1 de julio de 2019 | Loma Linda, California, Estados Unidos | Gary E. Fraser, Universidad Loma Linda
Hace 61 años se iniciaron extensos estudios sobre la salud de los adventistas. Se invirtió en ellos porque los adventistas eran una población que podía ofrecer especialmente información a través de la cual estudiar los efectos de la alimentación y el estilo de vida. De manera interesante, una de las razones claves para lo anterior es que la iglesia no requiere (con unas cuantas excepciones) un cierto estilo de vida, sino que más bien lo recomienda encarecidamente.
Los miembros de la iglesia interpretan el estilo de vida saludable de diferentes maneras, de acuerdo a sus circunstancias, así que los miembros se alimentan en formas muy diversas, pero generalmente con la tendencia hacia un menor consumo de productos de origen animal. Esto sienta las bases para una situación ideal en términos de investigación, en la que algunos miembros comen en forma muy diferente al promedio de los estadounidenses y otros practican una dieta muy similar a la dieta convencional de la mayoría de los estadounidenses.
Las dietas contraculturales seguidas por muchos adventistas han despertado un gran interés al confirmarse, tanto por parte de nosotros, como de otros, que son particularmente saludables y mucho mejor adecuadas para la salud del planeta. En general, los estudios que relacionan ciertos nutrientes específicos con el índice de mortalidad, cáncer, ataque al corazón, etc., se han vuelto recientemente un tanto controversiales, siendo que los resultados con frecuencia están en desacuerdo; como se informan ciertamente en los medios de comunicación públicos, sin tomar en consideración la calidad del estudio. Sin embargo, los resultados en relación con amplios patrones de alimentación, son mucho más consistentes y convincentes. Esto incluye dietas que tienden hacia el vegetarianismo, seguidas por muchos de loa adventistas por más de cien años.
Han aparecido más de 400 informes acerca de la salud de los adventistas en la literatura médica. Antes de su publicación, todos los manuscritos pasan por un riguroso proceso de revisión por parte de académicos especialistas de otras instituciones (no adventistas) sin prejuicios hacia las posiciones de los adventistas en cuanto a la dieta. Así que demos una mirada a los temas más generales, dando énfasis a los resultados más recientes.
Comparación de todos los adventistas con no adventistas
Los estudios que comparan el riesgo de fallecimiento entre los adventistas y los no adventistas de la misma edad, han sido ciertamente inequívocos. Los adventistas presentan un riesgo menor, ya sea que se trate de adventistas en California, en la década de los 1960 (55 por ciento más bajo), actualmente en todos los Estados Unidos (35 por ciento más bajo y similar en adventistas de raza blanca y raza negra), en los Países Bajos (55 por ciento más bajo), o en Noruega (35 por ciento más bajo en aquellos convertidos al adventismo antes de los 35 años; menos en conversos de mayor edad). Cuando se comparan no fumadores no adventistas a adventistas, se mantienen porcentajes de beneficios similares.
Nuestros estudios sobre los efectos de la práctica de la religión en la salud, indican algunos beneficios, particularmente en relación con la salud mental. Esos beneficios parecieran presentarse en adición a los efectos de la dieta. En California, todo esto se traduce en una ventaja de longevidad adventista equivalente a unos 7.3 años en los hombres y 4.4 años en las mujeres. Si eres un adventista vegetariano(a) las diferencias aumentan a 9.5 y 6.1 años. Más aun, un estudio secundario AHS-2 indica que los adventistas gozan también de mejor calidad de vida mental y física, por lo menos hasta la octava década (no hay estadísticas disponibles sobre edades más avanzadas). Esto ha hecho que Loma Linda, representando a los adventistas en California, haya sido identificada como una zona de longevidad excepcional.
Comparados con otros estadounidenses, los adventistas experimentan también un riesgo menor de todos los tipos de cáncer agrupados juntos (por un 30 por ciento); menos tipos de cáncer (específicamente en el recto, seno y pulmones); además de una reducción de enfermedades del corazón (en aproximadamente un 50 por ciento) y de muerte cardiovascular.
Comparación de vegetarianos con no vegetarianos
Al considerar los estudios que comparan a los adventistas con los no adventistas, pareciera ciertamente que la dieta es una causa importante de las diferencias observadas. Pero eso sería más convincente si estuvieran disponibles más detalles. Un candidato obvio para este estudio sobre la dieta serían los hábitos vegetarianos de muchos adventistas y nosotros tuvimos la oportunidad de comparar la experiencia de salud de decenas de miles de adventistas vegetarianos con adventistas no vegetarianos. Nuevamente, los resultados son muy claros.
Tomando a los adventistas vegetarianos como un grupo (por ejemplo, colocando juntos a los veganos, a aquellos que consumen productos lácteos y huevos, aquellos que consumen pescado como único tipo de carne y a aquellos que consumen carne menos de una vez a la semana) y, comparándolos con aquellos que consumen carne roja o de aves de corral por lo menos una vez a la semana, encontramos claras y sustanciales ventajas en los vegetarianos. Esto es con respecto al sobrepeso, el riesgo de diabetes, niveles de presión sanguínea, niveles de colesterol en la sangre, índice de mortalidad (aproximadamente 12 por ciento menos en cualquier edad particular) cáncer en general, cáncer de colon y de recto y enfermedades cardiovasculares (en los hombres más claramente que en las mujeres). De manera interesante, fueron solamente los de dieta vegana (por ejemplo, estrictamente vegetarianos) quienes presentaron menos cáncer de próstata y probablemente menos cáncer de seno que los adventistas no vegetarianos. Se están llevando a cabo actualmente otros estudios respecto a otros tipos de cáncer.
