22 de abril de 2014 – Silver Spring, Maryland, Estados Unidos…Elizabeth Lechleitner y Ansel Oliver/ANN
Los asesores legales de la Iglesia Adventista dijeron que les satisface el hecho de que una ciudad estadounidense revirtió una ordenanza que, afirmó la iglesia, violaba la expresión religiosa y afectaba injustamente a los grupos religiosos dirigidos por pastores, en especial en las iglesias de latinos.
El mes pasado, la ciudad de Las Cruces, Nuevo México, cambió una ordenanza que requería que las iglesias se registraran con la ciudad y pagaran un arancel especial, una medida que se produjo seis meses después de que la Iglesia Adventista presentara una demanda contra la ciudad.
El año pasado, un vocero de la ciudad dijo que la ordenanza apuntaba a brindar información debido a la obligación que tiene la ciudad de brindar protección de bomberos y policial a los ciudadanos. Los directivos de la Iglesia Adventista adujeron que esta violaba la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos.
La ciudad cambió la ordenanza el pasado 17 de marzo, que ahora ya no requiere que las organizaciones sin fines de lucro paguen aranceles de registro y, en consecuencia, la Iglesia Adventista retiró la demanda que había presentado en el Juzgado Distrital de Nuevo México.
«Nos alegra que la nueva ordenanza se ocupa tanto de las preocupaciones legítimas de seguridad y de incendios y de nuestra preocupación respecto de la interferencia del gobierno en las iglesias», dijo Todd McFarland, asesor general asociado de la Iglesia Adventista.
La Ordenanza de Las Cruces No. 16-131 original fue aprobada en 1997, y definía una empresa como «cualquier profesión, oficio u ocupación y todos y todo tipo de llamado», lo que incluía el trabajo de los pastores, sacerdotes, rabinos, obispos, imanes y otros líderes religiosos.
En esencia, la ordenanza requería que todas las iglesias dirigidas por un líder religioso dentro de los límites de la ciudad se registren y paguen un arancel de registro, además de aprobar un proceso discrecional de revisión antes de obtener la aprobación para llevar a cabo cultos de adoración o brindar atención pastoral. Los grupos religiosos que fueran dirigidos por laicos, no por miembros del clero, no estaban sujetos a estos requerimientos, dijeron los abogados.
A comienzos del año pasado, los funcionarios de la ciudad amenazar con iniciar acciones legales contra la iglesia adventista Hispana de Las Cruces si no cumplía con los requisitos de la ordenanza de registro institucional.
Dentro de los límites de la ciudad de Las Cruces hay más de cien iglesias, pero la ordenanza, afirmaron los abogados adventistas, había sido aplicada tan solo a un pequeño porcentaje de esas iglesias y, según la demanda presentada por la Iglesia Adventista, «aplicada en forma dispar y de manera especial a las iglesias hispanas y latinas».
En junio, la ciudad notificó por primera vez a la iglesia adventista Hispana que tenía siete días para cumplir con los requerimientos o enfrentar «acciones legales», según una carta del Departamento de Cumplimiento de Códigos de la ciudad. Sin embargo, la iglesia adventista Central de Las Cruces, una congregación con mayoría no latina, no recibió la misma notificación, dijo McFarland.
La Iglesia Adventista presentó una demanda en septiembre por medio de la Asociación de Texico, de la que depende, que tiene su sede central en Corrales, un suburbio de Albuquerque.
«Creo que fue bueno que hayamos hecho lo que hicimos al desafiar la medida», dijo Lee-Roy Chacón, presidente de la Asociación de Texico. «Ahora que ha sido anulada, podemos seguir dedicados al ministerio en lugar de tener que actuar como una empresa».
La Asociación de Texico supervisa las operaciones de la iglesia en Texas Occidental y Nuevo México, donde tiene aproximadamente unas ochenta iglesias y apoya una feligresía de doce mil miembros.
Traducción de Marcos Paseggi