17 de junio de 2014 – Silver Spring, Maryland, Estados Unidos…Andrew McChesney, editor de noticias, Adventist Review

Las casas editoras Review and Herald y Pacific Press han aprobado la mayor restructuración en los 153 años de historia de las publicaciones adventistas, al adoptar un plan que, esperan los líderes adventistas, fortalezca la presencia digital de la iglesia en los Estados Unidos y garantice la viabilidad a largo plazo de su obra de publicaciones.

Las asambleas de las dos entidades, llevadas a cabo en forma consecutiva este martes en la sede central de la denominación en Silver Spring, Maryland, votaron 153-66 (Review and Herald) y 42-1 (Pacific Press) a favor de la restructuración.

HABLA EL PRESIDENTE: Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista mundial, dijo en una entrevista que los líderes de la Asociación General «estarán orando para que esta restructuración reciba la bendición de Dios y pueda cumplir la tarea de alcanzar a los habitantes del territorio». Imágenes de Ansel Oliver/ANN

Después del voto de restructuración, las actas constitutivas y estatutos de cada entidad fueron enmendados de manera de reflejar este cambio de estructura. Se requería un mínimo de dos tercios de los votos para enmendar los documentos de cada entidad, y las decisiones el martes fueron el último paso necesario para lanzar el plan de hacer que la Pacific Press sea una editorial sensible al mercado que pueda seguir adelante en un momento en que los lectores se están volviendo cada vez más a los teléfonos inteligentes y las tabletas antes que los libros y las revistas a la hora de buscar información.

La Junta Directiva de la Asociación General había apoyado previamente la restructuración, junto con la División Norteamericana de la Iglesia Adventista (NAD). Tanto la junta de la Review and Herald como de la Pacific Press votaron recomendar el plan a cada una de sus asambleas durante las sesiones de sus juntas llevadas a cabo el pasado 8 de mayo. Según el plan, la Pacific Press se convertirá en una institución de la División Norteamericana.

«La Asociación General quiere la mayor expansión de la obra de publicaciones en la División Norteamericana, y estará orando para que esta restructuración reciba la bendición de Dios y pueda cumplir la tarea de alcanzar a los habitantes del territorio», dijo Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista en el territorio.

Wilson instó a los miembros de iglesia a que aprovechen «la gran oportunidad de compartir de compartir materiales adventistas de evangelización y devocionales tanto en forma impresa como digital, en anticipo del pronto regreso de Cristo».

Por qué se necesita una restructuración

Según el plan de restructuración, la Review and Herald, que estaba sufriendo problemas financieros, irá poniendo fin a sus operaciones en las instalaciones de 32 hectáreas que posee en Hagerstown, Maryland, en un proceso que podría llevar varios meses.

Algunos empleados y bienes podrían ser transferidos a la Pacific Press, con sede en Nampa, Idaho, que se convertirá en una institución de la División Norteamericana, con sus propias instalaciones de impresión. Los equipos y propiedades de la Review and Herald que ya no sean necesarios serán vendidos, y los ingresos serán destinados a la Pacific Press, para ayudar a fortalecer las operaciones de impresión, permitiendo que las prensas trabajen en turnos múltiples y que así, exista una mejor relación de costo-beneficio. Los ingresos también serán usados para dar cuerpo al pedido de desarrollar libros electrónicos, aplicaciones y otras formas de medios digitales.

«Si no invertimos en el mundo digital, terminaremos como Kodak, que inventó la cámara digital pero se rehusó a adoptar las realidades cambiantes y ahora ha prácticamente desaparecido», dijo Robert Lemon, tesorero de la Asociación General y miembro de la junta tanto de la Review como de la Pacific Press.

Eastman Kodak, líder durante un siglo de las películas fotográficas, inventó la cámara digital en 1975, pero no logró mantenerse al ritmo de los veloces cambios hacia la fotografía digital a fines de la década de 1990. En 2012, la compañía presentó la quiebra.

«Creemos que las publicaciones tienen un futuro tremendo, pero no necesariamente en forma impresa», dijo Lemon por teléfono antes de la votación del martes.

