20 de mayo de 2015 | Trelawny, Jamaica | Dyhann Buddoo-Fletcher/DIA
Violet Moss Brown, la jamaiquina de mayor edad recibió a un grupo de adventistas al que dejó fascinado con historias centenarias, en un día en que celebraron el «Día de la Madre» y alabaron a Dios por su larga vida.
Unas veinte personas, provenientes de la iglesia adventista de Duanvale, en Trelawny (la misma comunidad donde nación la señora Moss Brown), quedaron maravillados por su ingenio y rapidez de mente. El grupo tenía como prioridad hacerse presente en su hogar el pasado 10 de mayo de 2015, llevando presentes de aprecio, palabras de esperanza, cánticos y oraciones.
«Llegamos un día antes, pero estamos aquí para desearle un muy feliz ‘Día de la Madre’ y también un muy feliz cumpleaños atrasado», dijo el pastor Carlington Hylton, director de servicios comunitarios de la Iglesia Adventista en la región Norte de Jamaica, quien le entregó una placa. «Usted ha tenido una vida extraordinaria. La bendición de Dios está sobre usted, y no hay dudas de que es una inspiración para todos», siguió diciendo Hylton.
La señora Moss Brown, que es descrita como la supercentenaria de Jamaica, fue una de los cuatro hijos nacidos en el hogar de John Moss y Elizabeth Riley, quien falleció a los 96 años. En 2014, el Grupo de Investigaciones en Gerontología reconoció el 10 de marzo de 1900 como su fecha de nacimiento. En el pasado, se debatían entre tres fechas, a saber, el 4, 10 y 15 de marzo de 1900. Asimismo, en su cumpleaños de este año, fue saludada por la reina Isabel II por alcanzar los 155 años, lo que la confirma como la persona más longeva de Jamaica, y al país como la nación más pequeña en tener una persona de semejante edad. Desde entonces, ha pasado de ser la sexta a ser la cuarta persona de más edad en todo el mundo.
En el presente, su hijo mayor, Harold Fairweather, tiene 95 años, y se dice que es el «hijo vivo de mayor edad» del mundo que aún tiene su progenitor. Fairweather dijo: «Mamá tuvo seis hijos (cuatro varones y dos niñas), pero uno de los varones falleció. Y hay tres generaciones de nietos, bisnietos y tataranietos; son demasiados para contarlos, y viven en diversas partes del mundo».
Moss Brown, a quien se conoce afectuosamente como la Tía V., dijo que fue bautizada a los 13 años en la Iglesia Bautista de Duanvale. «Y ese día tuve que recitar Salmos 119:133», se jactó. Moss Brown llegó a ser organista de la iglesia, y también ocupó otros cargos. Relata su experiencia como granjera, y recuerda caminar junto con su esposo desde Duanvale hasta otro pueblo para vender los productos agrícolas.
En un momento durante el encuentro, cuando la Tía V. reconoció que a su lado estaban dos pastores adventistas, dijo: «Todos leemos la misma Biblia e iremos al mismo lugar, porque mil veces diez mil veces, nos encontraremos con él». Y acto seguido comenzó a orar: «Padre todopoderoso, te pido que bendigas y guardes a estas personas que han venido aquí. Amén».
«Esta tarde todos somos bendecidos por escuchar la oración de esta anciana de 115 años. ¡Qué bendición!», enfatizó el pastor Hylton.
Cuando se le preguntó que puede haber contribuido a su larga vida, la mujer que afirma no tener problemas de salud respondió: «Trabajo duro y buenos alimentos».
El pastor Tavaughn Thomas, de la iglesia adventista Duanvale, le deseó a la Tía V. muchas más bendiciones. «Fue un placer estar aquí con usted, y le agradezco por habernos abierto las puertas. Le deseo un feliz ‘Día de la Madre’, y que cumpla muchos años más».
«No, no, no», la interrumpió la Tía V., lo que produjo aún más risas. «Recuerden», dijo, y comenzó otra vez a recitar: «Estoy un día más débil, un día más vieja, y un día más cerca».
El pastor Thomas siguió diciendo: «Pero mi más grande deseo para usted, es que sea fiel a Dios, para que cuando él regreso, pueda escuchar que él le dice: ‘Bien hecho, buena sierva y fiel’. Cuando Jesús dice eso, sus 115 años valdrán la pena después de todo».
El señor Dunstan Harper, Encargado de la División de Sherwood del Partido Laborista de Jamaica en Trelawny, felicitó a los miembros de la Iglesia Adventista que visitaron a la Tía V. «Es algo maravilloso saber que la Iglesia Adventista se ha tomado el tiempo de desearle un bendecido ‘Día de la Madre’ por anticipado y de felicitarla por este hito. Usted sigue diciendo que está un día más débil, un día más vieja y un día más cerca. A pesar de ello, es nuestro Padre celestial el que le dará la fuerza diaria para seguir adelante».
Traducción de Marcos Paseggi