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Una vista de la sede central de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos. Imagen de San Suvankham/ADRA/NAD/Facebook

20 de septiembre de 2016 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Andrew McChesney, director de noticias, Adventist Review

La Asociación General, el órgano administrativo de la Iglesia Adventista mundial, anunció a sus empleados que está enfrentando ajustes presupuestarios en medio de la incertidumbre económica global y que revisará sus operaciones en un esfuerzo por reducir costos. Juan R. Prestol-Puesán, tesorero de la Asociación General, habló durante una reunión especial en el auditorio de la sede central de la Iglesia Adventista en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos, enfatizando la importancia de ser prudentes, y dijo que la misión de la iglesia de compartir el evangelio seguirá adelante.

“Ya no estamos haciendo las cosas como de costumbre”, dijo Prestol-Puesán el martes. “Cuando salgamos de aquí, no quiero que sientan temor. Quiero que piensen: ‘¿Qué puedo hacer para ayudar?’ Sus palabras hallaron eco en Ted N. C. Wilson, el presidente de la Asociación General, quien brindó unas palabras introductorias antes de que Prestol-Puesán pasara a hablar y cerró la reunión con una oración. “¿Se detendrá la misión?” Por supuesto que no”, dijo Wilkson. “En efecto, con la conducción divina, va a destacarse aún más”.

Prestol-Puesán, quien hace poco expresó palabras de precaución respecto de las finanzas de la iglesia en una entrevista en la Adventist Review a comienzos de agosto, habló durante treinta minutos mostrando datos que llevan a pensar, que entremezcló con momentos de humor. Los oyentes se rieron apreciando sus palabras, dado que usó una boda y otras ilustraciones para amplificar lo que quería decir.

Prestol-Puesán dijo que en realida la Asociación General se encontraba hasta agosto por debajo de su presupuesto, y que los 19,5 millones de miembros de la iglesia en el mundo estaban dando fielmente sus diezmos y ofrendas.

El desafío, dijo, es que el dólar estadounidense se ha estado fortaleciendo respecto de otras monedas que usan los miembros de iglesia para contribuir. La Asociación General opera según un presupuesto en dólares estadounidenses, y la conversión de monedas más débiles como el real brasileño y el peso mexicano a dólares ha llevado a que la iglesia pierda millones de dólares desde que comenzó la desaceleración en agosto de 2015, dijo.

Prestol-Puesán comparó la situación con ser tomado del cuello y estrujado.

“Uno se termina atragantando”, dijo.

Revisión interna

En respuesta, el departamento de tesorería de la Asociación General comenzará una revisión de las operaciones de los diversos departamentos de la Asociación General, para buscar maneras de reducir costos. Además de examinar los gastos, la tesorería está pidiendo a los empleados de la Asociación General que se expresen a viva voz en caso de que vean algunas medidas para ahorrar dinero.

“Cuando salgan por esta puerta, no van a recibir un aviso de despido”, dijio Prestol-Puesán, motivando las risas de la audiencia. “Pero nos gustaría pedirles que cooperen con nosotros […]. Vamos a analizar cada aspecto de las operaciones, y cuando lleguemos a usted, por favor, no piensen que tenemos mala voluntad”.

Prestol-Puesán dijo que la Asociación General estaba honrando un acuerdo anterior con la División Norteamericana de reducir gradualmente el porcentaje de diezmos que recibe de ese territorio en los próximos años. También recordó a los presentes que la División Norteamericana y la oficina de jubilaciones de la división, que son inquilinos claves, se trasladará el año próximo fuera del ala sur del edificio de la Asociación General a una nueva sede en Columbia, Maryland Estados Unidos. Esa reubicación reducirá los ingresos de la Asociación General en alrededor de un millón de dólares al año.

Prestol-Puesán enfatizó que la medida ha estado en proceso por un buen tiempo, e instó a los empleados de la Asociación General para que expresen su apoyo a los empleados de la División Norteamericana que dejarán el edificio.

“No tenemos que mostrar caras largas y decir: ‘¿Qué vamos a hacer cuando esta gente se vaya?’”, dijo. “De ninguna manera. Cuando un hijo contrae matrimonio, la actitud de los padres es positiva, y le dicen: ‘Te voy a extrañar en esta casa, pero me alegro por ti’”. En ese momento, Prestol-Puesán sacó un pañuelo que se pasó por los ojos.

“No, no estoy llorando por ellos”, dijo mientras la audiencia estallaba en una carcajada.

El tesorero explicó que tiene glándulas lagrimales muy activas que a menudo requieren que explique a otros durante sus diálogos que no está emocionado por lo que está escuchando.

Reasignación de espacios

Prestol-Puesán dijo parte del espacio que dejará libre la División Norteamericana será otorgado a la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales, cuya sede central se encuentra actualmente en la planta baja del edificio. Se están llevando a cabo conversaciones para asignar espacio a Radio Mundial Adventista, ubicada actualmente en el atestado segundo piso del edificio, y para Adventist Risk Management (la compañía de minimización de riesgos de la Iglesia Adventista), que tiene oficinas en el subsuelo y en la planta baja.

Los costos de la reasignación de espacio en el edificio provendrán de ahorros que la Asociación General ha guardado durante los últimos quince años, y no de su presupuesto operativo, dijo Prestol-Puesán.

“Quiero que recuerden esto”, dijo. “Si la gente dice: ‘Escuché que la Asociación General no está andando bien, entonces, ¿por qué están haciendo eso?’ ¿Saben ustedes que tienen que responder? ‘Ahorramos dinero para poder hacer esto’”.

La Asociación General también ha dado pasos para fomentar la mayordomía cristiana durante el último año. Se ha animado a cada una de las trece divisiones de la iglesia mundial a que designe dedicados directores de mayordomía, y la Asociación General ha brindado financiamiento adicional para el cargo.

No está claro cuánto durará la incertidumbre en la economía global, y es algo que podría continuar hasta la segunda venida de Cristo, dijeron Prestol-Puesán y Wilson, haciendo un llamado a los miembros de iglesia para que oren y sean mayordomos fieles.

“Por favor, oren por nosotros”, dijo Prestol-Puesán. “Cooperen con nosotros. Y encárguense de que la gente sepa que el dinero que se está usando para las remodelaciones no proviene del presupuesto sino de los ahorros”.

Wilson añadió: “Simplemente necesitamos reconocer los momentos en que vivimos, y darnos cuenta de que nos estamos acercando al regreso del Señor”.

Traducción de Marcos Paseggi

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