Un cambio en los patrones de lectura

Robert Lemon, tesorero de la Asociación General

Nadie discute que a la gente le gusta leer. La pregunta es cómo leen hoy en comparación con una década atrás, cuando los libros y las revistas dominaban el mundo así como lo habían hecho desde 1861, los días en los primeros líderes de la Iglesia Adventista iniciaron la Review and Herald, la primera institución de la iglesia.

En lugar de depender de un puñado de publicaciones semanales o mensuales de la iglesia, los adventistas de la actualidad pueden informarse en forma instantánea por medio de diversos sitios web y blogs, y de estaciones adventistas de televisión con presencia mundial, como es el caso del Canal Hope.

«Es lo mismo que sucede con muchas otras cosas», dijo Lemon. «Yo tengo una copia en papel de la guía de estudio de la Escuela Sabática, pero uso la aplicación en mi iPhone. En mi biblioteca tengo todos los libros de Elena G. White, pero rara vez uso algunos de ellos con excepción de «El conflicto de los siglos», «El Deseado de todas las gentes», o «El camino a Cristo». Todo lo miro en mi iPhone».

Lemon no es el único. Un ejemplo es la iglesia internacional de Moscú, en Rusia, que hace poco canceló su suscripción anual de guías de Escuela Sabática en inglés, que recibía de la Pacific Press. La razón que la llevó a descartar esos 25 ejemplares antes tan codiciados: Los miembros de la clase hicieron una encuesta, y descubrieron que todos estaban usando las lecciones que descargaban en sus teléfonos móviles y tabletas.

Se derrumban las ventas de libros adventistas

El cambio en los patrones generales de lectura de la gente, y la tendencia social hacia los medios digitales han afectado seriamente las ventas de las publicaciones adventistas, y los líderes de la iglesia han expresado sus temores de que la Pacific Press y la Review and Herald no podrían seguir adelante sin una importante restructuración. Los consumidores ahora reciben las noticias mayormente de los medios digitales y de transmisión, que son ofrecidos por medio de diversas plataformas, y las publicaciones del sector informan que se están editando y leyendo menos libros.

Juan Prestol, subtesorero de la Asociación General, preside la comisión de finanzas de la Review and Herald.

Medido en dólares de 2013, los ingresos de la Review and Herald pasaron de 45,8 millones en 1985 a 21,8 millones el año pasado, mientras que la fuerza laboral se redujo de 315 empleados de tiempo completo a 112 en el presente. En la Pacific Press, los ingresos disminuyeron de 47,7 millones en 1985 a 17 millones el año pasado, y sus empleados pasaron de 210 tiempos completos en 1985 a 99 en la actualidad.

No obstante, esas cifras, que brindaron las casas editoras a la Asociación General, revelan tan solo un cuadro parcial de la situación. Desde 2000, la Review and Herald ha sufrido pérdidas todos los años con excepción de 2011 y 2012. En 2011, vendió 19 hectáreas de tierras a la Asociación General por 11,5 millones de dólares, con el objetivo de pagar deudas, y tanto en 2011 como en 2012 recibió pedidos significativos del libro «El conflicto de los siglos». En 2013, sin embargo, la compañía informó una pérdida operativa de un millón de dólares, y los balances presentados a la junta de la Review and Herald hasta abril de 2014 mostraron una pérdida de 965 mil dólares, en comparación con el mismo mes del año anterior.

Por su parte, la Pacific Press ha tenido ganancias desde 2000 con excepción de 2008, cuando perdió inversiones en medio de la crisis financiera de los Estados Unidos. La estabilidad durante tanto tiempo que ha tenido la compañía ha hecho que hoy día tenga 25 millones de dólares en efectivo e inversiones.

«Lo que está claro es que en los últimos 28 años, ambas organizaciones han experimentado múltiples cambios en el liderazgo –presidentes, vicepresidentes y el liderazgo de sus juntas– y han enfrentado los mismos desafíos de la disminución de ventas y el deterioro de los sistemas de distribución», dijo Lemon. «Pero de alguna manera, dada la cultura corporativa de la Pacific Press, esta ha logrado mantenerse rentable, mientras que la Review and Herald ha experimentado más años de pérdidas que ganancias, en especial durante los últimos diez años».

