11 de octubre de 2015 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Andrew McChesney, editor de noticias, Adventist Review
Los líderes de la Asociación General y las divisiones reafirmaron el papel importante que tienen las mujeres en la vida de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, e hicieron un llamado a todas las entidades de la iglesia para que respeten una reciente decisión del Congreso de la Asociación General sobre la ordenación para evitar así fracturar la iglesia mundial.
G. T. Ng, secretario ejecutivo de la Iglesia Adventista mundial, leyó en voz alta los seis párrafos del documento a los líderes y laicos de la iglesia que están asistiendo al Concilio Anual este domingo, el primer día de la asamblea del evento, que en total dura una semana. Un grupo de ujieres distribuyó copias del documento entre los presentes.
«Apelamos a todas las entidades para que respeten la decisión del cuerpo mundial en sesión, dado que toda acción unilateral e independiente que sea contraria al voto tomada prepara el camino para la fractura y la fragmentación», dijeron los signatarios del documento. «Instamos a todas las entidades para que trabajen de manera estrecha con las administraciones de las divisiones mundiales para garantizar que todos los votos armonicen con los reglamentos votados, de manera de fomentar la unidad mundial de la iglesia y la misión que nos ha encomendado el cielo».
El 8 de julio pasado, los delegados al Congreso de la Asociación General en San Antonio, Texas, Estados Unidos, rechazaron una moción que habría permitido que cada división de la Iglesia Adventista decidiera por su cuenta si ordenar a las mujeres al ministerio del evangelio en su territorio.
Ninguna de las trece divisiones del mundo ordenan pastoras. Sin embargo, tres uniones comenzaron a ordenar mujeres antes del voto, y después del voto otras dos uniones decidieron dejar de ordenar a los hombres en lo que llamaron una muestra de solidaridad con las mujeres.
Según los reglamentos de la iglesia, solo los hombres pueden ser ordenados como pastores, mientras que las mujeres pueden ser ministras comisionadas. Una persona no necesita ser ordenada para estar al frente de una congregación.
Los signatarios del documento del domingo expresaron su aprecio a los miembros y entidades de la iglesia que han aceptado la decisión de San Antonio.
«Hay momentos en la travesía de la fe en los que cristianos comprometidos pueden tener diferencias (Hech. 6; 15)», dice el documento. «Estas instancias necesitan de respeto mutuo, de escucharse con detenimiento, de una sincera comprensión, y del sometimiento a la conducción del Espíritu Santo en la unidad (Efe. 4:31, 32). Esto se aplica por cierto al voto del 8 de julio de 2015, sobre el tema de la ordenación en el Congreso de la Asociación General en San Antonio. Reconociendo nuestras diferencias, expresamos nuestro agradecido aprecio a los miembros y las entidades de la iglesia por su aceptación de la decisión de la iglesia mundial».
El documento enfatiza que el voto no cambió «la comprensión que tiene la iglesia de la función de las mujeres en la vida, la misión y la práctica de la iglesia, según es sostenido por el Manual de la iglesia y delineado en los reglamentos eclesiástico-administrativos de la Asociación General y la división».
«Mujeres piadosas y llenas del Espíritu están testificando poderosamente por Cristo, y están siendo usadas por el Espíritu Santo para llevar a cabo contribuciones destacadas para el progreso de su reino», expresa.
También dice: «Reafirmamos que el Espíritu Santo imparte dones a todos los creyentes, y que las mujeres juegan un papel importante en la vida de la iglesia (Joel 2:28; 1 Corintios 12:11, 18). El compromiso, los dones y los talentos de las mujeres constituyen una bendición para todo el cuerpo de Cristo».
El documento enfatiza que los votos y los reglamentos votados por el Congreso de la Asociación General «son acuerdos que el cuerpo de Cristo toma juntos», y deberían ser respetados por todas las entidades de la iglesia.
«A la luz de la urgencia de nuestro tiempo y del rápido cumplimiento de las profecías bíblicas, invitamos a todas las entidades y miembros de iglesia para que se unan a nosotros en un compromiso continuo con las relaciones cristocéntricas, el respeto mutuo, la fidelidad a las Escrituras, y un énfasis decidido en la compleción de la misión profética encomendada a la Iglesia Adventista», expresa.
«Nos dedicamos a la unidad global para una misión global en la proclamación del evangelio eterno de los mensajes de los tres ángeles, para preparar a un pueblo para la venida de Cristo» (Apocalipsis 14:6-12)”.
Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista, dijo que el documento fue aprobado por unanimidad por los directivos de la Asociación General y las divisiones en tres sesiones.
«Este es un llamado que se les hace a ustedes…y a la iglesia mundial», dijo Wilson después de que Ng terminó de leer en documento en voz alta.
«Somos una iglesia, un cuerpo», dijo. «Podemos tener diferencias, pero somos una iglesia con una misión».
Lea la apelación completa aquí (PDF)
Traducción de Marcos Paseggi