Esos son desafiantes análisis, siendo que el comparar a adventistas vegetarianos con adventistas no vegetarianos no hay un gran contraste que marque una gran diferencia en el consumo de carne, ya que los adventistas no vegetarianos mayormente consumen poca cantidad de carne —(menos de unos 57 gramos) al día en promedio (carne roja y carne de aves); no obstante, se encontraron diferencias en la experiencia de salud. Sin embargo, esa es la razón por la que las comparaciones en la sección previa entre todos, adventistas y no adventistas, son generalmente todavía mayores.
Comparación entre el consumo de ciertos alimentos en particular
¿Qué hay entre los vegetarianos que lleva a estas ventajas? Tenemos solamente unas pocas respuestas probables, pero son de alguna manera intrigantes. Los adventistas vegetarianos son muy diferentes a los adventistas no vegetarianos en otros sentidos aparte del consumo o abstención del consumo de carne. Ellos consumen más tipos de nueces, frutas, vegetales, legumbres y granos integrales y menos productos animales, golosinas, granos refinados, bocadillos y bebidas que contienen calorías.
Es interesante notar que aun los que siguen una dieta lacto ovo vegetariana consumen solamente un 60 por ciento de la cantidad de productos lácteos de los no vegetarianos. Se nos ha mostrado recientemente que esas diferencias en el consumo de alimentos se reflejan en la composición corporal de los adventistas vegetarianos y los adventistas no vegetarianos, siendo que ambos tienen diferentes concentraciones de muchos ácidos grasos en el tejido adiposo (grasa corporal), diferentes niveles de carotenoides en la sangre y diferentes niveles de isoflavonas de la soya y el aminoácido 1-methylhistidina (procedente de músculos animales) en la orina.
Ciertos alimentos en particular parecieran tener más influencia que otros al tratar de explicar las ventajas de salud de los vegetarianos. Creemos ahora que el consumo frecuente de pequeñas cantidades de nueces es probablemente la causa que se relaciona a sustancialmente menos enfermedades del corazón (asociaciones encontradas en muchos estudios a partir de nuestro informe inicial); y que el consumo de carne roja está relacionado con el riesgo de contraer cáncer colorrectal, enfermedades del corazón y probablemente riesgo de diabetes.
Los productos lácteos representan un caso más complicado, habiéndose asociado con menos cáncer colorrectal, pero hay indicaciones iniciales de un mayor riesgo de contraer cáncer de próstata y de seno (dos tipos de cáncer relacionados con hormonas). Finalmente, los hallazgos iniciales parecieran mostrar que un alto consumo de tomate (tal vez especialmente cocinado o enlatado) se asocia con índices más bajos de cáncer de próstata y de ovario.
Es importante hacer notar que en el estudio AHS-2 hemos también verificado todos estos resultados en adventistas de raza negra. En ningún sentido hemos encontrado una clara diferencia de resultados de acuerdo a una raza determinada. Las ventajas sobre las cuales hemos informado parecieran estar disponibles para miembros de iglesia de raza blanca y negra.
Peso corporal y patrones de alimentación
Un reciente informe del estudio AHS-2 ha recibido mucha atención por parte de la prensa, al haber encontrado que el tomar un buen desayuno y el evitar calorías más tarde en el día (lo que significa un ayuno más largo durante la noche) está asociado con un menor peso corporal. Esos significan relativamente pequeños efectos que se van acumulando año con año para convertirse en 4.5 a 5.5 kilos menos de peso en años posteriores cuando una epidemia de obesidad hace que tantos estadounidenses tengan un peso mucho más elevado que el ideal.
¿Qué significa todo esto?
¿Cuál es la conclusión final? Aunque de ninguna manera ellos solamente, los adventistas se han distinguido entre otras religiones por enfocar su atención en forma particularmente fuerte en un estilo de vida saludable. Creemos también que hemos sido creados y diseñados por un Dios amante que tal vez espere que se cuide bien de su creación.
Sin embargo, no creemos como adventistas que el practicar un estilo de vida saludable sea una prueba de pureza religiosa. Las decisiones que los fieles miembros adventistas toman en estas cuestiones pueden ser complicadas y dependen de muchos factores frecuentemente desconocidos para otros. Al considerar estos asuntos, podemos ahora sentirnos satisfechos en esta era científica de que las investigaciones científicas cuidadosamente revisadas por expertos académicos especializados muestran que los consejos sobre alimentación que recibimos hace 150 años podrían ciertamente extender la vida; evitar muertes prematuras por causa de problemas cardiovasculares y disminuir el riesgo de muchas, si no de la mayoría de las enfermedades crónicas que afectan la vida en los últimos años de tantos estadounidenses. ¡Nuestro énfasis adventista en la salud merece ahora, más que nunca, que lo compartamos y demos a conocer!
* publichealth.llu.edu/adventist-health-studies/about
Gary E. Fraser, MBChB, Ph.D., M.P.H., un especialista en medicina interna, enfermedades del corazón y epidemiología nutricional, fue hasta muy recientemente el principal investigador del Adventist Health Study-2 (Estudio 2 sobre salud adventista) en la Universidad Loma Linda, en California.
Traducción – Gloria A Castrejón