Lemon enfatizó, sin embargo, que aun la Pacific Press, fundada en 1875, necesita la restructuración, porque el negocio editorial, tanto dentro como fuera de la iglesia, está «declinando, declinando, declinando».

El surgimiento de los medios sociales también presenta un desafío a la distribución. Los métodos tradicionales de distribución de las publicaciones adventistas por medio de los Centros Adventistas de Libros y los colportores ya no son viables, al menos en los Estados Unidos, dijo Lemon. Las librerías están luchando por sobrevivir, como se puede ver en las luchas financieras de las principales librerías como Borders y Barnes & Noble, mientras que el sistema de distribución de libros se ha tornado tan eficiente que es casi imposible ganarse la vida vendiendo libros de puerta en puerta, expresó.

El libro adventista promedio vende de cuatro a cinco mil ejemplares durante su edición, dijo.

El papel de la Pacific Press

En las próximas semanas, algunas de las cuestiones que tienen que determinar la División Norteamericana y la Pacific Press es cuántos empleados de la Review and Herald recibirán una oferta de trabajo en la Pacific Press, y que líneas de productos podrían ser trasladados allí.

Dale Galusha, presidente de la Pacific Press Publishing Association

“Probablemente yo tengo más preguntas que respuestas en la cabeza», dijo Dale Galusha, presidente de la Pacific Press, en una reciente conversación telefónica desde su oficina en Nampa.

Galusha dijo que la Pacific Press solo decidirá qué bienes puede absorber y cuántos empleados puede llegar a necesitar una vez que la División Norteamericana determine qué líneas de productos quiere apoyar.

No obstante, Galusha aseguró que la Pacific Press honrará todos los contratos de revistas de la Review and Herald, lo que incluye a Message, Insight, y Guide. «Queremos asegurarnos de que se cumpla con lo prometido», dijo.

La estrategia digital de la Pacific Press también se encuentra en las primeras etapas, pero se espera que la compañía añada a su catálogo algunos de los treinta a cuarenta libros que la Review and Herald publicaba por año.

Preocupaciones en la Review and Herald

Acaso es entendible que Mark Thomas, presidente de la Review and Herald, no está emocionado con los inminentes cambios.

«Veo que este es un plan desarrollado por gente con razonables preocupaciones financieras. Ven que es una manera de incrementar la eficiencia, al combinar dos operaciones de impresión subutilizadas en una sola instalación», dijo Thomas en un mensaje electrónico de respuesta a algunas preguntas. «Yo me considero en hombre de negocios, y comprendo esa parte del plan.

«Obviamente, desearía que escogieran nuestra planta editorial por razones personales. Pero también hay buenas razones financieras para centralizar la obra de impresión en Maryland», dijo Thomas, quien citó la ubicación de la compañía en un centro importante de distribución como manera de reducir los costos de envío.

Thomas también expresó su preocupación de que la centralización del desarrollo y la promoción de los productos en los Estados Unidos «heriría profundamente» la obra editorial adventista. A manera de ejemplo, destacó que la Pacific Press deleitó a sus lectores al incorporar la serie de libros «Navidad en el corazón» después de que la Review and Herald dejó de publicarla. De manera similar, dijo, la Review and Herald desarrolló una línea de productos «MagaBook», que a lo largo de los años ha hecho que miles de colportores estudiantes puedan costearse sus estudios, después de que el concepto fuera descartado por la Pacific Press.

«Nosotros y la Pacific Press somos como los teléfonos de Apple y Samsung», dijo Thomas. «Damos una opción a la gente. Nos desafiamos mutuamente para hacer un mejor trabajo».

La Asociación General como casa editora

Bajo la restructuración, la Pacific Press se convirtió en una institución de la División Norteamericana a partir del voto de este 17 de junio, mientras que la Asociación General retendrá la estructura de la Review and Herald, dado que la institución trasladará sus operaciones ya reducidas a su sede central en Silver Spring, Maryland, a una hora y media de viaje de su ubicación actual.

Las sesiones de la asamblea abundaron en momentos dedicados a la oración.

