14 de marzo de 2016 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Bettina Krause
Un profesor universitario adventista ha advertido a los asistentes a una importante conferencia internacional en Italia que la libertad religiosa no puede existir en países donde el gobierno posee una relación especial con un determinado grupo religioso.
Para muchas personas hoy, este tema cuenta con más que tan solo un interés academic. Más de una veintena de países del mundo —lo que incluye Costa Rica, Argentina, Grecia y Bulgaria— reconocen ya sea a la Iglesia Católica Romana o a la Iglesia Ortodoxa ya sea como la religión oficial del estado o una religión apoyada por el estado. Más de otros diez países nombran a una denominación protestante—como el anglicanismo, luteranismo o metodismo— como la religión nacional.
Muchas presentaciones durante la conferencia de tres días en la Fondazione Studium Generale Marcianum, una institución cultural fundada por la Arquidiócesis Católica Apostólica Romana de Venecia, se enfocaron en la manera en que una relación especial entre la Iglesia y el Estado afecta la religión mayoritaria ya sea en forma positiva o negativa. La presentación de Juan Martín Vives, sin embargo, que es profesor en la Universidad Adventista del Plata en Argentina, exploró las serias consecuencias que tiene una relación preferencial entre Iglesia y Estado para los grupos religiosos minoritarios.
“En un momento en el que el ideal de igualdad es un valor fundamental en la sociedad, jamás tendría que haber diferencias de trato sobre una base religiosa”, dijo Vives. “No puede existir libertad sin igualdad”.
Vives citó las experiencias de las religiones minoritarias de los países latinoamericanos para mostrar que si bien las minorías religiosas acaso no experimentan una persecución abierta, tampoco tienen libertad religiosa plena.
Vives también habló en contra de la idea de los así llamados “sistemas de cooperación”, que algunos han propuesto como una alternativa a las relaciones tradicionales entre Iglesia y Estado. Estos, dijo simplemente pueden enmascarar los privilegios —ya sea legales o financieros— que pueden disfrutar la mayoría de los grupos religiosos. La verdadera libertad religiosa no puede existir donde la ley brinda un tratamiento diferente a los diversos grupos religiosos, dijo Vives.
Vives, uno de tan solo dos representantes de América latina en la conferencia de Venecia la semana pasada, es secretario de servicios académicos en la Universidad Adventista del Plata, y preside su Centro de Estudios Legales y Religiosos.
Vives, junto con otros especialistas de leyes y religión de las universidades adventistas en América latina, ha formado hace poco una organización de investigaciones en libertad religiosa dirigida por Helio Carnassale, director de asuntos públicos y libertad religiosa de la División Sudamericana de la Iglesia Adventista. El grupo busca fortalecer y extender, por medio de las investigaciones académicas, la obra histórica de la Iglesia Adventista para proteger la libertad religiosa como un derecho humano fundamental.
Traducción de Marcos Paseggi