Ty Gibson, codirector del Ministerio Light Bearers, formuló una sorprendente pregunta durante el Congreso Global de Líderes de Jóvenes 2018: ¿Y Dios es ateo? Fotografía de Luis Sánchez

Grupos pequeños que analizan preguntas difíciles en un banco del parque, extraños que oran juntos, grupos que comienzan a cantar espontáneamente en las estaciones del metro. Estos son solo algunos de los sucesos que casi a cada hora se llevan a cabo en el Congreso Global de Líderes de Jóvenes 2018 en Kassel, Alemania.

Las tardes tienen un apretado cronograma de talleres y seminarios. En salas grandes y pequeñas, los líderes de jóvenes se agrupan para escuchar que los oradores hablan de temas como por ejemplo cómo alcanzar a la Generación Z, apologética, cuestiones sexuales, y resolución de conflictos.

¿Es Dios ateo?

Ty Gibson, codirector del Ministerio Light Bearers, inició una serie de presentaciones durante el segundo día del congreso, en la que formuló la asombrosa pregunta: ¿Y si Dios es ateo? Después de ganarse la atención de los presentes, Gibson usó múltiples referencias culturales —desde las celebridades hasta Richard Dawkins— para defender la posición de que muchos eligen no creer en Dios debido a la manera en que él ha sido representado por los demás.

Gibson hizo referencia al término “generación justicia” para describir a “los que están cansados de los hechos ruines que se llevan a cabo en nombre de Dios”. Entre ellos, señaló, se encuentra la violencia, la misoginia, la inequidad, el racismo, la homofobia, la xenofobia y la corrupción política.

Gibson explicó su juego de palabras al preguntar si Dios es ateo expresando: “¿Y Dios mismo no cree en él de la manera en la que ha sido representado?”

Gary Blanchard (derecha) y Gilbert Cangy (izquierda) son entrevistados en relación con el Día Mundial de la Juventud, durante el Congreso Global de Líderes de Jóvenes en Kassel, Alemania. Fotografía de Luis Sánchez

Esta comprensión errónea del carácter de Dios y la representación inadecuada de sus valores por parte de la gente, sostuvo Gibson, es una causa de importancia por la cual la gente deja la iglesia y en último término abandona a Dios. “Estamos viviendo en un importante punto de transición de la historia, en la que la mala religión está dando surgimiento a un ateísmo generalizado”, dijo. “El ateísmo es el hijo abusado del cristianismo”.

Es allí donde se hace presente la Iglesia Adventista del Séptimo Día, según Gibson. “El adventismo nació en el escenario de la historia para pintar una imagen alternativa de Dios”, sostuvo. Después de señalar varias creencias adventistas tales como el aniquilacionismo (no enseñar que el fuego del infierno arde para siempre), indicó que “casualmente, no creemos en las cosas que muchos incrédulos encuentran imposibles de creer”.

A pesar de ello, Gibson desafió a los asistentes para que consideren que las peleas intestinas entre los creyentes por lo que él llamó “cuestiones no esenciales” están perjudicando a la iglesia para el cumplimiento de su misión. “Si elevamos cuestiones no esenciales al nivel de doctrina, mataremos nuestro llamado profético”, expresó.

“Somos llamados a profetizar al mundo sobre el amor más hermoso, sin precedentes ni nada que se le parezca. Es el mejor amor del universo en la persona de Jesucristo”, concluyó Gibson. “El conjunto de verdades doctrinales que Dios nos ha dado solo cumple su propósito hasta el grado que lo aprovechemos para pintar esa imagen del carácter divino”.

Un menú de recursos

A lo largo del día, se siguieron presentando importantes recursos para el ministerio joven. Entre ellos, el Día Mundial de la Juventud (GYD), un evento anual que genera miles de proyectos simultáneos de servicio en el mundo. “Queríamos un catalizador que moviera a la acción a todos los jóvenes adventistas”, dijo Gilbert Cangy, exdirector de jóvenes a nivel mundial y fundador del evento. “El propósito de GYD fue hacer que los jóvenes dejen los bancos de la iglesia y salgan a servir”. GYD opera bajo el slogan: “Yo soy el sermón”.

