30 de marzo de 2015 | Miami, Florida, Estados Unidos | Libna Stevens/DIA
Los administradores y docentes de la Iglesia Adventista de toda la División Interamericana (DIA) se comprometieron públicamente a continuar fortaleciendo la educación adventista, asumiendo ese compromiso durante un congreso especial en línea de educación llevado a cabo en Miami, Florida, este fin de semana.
El evento reunió a más de cien docentes de los niveles primarios y secundarios en las oficinas de la DIA, y otros cientos más se reunieron en hogares, escuelas y auditorios a lo largo y a lo ancho de Interamérica, durante el programa de ocho horas de duración.
«Nosotros somos los que determinarán la calidad de nuestras escuelas e instituciones», dijo el doctor Gamaliel Florez, director de educación de la Iglesia Adventista en Interamérica al desafiar a los docentes para que sigan ministrando todos los días en sus salones de clase.
«Nosotros marcamos el tono espiritual, y seremos el factor determinante para cumplir esta misión de la educación adventista, para que cada estudiante sea guiado para llegar a ser un discípulo de Cristo», dijo Florez.
Este desafío ha estado presente todo el tiempo durante los últimos cinco años, dado que los principales líderes y administradores de la iglesia han implementando nuevos reglamentos y han dedicado fondos especiales para promover y mejorar la educación adventista. Los líderes también están comprometidos para remunerar en forma adecuada a miles de docentes de las 910 escuelas y universidades de Interamérica.
Los administradores de cada una de las 24 regiones eclesiásticas de Interamérica que supervisan la gestión de las instituciones educativas adventistas bosquejaron sus estrategias y planes que buscan preservar el legado de la educación cristiana adventista de los más de 154 mil estudiantes matriculados en sus salones de clase.
Los desafíos tales como la retención de docentes, la promoción de las instituciones y el aumento de la matriculación entre los miembros de iglesia, además del desarrollo institucional, no deberían impedir que la iglesia siga adelante y garantice que el futuro de la educación adventista pueda llevarse a cabo, dijo el doctor Florez. Se recordó a los administradores de la iglesia y a los directivos financieros que se sumen para incorporar los nuevos reglamentos, durante un día de reuniones el 27 de marzo.
«Seguimos animando a nuestras uniones para que continúen identificando sus problemas particulares y tomen decisiones administrativas que puedan ayudar a las instituciones que requieren soluciones, y que no se limiten a dejar esos reglamentos votados tan solo en el papel», dijo el doctor Florez.
Hay regiones eclesiásticas como por ejemplo la Mexicana del Norte, Guatemala, y la República Dominicana que ya han implementando un modelo abarcador de educación adventista que supervisa el diseño curricular, la educación continua para los docentes, la infraestructura organizacional, las finanzas y beneficios jubilatorios para los docentes.
Otras regiones de la iglesia están siguiendo en sus pasos para mejorar el difícil panorama del sistema educativo actual.
En Venezuela, el sistema de instituciones educativas adventistas se ha visto sumamente afectado durante los últimos seis años, dijo David Poloche, tesorero de la Iglesia Adventista en Venezuela Occidental, donde la iglesia opera 39 escuelas primarias y secundarias. Tan solo este año, han logrado duplicar los salarios de sus más de quinientos docentes, gracias a la luz verde que les dio el gobierno, según Poloche.
«Ahora los salarios de los docentes están a la altura de los salarios de los docentes de las escuelas públicas, y hemos sido bendecidos porque la mayoría de nuestras escuelas tienen una lista de espera, dado que están llenas al máximo de su capacidad», explicó Poloche. Parte de sus planes estratégicos para los próximos cinco años incluyen mejorar la calidad de la educación e incrementar el programa de certificación de los docentes y los capellanes de las instituciones.
El pastor Josney Rodríguez, presidente de la Iglesia Adventista en Venezuela Oriental también está entusiasmado ahora que los 360 docentes están recibiendo una justa remuneración en las trece instituciones educativas que opera la Iglesia Adventista en Caracas y las ciudades orientales circundantes.
Uno de los planes que tiene la Iglesia Adventista en Venezuela Oriental para estimular y mejorar la educación adventistas en la región es recolectar una ofrenda anual de gratitud al fin del año entre los casi 144 mil miembros del territorio. Se anima a los empleados y los miembros de iglesia en general a que donen un mes de su salario a la educación adventista.
«Yo ya estoy poniendo aparte fondos cada mes para contribuir», dijo el pastor Rodríguez, y muchos más están donando más que solo un salario, añadió. «Nuestros miembros creen firmemente en la educación adventista, y estamos agradecidos por las bendiciones de Dios en nuestro país».
Los planes para mejorar la educación en Venezuela Oriental incluyen un programa de certificación adicional para docentes, mejores salones de clase y terrenos en las escuelas, y el fortalecimiento del discipulado entre los estudiantes.