La Asociación General, que permitió que la Pacific Press y la Review and Herald operaran como una empresa independiente, sin asistencia financiera directa, ha actuado durante años como casa editora no oficial sin imprenta propia. Emplea un equipo editorial de cuarenta a cincuenta personas, quienes se encargan de una diversidad de publicaciones, que incluyen a la Adventist Review, Adventist World, KidsView, Ministerio, Revista de Educación Adventista, Revista del Anciano, las guías de estudio de la Escuela Sabática, y materiales del Instituto de Investigaciones Bíblicas de la iglesia.

Si bien los escritos de Elena White, una de las fundadoras de la Iglesia Adventista, son impresas tanto por la Pacific Press como la Review and Herald, la entidad editora es el Patrimonio White, una entidad asociada estrechamente con la Asociación General.

Delbert Baker, presidente de la junta de la Review and Herald y uno de los vicepresidentes de la Asociación General, destacó que la Review and Herald continuará con su ministerio, por más que sea en una sede diferente y, ya sin las prensas, con un énfasis diferente.

«Una realidad más alentadora es que la Review and Herald continuará con su misión histórica de publicaciones en forma ininterrumpida, desde la sede central de la Asociación General», dijo. «El aspecto más doloroso de este proceso es el abandono gradual de las instalaciones de Hagerstown y el impacto que ha tenido esto en los dedicados empleados de la entidad».

Baker dijo que se ha brindado mucho cuidado y se han pensado bien los planes para atender a los empleados afectados en la Review and Herald.

«Podemos agradecer a Dios y a todos los involucrados por el esfuerzo comprometido que se ha invertido para hacer esta transición de los empleados de la Review and Herald tan manejable como sea posible», dijo.

La necesidad de restructurar

Daniel Jackson, presidente de la División Norteamericana

La restructuración se vio venir durante mucho tiempo. Los líderes de la iglesia han analizado durante los últimos quince años una restructuración que le daría más control a la División Norteamericana sobre las casas editoras. De las trece divisiones mundiales de la iglesia, Norteamérica es la única que no posee una casa editora como parte de sus instituciones. La razón es histórica: La Asociación General supervisó tanto la iglesia mundial como la región Norteamericana desde su establecimiento en 1863 hasta que formó la División Norteamericana en 1990.

La restructuración es una suerte de Plan B para la Asociación General y la División Norteamericana. Un equipo de trabajo formado en el verano de 2013 para estudiar una posible fusión de las dos casas editoras no llegó a producir ninguna recomendación debido a cuestionamientos sobre la manera en que los escritos de Elena White deberían guiar la relación actual de las dos casas editoras. A fines del siglo XIX, Elena White había aconsejado no fusionar las dos casas editoras. Los directivos de la iglesia dicen que este último plan honra los principios de los consejos de White, dado que es una fusión de las operaciones de imprenta, no una fusión de las operaciones editoriales o de publicaciones.

En cualquier caso, la actual Review and Herald es en sí producto de una fusión. La Asociación Publicadora Southern, de Nashville, Tennessee, que estaba agobiada por las deudas, fue incorporada a la Review and Herald en 1980.

Bill Knott, editor general de la Adventist Review y Adventist World, que juntas representan casi el 25 por ciento de las ventas brutas anuales, expresó su preocupación por el personal de la Review and Herald, aun cuando dijo que miraba con ansias a una nueva era de las publicaciones adventistas después de la última restructuración.

«El sentido de pérdida es palpable para todos los que hemos crecido con los productos publicados por la Review and Herald, lo que incluye a la Adventist Review», dijo Knott, quien también es miembro de la junta de la Review and Herald.

«El equipo editorial de la Adventist Review y, en forma más reciente, de Adventist World, ha disfrutado de una relación de trabajo muy estrecha con la Review and Herald que se remonta a más de 150 años», dijo. «La enorme contribución realizada por los hombres y las mujeres en esa relación laboral jamás será plenamente conocida hasta que escuchemos toda la historia el día que estemos en el cielo».

Knott dijo que la Adventist Review y Adventist World espera seguir trabajando de la misma manera con la Pacific Press.

«A la hora de la verdad, tenemos que enfocarnos en nuestra misión, y esa misión nos recuerda que siempre necesitamos adaptar nuestros métodos para llevar los mensajes de los tres ángeles a los millones que no conocen a Jesús», expresó.

Traducción de Marcos Paseggi

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