Adventistas marchan contra la creciente ola de delitos que afecta la comunidad de Cayon, en San Cristóbal, el pasado 19 de julio de 2015. Imágenes de Sylvester Dore

3 de agosto de 2015 | Cayon, San Cristóbal y Nieves | DIA

Cientos de adventistas se unieron a funcionarios del gobierno en la isla caribeña de San Cristóbal el mes pasado para marchar contra la creciente ola de delitos en la comunidad de Cayon. Más de trescientos miembros de iglesia de nueve congregaciones adventistas denunciaron el delito animando a los transeúntes a que expresen amor mutuo, dejen de lado las armas, guarden los diez mandamientos, y se unan para luchar contra la violencia. Otros grupos también tomaron parte en la marcha que fue organizada por el Consejo Insular.

El Honorable Eugene Hamilton, representante del Parlamento alabó a la Iglesia Adventista de la isla por su compromiso con la reducción del delito y «por salvar las vidas de los confundidos jóvenes», informó la agencia St. Kitts and Nevis News en su sitio www.sknis.info al referirse al evento del 19 de julio de 2015.

Los conquistadores y los guías maestros marchan al ritmo del redoblante por las calles de la comunidad de Cayon.

“Este encuentro demuestra que el delito produce solidaridad social…abracemos por lo tanto las ideas de todos los sectores, grupos, organizaciones y personas, reconociendo que todos tenemos algo valioso que contribuir a la edificación de la nación», dijo Hamilton.

Hamilton instó a las iglesias de la comunidad a que continúen trabajando juntos contra el delito en la comunidad de unas tres mil personas en Cayon.

El comisionado de policía en ejercicio y otros líderes hablaron durante el evento.

Sherwin A. E. White, coordinador de la Iglesia Adventista en la isla, dijo que la iglesia adventista de Cayon se puso al frente del proyecto, enviando mensajes a sus comunidades con los conquistadores y guías maestros, la banda y jóvenes y ancianos.

«Participar en marchas contra el delito se torna imperativo, porque los miembros de iglesia son parte de las comunidades que enfrentan el desafío de los males y vicios sociales que producen efectos negativos», dijo White.

Durante casi cuatro años, la Iglesia Adventista ha buscado crear visibilidad comunitaria demostrando que «la iglesia es la comunidad para la comunidad», explicó White. Se han estado llevando a cabo programas para padres solos, para crear conciencia sobre las drogas y la violencia contra las mujeres (Enditnow), y caminatas de oración en zonas propensas al delito, añadió.

Los feligreses de la iglesia también participan de actividades comunitarias el tercer sábado del segundo mes de cada trimestre, con el objetivo de brindar desayunos a los agentes de policía y los agentes penitenciarios, además de ofrecer chequeos médicos gratuitos en la Plaza Independencia, entre otras actividades, añadió White.

«La participación en actividades comunitarias ha representado el refuerzo positivo de que el delito no debería ser una opción», dijo White.

Las islas de San Cristóbal y Nieves forman un país que pertenece a las Islas Septentrionales de las Antillas Menores. La Iglesia Adventista de las islas tiene más de 1600 feligreses que se reúnen en nueve congregaciones. La iglesia también opera una clínica dental, una escuela primaria y una tienda de libros y alimentos saludables en San Cristóbal.

Traducción de Marcos Paseggi

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