21 de febrero de 2016 | Fiyi | Andrew McChesney, editor de noticias, Adventist Review
La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) llevó a cabo grandes esfuerzos para distribuir ayuda de emergencia después de que la tormenta más poderosa de la historia de Fiyi, azotó a esa nación del Pacífico Sur, cobrándose la vida de al menos cinco personas y causando daños generalizados, entre ellos, a casas del personal del Colegio Terciario Adventista en la isla.
Las autoridades se encontraban evaluando los daños el domingo después de que el Ciclón Winston cayó sobre Fiyi durante la noche con fuertes lluvias y vientes de más de 320 kilómetros por hora.
“Fue realmente grande. Y fue una noche de mucho temor”, dijo Iliapi Tuai, director de ADRA Fiyi. “Aún no hay energía eléctrica o agua potable en Suva, y esperamos que no vuelva hasta el martes”, dijo en una declaración, en referencia a la capital de Fiyi. “Sin energía eléctrica, no podemos bombear agua. Sin energía eléctrica, no hay comunicación con las zonas más remotas y las islas más alejadas. Ese es el gran problema en este momento”.
Alrededor del ochenta por ciento de los 900 mil habitantes del país están sin energía eléctrica, dijeron las autoridades. Miles de personas también han buscado refugio en 750 centros de evacuación aprobados por el gobierno, lo que incluye instituciones educativas e iglesias adventistas.
Antes de que la tormenta tocara las islas, ADRA preparó artículos de emergencia, lo que incluyó mil contenedores de agua, jabón, tabletas de purificación del agua, juegos de primeros auxilios y otros artículos higiénicos y sanitarios.
“Estamos trabajando en estrecha colaboración con el gobierno, para garantizar de distribuir la ayuda donde más se necesita y con tanta rapidez como sea posible”, dijo Tuai.
Ted N.C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista mundial, instó a los miembros de iglesia para que ayuden a Fiyi de todas las maneras que sea posible.
“Ojalá que la Iglesia Adventista del Séptimo Día, por medio de las actividades de los miembros y de ADRA, brinde una demostración pública de la ayuda semejante a la de Cristo que brindamos a los que la necesitan, como manera de demostrar la Participación Total de los Miembros hacia los más necesitados”, dijo en su página de Facebook. “Hago un llamado a todos para que ayuden y oren por Fiyi y el actual proceso de recuperación después del ciclón”.
La Participación Total de los Miembros es una iniciativa de la Iglesia Adventista que busca alentar a cada uno de los casi 19 millones de miembros de la denominación en todo el mundo para que halle maneras de compartir a Cristo por medio de las actividades diarias.
La Iglesia Adventista tiene unos 25 mil miembros en Fiyi, que se reúnen en unas 260 congregaciones, según las últimas estadísticas de la Secretaría de Archivos, Estadísticas e Investigaciones de la Iglesia Adventista mundial. El presidente de Fiyi, que fue elegido a ese cargo mayormente ceremonial a fines del año pasado, es adventista.
Cuando vieron que se aproximaba la tormenta, las iglesias adventistas del país cancelaron sus cultos sabáticos e instaron a los miembros a seguir las instrucciones de seguridad de las autoridades.
“Pedimos a todos los miembros de iglesia que suspendan los viajes, almacenen suficiente agua, se preparen para inminentes cortes de luz, y permanezcan dentro de sus casas”, dijo la Misión de Fiyi en una declaración. “Si su casa es insegura […], por favor, diríjase ahora mismo a un centro para evacuados”.
El domingo comenzaron a surgir detalles sobre cómo les fue a los edificios de propiedad de la Iglesia Adventista durante el paso de la tormenta. Las casas del personal del Colegio Terciario Adventista de Vatuvonu en Vanua Levu, la segunda isla más grande de Fiyi, sufrieron daños, y los docentes se refugiaron en los salones de clase, dijeron los líderes de la iglesia. La ruta que se dirige al Colegio Terciario Adventista Fulton, ubicado en las afueras de Nadi, en la principal isla de Fiyi, se vio bloqueado por árboles caídos y las aguas de la inundación. A pesar de ello, los edificios del nuevo campus construido hace poco no sufrieron daños.
ADRA advirtió que los vientos destructivos y las inundaciones generalizadas pueden llevar a faltantes de alimentos en los próximos meses.
“El alimento va a ser una gran y urgente necesidad, dado que los vuelos están cancelados y muchas tiendas han sido destruidas”, expresó.
Traducción de Marcos Paseggi