14 de septiembre de 2015 | Roseau, Dominica | Royston Philbert/Personal DIA
Días después de que la Tormenta Tropical Erika devastara la isla caribeña de Dominica, la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) en Dominica, con la ayuda de miembros de iglesia voluntarios, están brindando comidas a los que quedaron sin hogar en las comunidades más afectadas de la isla.
La tormenta azotó la pequeña isla de aproximadamente 72 mil habitantes el pasado 27 de agosto, produciendo aludes, destruyendo caminos, puentes y casas. Más de treinta personas perdieron la vida y hubo decenas de desaparecidos. Priscilla Prevost, coordinadora de ADRA Dominica, informó que casi veinte mil personas se han visto afectadas, y que la mitad de la isla carece de electricidad. Hubo nueve comunidades afectadas, y los más afectados fueron los habitantes de Petit Savane, donde todos los residentes fueron evacuados con helicópteros.
Los vuelos al Aeropuerto Douglas Charles de Dominica han sido suspendidos desde que azotó la tormenta tropical.
«ADRA Dominica está dedicada a alimentar a unas ciento veinte personas en dos refugios principales», dijo Prevost, «Los miembros de iglesia voluntarios han estado preparando tres comidas por día en los Servicios Comunitarios Roseau de la iglesia, dado que los residentes fueron evacuados de sus hogares destruidos».
La semana pasada, Collin Thorne, coordinador de ADRA en la Asociación Caribeña Oriental, junto con miembros de iglesia voluntarios, visitó las comunidades meridionales afectadas, distribuyendo alimentos y agua a los individuos, tanto en sus hogares como en los refugios. También se administraron primeros auxilios psicológicos a cargo de profesionales adventistas calificados durante esa visita.
Muchos pastores y miembros de iglesia viajaron en barco con alimentos y agua para asistir a las comunidades afectadas, y otros se unieron al programa asistencial nacional, dijeron los líderes de ADRA.
El pastor R. Danforth Francis, presidente de la iglesia en la Asociación Caribeña Oriental, que supervisa las islas de Barbados y Dominica, dijo que un miembro de iglesia perdió la vida y diez adventistas perdieron sus hogares y están alojados actualmente en refugios.
«Nuestra escuela primera en Roseau se inundó y sufrió daños, y lo mismo sucedió con la iglesia adventista Dublanc», dijo Francis. «Estamos agradecidos a nuestros miembros de iglesia y pastores por participar de manera activa en los esfuerzos asistenciales».
Kern Tobias, presidente de la Unión Caribeña, hizo un llamado a los líderes y miembros de la iglesia de las decenas de islas que comprenden el territorio del Caribe Inglés para que ayuden a Dominica.
Las iglesias de las islas vecinas comenzaron a recolectar fondos durante los cultos, días después del paso de la tormenta.
En la iglesia adventista Central de Santa Cruz, en las Islas Vírgenes, el pastor J. Wilmoth James consoló a muchos de los miembros de su congregación, que nacieron en Dominica. «Todos estamos traumatizados por la tremenda pérdida de vidas en la tragedia, pero tenemos la seguridad de que Dios está vivo, y que aún está en control de este mundo», dijo James.
La Asociación Caribeña del Norte de la Iglesia Adventista, que supervisa las Islas Vírgenes de EE. UU. y otras nueve islas, están recolectando ofrendas especiales durante varias semanas para los esfuerzos asistenciales en la isla vecina de Dominica.
ADRA está involucrada actualmente en una discusión con el gobierno de Dominica, para ayudar a construir diez hogares básicos para personas que perdieron todo en la tormenta, según Prevost.
Si desea saber más sobre la Iglesia Adventista en la Asociación Caribeña Oriental, visite eastcarib.org
Traducción de Marcos Paseggi