Katia Reinert (segunda desde la izquierda) es entrevistada en relación con Joven Vivo, durante el Congreso Global de Líderes de Jóvenes en Kassel, Alemania. Fotografía de Luis Sánchez

Gary Blanchard, actual director de jóvenes a nivel mundial, presentó un componente subsiguiente de GYD, que él denominó “Predico el sermón”. Después de realizar actos de servicio en sus comunidades, se anima a los jóvenes adventistas para que organicen una reunión de evangelización en la semana posterior al GYD.

Otro recurso, encabezado por los líderes de salud de la Iglesia Adventista se denomina Joven Vivo, un recurso experiencial que anima a los jóvenes para cultiven una vida resiliente mientras rechazan conductas de alto riesgo. Por ejemplo, “los jóvenes están conectados tecnológicamente, pero no están conectados interpersonalmente”, explicó Katia Reinert, directora asociada de salud de la iglesia mundial. Joven Vivo busca brindar maneras a los jóvenes para que se desconecten a la vez que “fomentar las conexiones significativas e integrales”.

La naturaleza de la iglesia

La tercera entrega de David Asscherick se enfocó en la naturaleza de la iglesia. “¿Cómo quiere Dios que se lleve a cabo la iglesia?”, preguntó al comienzo de su mensaje.

Asscherick señaló que la Iglesia Cristiana primitiva y gran parte de los escritos bíblicos se enfocan más en una relación única o personal con Dios y más en la relación comunal del cuerpo de creyentes y su relación con Dios. “La medida de nuestra conexión vertical con Dios”, sostuvo, “es mi conexión horizontal con los demás”.

David Asscherick continúa su serie de temas, durante el Congreso Global de Líderes de Jóvenes en Kassel, Alemania. Fotografía de John Douane

Asscherick describió entonces el desafío que tenía la comunidad judía del Nuevo Testamento para integrar a los gentiles a la fe. “Para el pensamiento judío, estaban los judíos y después estaban todos los demás en una categoría homogénea”, dijo Asscherick. A continuación, presentó una breve lección de historia bíblica sobre la manera en que el pecado quebrantó tanto las relaciones verticales (Dios y la humanidad) como horizontales, y cómo la experiencia de la Torre de Babel separó aún más a la humanidad, antes de señalar que en el Nuevo Testamento se produjo una reversión de esas realidades. Por ejemplo, “Pentecostés es una reversión de la Torre de Babel”, señaló. Fue “la promesa de que Dios está uniendo otra vez a la familia humana”.

A pesar de ello, los líderes judíos del siglo I lucharon contra esto y resistieron la integración. Asscherick trazó paralelos con la iglesia actual. “La iglesia no es llamada a vivir en el mundo de ‘nosotros y ellos’”, dijo. “Tenemos que dejar el negocio de los muros y dedicarnos al negocio de los puentes”. En referencia a Hechos 15:19, que cita al apóstol Santiago, que escribió: “Que no se inquiete a los gentiles que se acercan a Dios”, Asscherick lo volvió a expresar en positivo, diciendo: “Deberíamos hacer que sea lo más fácil posible para la gente venir a Jesús”.

“Esto requiere un examen de conciencia”, concluyó. “¿Hemos construido puentes o muros?” El evangelio es para el mundo, y tenemos que dejar de aparentar que el evangelio es solo para nosotros”.

Puede seguir los sitios web de Adventist Review y Adventist World por cobertura adicional del Congreso Global de Líderes de Jóvenes; siga en vivo las sesiones plenarias en here and get updates at #GYLC18.

Traducción de Marcos Paseggi

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