Mapa de Sudáfrica. Imagen cortesía de iStock.

20 de abril de 2015 | Pretoria, Sur de Africa | Paul Charles

Paul Charles, director de comunicación de la División de África Meridional y Océano Índico, de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, emitió el siguiente comunicado en respuesta a los ataques continuos en contra de los extranjeros que viven en Sudáfrica:

La Iglesia Adventista del Séptimo Día en la región de África Meridional y Océano Índico está indignada por los recientes y actuales ataques xenofóbicos contra los extranjeros que viven en Sudáfrica. No hay razón para justificar de manera alguna la violencia y prejuicios que deshonran a la nueva y libre nación democrática de Sudáfrica. Abrazar la verdadera libertad significa renunciar al espíritu de dominación, abuso y violencia contra las personas. Sin reserva alguna, nuestros directivos y casi un total de 3.5 millones de miembros adventistas del séptimo día en el sur de África, condenan todos estos actos insensibles y horrendos de odio y violencia que han afectado también a miembros de nuestra iglesia.

El presidente de la Unión Asociación de África Meridional, Tankiso Letseli, hizo la siguiente declaración: La Iglesia Adventista del Séptimo Día en Sudáfrica ha movilizado a la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales de Sudáfrica y a los Servicios a la Comunidad “Meals on Wheels” (comidas sobre ruedas) (MOWCS) de Sudáfrica, como forma de intervención. Hemos identificado a personas que han sido desplazadas por causa de violencia xenofóbica. Actualmente, MOWCS Sudáfrica, juntamente con la oficina regional de MOWCS, de la Asociación de Kwazulu Natal y Free State (KNFC), se encuentran en el sitio mismo proveyendo alimentos y ayuda a no menos de 1,500 personas diariamente en la zona de Durban. Estamos en la actualidad proveyendo alimentos ya cocinados en las zonas de Chatsworth y Chesterville. El Pastor C M Nhlapo, presidente de la Asociación de Kwazulu Natal y Free State, junto con su equipo, están trabajando con MOWCS KNFC para introducirse en las zonas afectadas para una mayor intervención. Los directivos de la Asociación Trans-Orange de la Iglesia Adventista, juntamente con el Pastor Mpho Rantsoabe, han identificado puntos críticos en la zona de Johannesburgo, con el propósito de responder e intervenir. Estamos tratando también de movilizar el apoyo de ADRA Internacional, a través de la Oficina Regional ADRA de África, a fin de incrementar la dimensión de nuestro alcance”.

Una inhumana crisis de esta magnitud afecta a toda la iglesia mundial y a la comunidad internacional. Se insta a todas las iglesias locales adventistas a intensificar sus esfuerzos a través de ADRA Sudáfrica y MOWCS Sudáfrica, del gobierno y otras organizaciones de base religiosa, para aliviar el sufrimiento resultante de estos malvados actos de violencia.

Instamos también a todos los afectados a cooperar con las agencias del gobierno y con el Departamento de Asuntos Internos, a fin de que los perpetradores de la violencia puedan caer en manos de la justicia.

Todos nosotros, cada uno, independientemente de nuestra nacionalidad, color o credo, hemos sido hechos a la imagen de Dios (Colosenses 1:15) y tomamos muy seriamente el hecho de la dignidad humana. Esto nos obliga a tratarnos unos a otros como hermanos y hermanas, de manera que un daño perpetrado en uno nos afecta a todos. El tejido social de Sudáfrica es diverso y dinámico y debe ser preservado a toda costa sin violencia y sin derramamiento de sangre. La dignidad humana eleva a cada persona con la que nos encontramos al estatus de alguien de valor infinito, una persona que debe ser respetada, amada y honrada.

La Biblia nos manda y nos condiciona en cuanto a cómo debemos tratarnos unos a otros. “Cuando un extranjero viva en tu tierra no lo oprimirás. Como a un nativo de vosotros tendréis al extranjero que habite entre vosotros. Ámalo como a ti mismo…” Levítico 19: 33, 34.

Que Dios nos ayude a renunciar a toda forma de violencia, coerción y violaciones de la conciencia de las personas y de su integridad emocional y física. Que nos llene en su gracia con la fortaleza para acoger la paz en todas sus dimensiones. Que Dios nos de la determinación de poner en alto la dignidad de cada persona. Que pueda también crear en nosotros la voluntad y la pasión para esforzarnos en pos de la libertad de cada uno hasta que venga Aquel que ha de venir muy pronto.

Traducción por Gloria Castrejón

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