Ambas administraciones de la iglesia en Venezuela aún están esperando que el gobierno apruebe ocho carreras en la Universidad Adventista de Venezuela en Nirgua, Venezuela. La institución solo ha podido ofrecer tres carreras en los últimos años (teología, administración de empresas y ciencias informáticas), y el número de estudiantes a disminuido a 350 después de haber llegado a 800 en años anteriores.
La matriculación en las escuelas adventistas ha estado disminuyendo entre los miembros de iglesia, dijo el doctor Florez. Estadísticas recientes muestran que solo el treinta por ciento de los estudiantes adventistas están registrados en el sistema educativo adventista. Es un tema de preocupación que fue mencionado una vez más durante el congreso en línea.
El orador invitado fue Shane Anderson, pastor principal del Colegio Secundario Shenandoah Valley en New Market, Virginia, Estados Unidos, y autor del éxito de ventas Cómo matar a la educación adventista, y cómo darle una oportunidad, quien habló de la importancia de preservar la educación adventista en las instituciones educativas, y recordó a los docentes que su misión es la de transformar las vidas de los estudiantes.
«Muchos de ustedes que están escuchando tienen en su mayor parte estudiantes no adventistas en sus salones de clase», dijo Anderson. «Quiero que sepan cuán agradecidos estamos por su contribución, porque ustedes tienen un trabajo increíblemente difícil».
Anderson pasó entonces a expresar que «es más importante ser fiel al mensaje adventista [al enseñar] que hacer que los no adventistas se sientan cómodos en nuestras escuelas».
Se recordó asimismo a los administradores de la importancia de incrementar los recursos financieros para las instituciones educativas al reconocer que los pastores son guardianes de la educación adventista.
«Seamos claros: los pastores tendrán una gran influencia sobre el futuro de la educación adventista», señaló Anderson. «Es la influencia de por sí más grande sobre la matriculación en nuestras escuelas».
Anderson apeló a los administradores de las uniones, asociaciones y misiones para que en lugar de ignorar a los pastores como parte de la solución, requieran que los pastores apoyen decididamente la educación adventista, porque ellos son la clave para que esta se recupere.
Para Kathya Villegas, directora de la Escuela Primaria Adventista en en Matagalpa, Nicaragua, el congreso reafirmó su pasión por la transformación de vidas. Villegas está a cargo de once docentes y 246 estudiantes. En su primer año como directora en Nicaragua después de haber sido maestra durante 22 años en Costa Rica y los Estados Unidos, comprende bien los desafíos que enfrentan los maestros y los administradores para mejorar la educación adventista.
«No es una tarea fácil», dijo Villegas. «Las escuelas de aquí necesitan nuevos escritorios, materiales escolares y mejores herramientas de enseñanza. Los fondos son escasos, y los padres luchan para pagar la educación adventista».
Villegas tiene un plan de promover la escuela de iglesia, comenzando con las iglesias de la zona de Matagalpa. «Los pastores son clave para ayudarnos a promover la educación adventista, y los miembros de iglesia para ayudarnos a actualizar las computadoras, conseguir nuevos escritorios y disfrutar de terrenos de juego seguros».
Este preciso año, Villegas comenzó a implementar la enseñanza de inglés en los niveles preescolares y el primer grado de la escuela de iglesia. Su oficina es un banco de iglesia dentro del templo. Se reúne con los padres para conferencias y con los docentes todas las semanas. Su pasión por transformar vidas no ha disminuido a pesar de los escasos recursos.
“Sé de docentes en zonas cercanas que ganan menos de cien dólares por mes, algunos solo cincuenta dólares por mes», dijo Villegas. Esa gente enseña porque tiene pasión y el compromiso de servir y preparar a los niños para el cielo, añadió.
Esa pasión y ese entusiasmo es lo que los principales líderes de la iglesia quieren reconocer, para garantizar que los docentes estén bien atendidos y puedan seguir transformando vidas.
«No se desanimen si sienten que la obra que hacen no es significativa», dijo el pastor Israel Leito, presidente de la División Interamericana. «No sientan que lo que hacen no es valioso, y que están restringidos por este o aquel desafío, y no permitan que nadie les haga sentir que no pueden mejorar aún más, porque Jesús está allí para ayudarlos», expresó.
El pastor Leito recordó a los docentes que tienen que dejar de lado todas las excusas legítimas y colocarlo todo en las manos de Dios. «Vean en cada estudiante un hijo de Dios, de manera que cuando ellos salgan de vuestra presencia, puedan sentir que han estado en la presencia del Señor».
Hacia el final del programa, los administradores de la iglesia se pararon juntos con certificados firmados que incluyen el compromiso de fortalecer la educación adventista en sus territorios durante los próximos cinco años.
También se recolectó una ofrenda especial que será destinada a la escuela adventista en Malpaisillo, León, Nicaragua. La escuela experimentó daños en un reciente sismo, y aún tiene muchas necesidades de infraestructura, dijeron los líderes de la iglesia.
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Traducción de Marcos Paseggi