Seoul, South Korea - 8 may 2017
8 de mayo de 2017 | Seúl, Corea del Sur | Andrew McChesney, Editor, Misión Adventista
SLos jóvenes coreanos se cuentan entre los más diligentes obreros evangélicos adventistas del séptimo día. Visite el Oriente Medio y encontrará allí coreanos fieles en Turquía y Líbano. Los coreanos viven en África y América del Sur. Aun lugares muy remotos en Bangladesh e India, cuentan con una activa presencia coreana.
Pero a pesar de este espíritu misionero, muchos jóvenes en Corea del Sur están teniendo grandes luchas, afirman los dirigentes de iglesias locales. El problema tiene que ver con una brecha generacional cultural y desafíos en relación con la carrera en un país en donde el día sábado se considera un día de trabajo. Pero el difundido escarnio de parte de otros cristianos también lastima. Aunque una cuarta parte de la población de Corea del Sur, de 51 millones de habitantes es cristiana, los adventistas solamente representan una mínima minoría. Se desestima a la Iglesia Adventista considerándola como un culto y la gente se refiere burlonamente a sus miembros como “sdas”, un juego de palabras que tiene que ver con el acrónimo SDA de la iglesia adventista del séptimo día, por sus siglas en inglés).
Seis estudiantes universitarios adventistas decidieron que eso ya era más que suficiente. Crearon entonces un grupo de Facebook y una estación radial en línea, con el propósito de sustentar espiritualmente a sus compañeros adventistas jóvenes.
“Nuestro enfoque es acercarnos a la gente joven que siente que no pertenece a la corriente principal o popular del adventismo”, afirmó el cofundador del proyecto, Hansu Hyun, de 27 años, un estudiante de diseño gráfico de la Universidad Sahmyook, operada por la iglesia en Seúl, la capital de Corea del Sur.
No está muy claro todavía cuántos jóvenes han permanecido en la iglesia, han regresado a ella o se han bautizado en la iglesia como resultado de este proyecto.
“No sabemos cuáles son los resultados”, dijo Hansu Hyun. “Estamos solamente sembrando”.
Pero los jóvenes adventistas han tomado nota del hecho. El grupo de Facebook, iniciado en el 2014, cuenta con aproximadamente 900 seguidores, que es una cifra significativa para la Iglesia Adventista en Corea del Sur. Está ofreciendo coloridos memes con testimonios y recetas vegetarianas. En relación a los testimonios, los administradores entrevistan a un joven miembro de iglesia o en ocasiones a un cantante o actor reconocido nacionalmente y que sea adventista, y el testimonio resultante se esparce a través de cinco o más de tales memes. Por ejemplo, se tuvo gran éxito con una serie de memes que subrayaban hechos históricos en relación con el héroe adventista Desmond Doss durante la exhibición de la película cinematográfica “Hacksaw Ridge”.
“Nos hemos dado cuenta de que este tipo de contenido informativo es fácilmente aceptado por los jóvenes”, dijo el cofundador del proyecto, Taegyun Bong, de 25 años, un estudiante de teología de la Universidad Sahmyook. “Algunos jóvenes adventistas que se habían alejado de la iglesia nos han dicho que están encontrando alivio a través de nuestro ministerio. ¡Estamos tan contentos por ello!”
La estación radial enlazada con el grupo de Facebook, tiene un nombre un tanto astuto o ingenioso. RadioSda es prácticamente un gesto de alusión al término con que algunos se refieren despectivamente a los adventistas, y ofrece una transmisión semanal de dos horas. Estas transmisiones radiales han incluido a dirigentes jóvenes de la iglesia en Corea hablando sobre la forma como pasan las tardes de sábado y a un joven estudiante de leyes que comenta sobre los desafíos que representa la observancia del sábado.
Aproximadamente, entre 700 y 2,000 personas sintonizan esta estación cada semana, dijo el cofundador Hyunho Kim, de 27 años, un estudiante de literatura inglesa.
“La totalidad de nuestro proyecto puede describirse en una breve expresión: Voluntad de servicio”, dijo. Es muy fácil volvernos pasivos en nuestra vida cristiana, pero nosotros somos jóvenes que estamos dispuestos a actuar a fin de ejercer un impacto en la comunidad adventista”.
Esta historia apareció originalmente en AdventistMission.org
Traducción – Gloria A. Castrejón