Los niños cantan y tocan campanas para Ted N.C. Wilson (que no aparece en la fotografía), en la Escuela Rostok en Krasnodar, en el sur de Rusia, el 2 de septiembre de 2018. Fotografía de Andrew McChesney/Misión Adventista

Un grupo de niños rusos dio la bienvenida al “Tío Ted” con el tradicional pan con sal, música y tarjetas hechas por ellos cuando el presidente de la Iglesia Adventista Ted N.C. Wilson recorrió la innovadora escuela para necesidades especiales en el sur de Rusia.

Wilson, visiblemente impresionado, agradeció a la Escuela Rostok (Tierna Planta) y su fundadora y directora Lyudmila Verlan, que tiene 65 años, por ayudar a más de trescientos niños con autismo, parálisis cerebral, síndrome de Down y otras afecciones en la ciudad de Krasnodar durante los últimos cinco años.

“Este es uno de los proyectos más originales que he visitado en largo tiempo, y me siento emocionado”, dijo.

La Escuela Rostok, que inicialmente comenzó con una pequeña clase y cinco estudiantes, ahora cuenta con dos sedes y 47 niños, lo que incluye a 40 con necesidades especiales. Los líderes de la iglesia han invitado a Verlan para que abra una tercera escuela en un centro comunitario que, se espera, abrirá hacia fines de 2018.

Ted N.C. Wilson lee una tarjeta de bienvenida que dice: “Dios lo bendiga, querido Tío Ted”. Fotografía de Andrew McChesney/Misión Adventista

Verlan, viuda de un expresidente de asociación, estableció la Escuela Rostok después del nacimiento de una nieta con parálisis cerebral, una afección neurológica que afecta el movimiento y las habilidades motoras. Su curriculum cristocéntrico es único en Rusia, donde los niños con necesidades especiales pueden enfrentar negligencia en el hogar y ayuda mínima de parte del Estado.

Con una amplia sonrisa, Verlan habló del gozo de ver cómo los niños y a sus padres crecen en Jesús.

“Muchos padres están enojados cuando traen sus hijos por primera vez aquí”, dijo. “Pero cuando ven que amamos a los niños, eso suaviza sus corazones. Muchos ahora dicen: ‘¡Alabado sea Dios que ahora tenemos a la Iglesia Adventista en la ciudad!’”

Recibidos con pan

Verlan, acompañada de varios niños y miembros del personal, saludó a Wilson el 2 de septiembre fuera de la Escuela Rostok con un pequeño recipiente de sal y un enorme pan horneado decorado con hojas y flores marrones. Wilson, siguiendo la costumbre rusa, tomó un trozo de pan, lo puso en la sal y lo comió.

Mikhail Kaminskiy (segundo desde la izquierda), presidente de la División Euroasiática, explica a Ted N.C. Wilson, izquierda, las tablas en la pared de un salón de clases de Rostok. Fotografía de Andrew McChesney/Misión Adventista

Un niñito, que colocó su nariz cerca del pan y aspiró con entusiasmo, comenzó inmediatamente a pedir algo que comer también. Verlan contó que el niño había comenzado a hablar hace poco después de haber llegado a la escuela, enojado y retraído, tan solo cinco meses antes.

Dentro de la escuela, Verlan guio a Wilson y a otros líderes en un recorrido por las aulas, un salón para deportes y una sala de espera donde los padres pueden leer publicaciones adventistas antes de buscar a sus hijos.

Una madre llevó algunos impresos a su casa y pasó la noche leyéndolos, regresando en la mañana, dijo Verlan.

“Dijo: ‘Perdón que me los llevé’”, contó Verlan. “Yo le dije: ‘¡Puede quedárselos!’”

En una gran sala, los niños entonaron un cántico, tocaron el violín y las campanas, y entregaron a Wilson una tarjeta dirigida al “Tío Ted”.

“Dios lo bendiga, querido Tío Ted”, decía la tarjeta en inglés. Y la firmaban: “Niños de Rostok”.

Lyudmila Verlan, directora de la Escuela Rostok, muestra los impresos adventistas que están a disposición de los padres en la sala de espera. Fotografía de Andrew McChesney/Misión Adventista

Wilson dijo que se sentía honrado de ser llamado “Tío Ted” y de ser bienvenido en esa familia.

Volviéndose a Verlan y los docentes, añadió: “Cada alma es importante. Dios los ha llevado a hacer la milla extra y a descubrir los talentos y la mente del niño con necesidades especiales. Están haciendo un maravilloso trabajo. Está sumamente cerca del corazón de Dios”.

Un modelo para las escuelas adventistas

Las escuelas de Verlan son de propiedad y administración privada, y sus gastos mensuales son primordialmente cubiertos por un solo donante.

Varios niños con necesidades especiales reciben enseñanza en las escuelas adventistas en las ciudades rusas de Ryazan y Tula. Pero la iglesia no cuenta con ninguna escuela para necesidades especiales en sus 45 escuelas dentro del territorio de la División Euroasiática, que incluye a Rusia y a muchas de las demás exrepúblicas soviéticas, dijo el presidente de la división Mikhail Kaminskiy.

“A la iglesia le gustaría hacer uso de la experiencia de Lyudmila Verlan”, dijo Kaminskiy, que acompañó a Wilson en el recorrido. “Ella tiene mucho éxito”.

Ted N.C. Wilson (al centro), recorre un futuro centro comunitario donde en unos meses se abrirá una tercera Escuela Rostok en Krasnodar. También en la fotografía aparece Mikhail Kaminskiy (izquierda), presidente de la División Euroasiática; Vladimir Krupskyi (segundo desde la izquierda), presidente de la Unión Misión del Cáucaso; y Andrew Kachalaba (segundo desde la derecha), presidente de la Asociación Kubano-Chernomorskaya. Fotografía de Andrew McChesney/Misión Adventista

Vladimir Krupskyi, presidente de la Unión Misión del Cáucaso, cuyo territorio incluye a Krasnodar, también se maravilló de los resultados de Verlan.

“Ella ha tomado niños que aun al gobierno le cuesta ayudar y ha obtenido resultados maravillosos”, dijo.

Andrew Kachalaba, presidente de la Asociación Kubano-Chernomorskaya que incluye la ciudad, guio a Wilson y a otros líderes de la iglesia por el futuro centro comunitario donde Verlan ha sido invitado a abrir una tercera escuela.

“Una tercera parte de este futuro centro de influencia será dado a Lyudmila Verlan para un centro de aprendizaje”, dijo Kachalaba.

El amplio espacio en el subsuelo, que fue adquirido hace pocas semanas, está ubicado bajo un salón de belleza y sala de billares, y aún necesita que se le coloquen las paredes, los pisos y los equipos. El centro comunitario también contará con una tienda de alimento saludables, un centro de masajes y un salón de belleza.

Wilson — quien se encuentra en una visita pastoral de una semana al sur de Rusia para animar a los pastores y a otros miembros de iglesia en una Conferencia Bíblica y otros eventos, sostuvo que la Escuela Rostok es un ejemplo para todos los adventistas. Al hablar en el sermón vespertino del 2 de septiembre en una repleta iglesia adventista en Krasnodar, dijo: “Ese es el ministerio de Jesús, el de ayudar para que los niños vengan al pie de la cruz, en especial niños a los que muchos no saben bien cómo ayudar”.

Traducción de Marcos Paseggi

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