresos Públicos permite que un «ministro del evangelio» designe alguna compensación como asignación por vivienda que quede exenta del impuesto sobre los ingresos. Su fallo, que dijo que no sería implementado antes de completar el proceso de apelación, tiene el potencial de tener un impacto dramático en la manera en que los grupos religiosos compensan a sus ministros. En los Estados Unidos, muchos han dependido durante mucho tiempo de este beneficio impositivo dentro del paquete de compensaciones que otorgan a sus ministros.

Los directivos de la Iglesia Adventista en Norteamérica afirmaron que la asignación parroquial ayuda de manera significativa para que los pastores puedan vivir y cumplir su tarea en los grandes centros urbanos, donde vive la mayoría de la gente.

«De no contar con este beneficio, el ministerio sufriría un drástico impacto, en especial en el caso de los pastores que viven en estos grandes centros urbanos, donde el costo de vida es elevado», dijo Ivan Williams, director de departamento Ministerial de la Iglesia Adventista en la División Norteamericana.

McFarland, el abogado de la denominación, estimó que el beneficio neto para los ministros adventistas se encuentra entre el 5 y 10 por ciento del paquete total de compensaciones.

McFarland dijo que no creía que la cuestión fuera a terminar con la decisión del Tribunal de Apelaciones.

«Anticipamos que este caso terminará potencialmente en la Corte Suprema de los Estados Unidos», dijo. «Ambas partes tienen mucho que perder y han invertido mucho en esto. Quienquiera sea el que pierda, querrá que sea revisado en un nivel judicial superior».

Traducción de Marcos Paseggi

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