2 de febrero de 2016 | Santo Tomás, Islas Vírgenes de los Estados Unidos | Royston Philbert/DIA
Un nuevo café abierto por miembros de la Iglesia Adventista en Santo Tomás, en las Islas Vírgenes de los Estados Unidos, se está convirtiendo en un punto de encuentro para decenas de personas que visitan una popular plaza comercial en la isla. El principal plato del menú: La oración.
El “Café de Oración”, que está ubicado en el tercer piso de la Plaza Comercial Foster, cubre un espacio de casi sesenta metros cuadrados, y está abierto de lunes a viernes. En el lugar, las personas pueden apuntarse, pedir que alguien oren por ellas, y escribir y colocar sus pedidos de oración en una caja de oraciones.
“El ‘Café de Oración’ es un servicio realmente muy bienvenido para una comunidad que está sumamente necesitada de la oración”, dice Mil Robinson, que imaginó el lugar hace tres años.
En las dos semanas de funcionamiento desde su apertura el pasado 18 de enero de 2016, más de doscientas personas han pasado por el centro, dice Robinson. Ella y un grupo de tres miembros de iglesia jubilados de la iglesias adventistas Philadelphia y Shiloh, que colaboran como voluntarios en el lugar todos los días, dicen que han presenciado la respuesta a muchas oraciones.
“Una señora había perdido el trabajo y no había pagado el alquiler por nueve meses”, dijo Robinson. “Llegó al café a orar y ese mismo día encontró trabajo”. Otro joven recuperó su fe en Cristo después de que oramos por él, añade.
Robinson, quien se encuentra entre las principales mujeres evangelistas del Caribe, y que ha organizado campañas de evangelización en toda la región del Caribe Inglés, Norteamérica y Europa, dice que atribuye su éxito al poder de la oración y a su dependencia de la providencia divina.
“Como iglesia, nos hemos apartado un poco del énfasis central en la oración a la hora de llevar el mensaje de esperanza a un mundo desesperado y moribundo”, dice Robinson, quien siente que Dios la ha inspirado a dar ese mensaje. “El mal está agazapado a la puerta de muchas personas, pero Dios tiene poder para hacer todas las cosas”.
La tarea de llevar la seguridad del poder de Dios a una comunidad afectada por delitos violentos en las instituciones educativas y la comunidad la llevó a orar por la gente. Cuando regreso de una campaña de evangelización en Montserrat en 2013, visitó la Plaza Comercial Foster, donde simplemente se puso en contacto con personas ofreciéndoles orar por ellas. “El Señor me dio el nombre del café y me mostró qué persona tenía que ver para presentarle el proyecto”, dice Robinson.
Robinson habló con el dueño del lugar y cuando supo para qué estaría usando la unidad, le bajó el alquiler de 1000 a solo 300 dólares por mes. Ella incorporó entonces el apoyo de los miembros de su grupo de oración, que donaron los muebles y colaboraron con los gastos de inició del “Café de Oración”. Ahora se están recibiendo más donaciones de otros miembros de iglesia de la isla para que el café funcione de 10.00 a 17.00 de lunes a jueves, y de 9.00 a 12.00 los viernes.
Los individuos llegan con sus necesidades de oración, escuchan música cristiana suave, hablan de sus necesidades, y son alentados gracias a la oración, dice Robinson. “La gente ha comentado cuánto los calma visitar el lugar, de qué manera pueden sentir la presencia del Espíritu Santo, y han dicho que no quieren irse porque allí sienten la presencia de Dios”, añade.
El “Café de Oración” también recibe llamadas telefónicas con pedidos de oración.
“Todo lo que rodea este proyecto es un milagro”, dice Robinson.
El pastor Glendon Cross, quien ministra en la isla, celebró los esfuerzos de Robinson en relación con este proyecto único en toda Santo Tomás.
“Ella es actualmente la coordinadora de oración de su iglesia, y jamás deja de inspirar a los que se le acercan diciéndoles que tienen que hacer de la oración el centro de sus vidas”, dijo Cross. “Necesitamos llegar a un punto en el que coloquemos a la oración al tope de la agenda. Al hacerlo, no solo cada iglesia sino cada edificio llegará a ser una “Casa de Oración”.
Robinson espera que el “Café de Oración” siga abierto mientras el Señor ocupándose de él.
La Iglesia Adventista de Santo Tomás tiene más de 3600 miembros y seis congregaciones, y una escuela primaria y secundaria.
Traducción de Marcos Paseggi