Pedro Fernández (izquierda) provee atención pastoral durante un momento de quietud en una capilla en AdventHealth East Orlando, en Orlando, Florida, Estados Unidos. [Imagen: Matt Rainey, Southern Tidings]

10 de junio de 2020 | Columbia, Maryland, Estados Unidos | Por Washington Johnson II, para Southern Tidings y Adventist Review

El servicio de capellanía requiere de un ministerio de 24 horas y siete días a la semana, en favor de personas de diferentes creencias religiosas, así como en favor de personas no creyentes. Pocas formas de ministerio ofrecen mayores oportunidades, emociones y oportunidades.

Este ministerio especializado cubre varios aspectos, incluyendo el llevado a cabo en planteles educativos, agencias gubernamentales y de la comunidad, instituciones correccionales, instituciones de salud y las fuerzas armadas.

Los capellanes proveen atención espiritual y asesoría, dirigen servicios de adoración, celebran bodas, llevan a cabo funerales, supervisan la educación religiosa y aconsejan a líderes militares, por nombrar solo algunas de sus amplias responsabilidades.

En medio de la pandemia de COVID-19, los capellanes han sido colocados en la línea frontal del ministerio como nunca antes. La demanda de atención espiritual, que es un aspecto natural del ministerio de capellanía, se ha incrementado dramáticamente por causa de la naturaleza de la enfermedad del COVID-19 y las pérdidas y muertes que lo acompañan.

Juleun Johnson (derecha) ora con su colega, Nancy Maille. Durante la pandemia de COVID-19, los capellanes ministran en favor de las necesidades del personal, así como las de los pacientes y sus familiares. [Imagen: Matt Rainey, Southern Tidings]

Wanda Davis, una capellana de AdventHealth, en Altamonte Springs, Florida, Estados Unidos, es una de aquellos que han logrado enfrentar muchos de estos desafíos en forma única. Después de haber permanecido en cuarentena en un barco crucero y más tarde en una base de la Fuerza Aérea, durante una vacación, Wanda afirma que tal experiencia la ayudó a prepararse para proveer atención espiritual a pacientes de COVID-19 a quienes no se les permite recibir visitantes.

Reconociendo, a partir de su propia experiencia en la cuarentena que, “la gente simplemente necesita saber que se le atiende y que tú estás ahí para ayudarla”, la capellana Davis ha puesto gran énfasis en ofrecer este tipo de atención a pacientes de COVID-19 a través de llamadas telefónicas, siendo que el contacto físico es mínimo o está prohibido.

Juleun Johnson, director de misión y ministerio de AdventHealth -South Market y principal capellán en AdventHealth Celebration, en Florida, señaló que la pandemia de COVID-19  ha requerido que “los capellanes trabajen día y noche, proveyendo apoyo, sustento espiritual y ánimo a pacientes, familias y ministros religiosos de la comunidad”. El director describió más tarde a los capellanes, como “cartas vivientes de amor de Dios que proporcionan calma y luz en un mundo que está en caos y en desesperada necesidad de esperanza”.

La pandemia de COVID-19 ha requerido enfoques creativos e innovadores adicionales en todos los aspectos del ministerio de capellanía, incluyendo los funerales. Oficié recientemente en un funeral en donde solo se permitía un servicio en el cementerio al lado de la tumba, con distanciamiento social y uso de mascarillas para todos los asistentes, excepto para el orador oficiante. Por lo menos por ahora esta puede ser la nueva normalidad para los capellanes.

A fin de atender la necesidad de capellanes adventistas, la Universidad Southern Adventist y la Universidad Oakwood, se han comprometido a preparar estudiantes en la carrera de ministerio de capellanía.

Greg King, decano de la Escuela de Religión de la Universidad Southern Adventist, dijo recientemente que “el campo de la capellanía presenta abundantes oportunidades para ministrar en favor de personas a quienes tal vez no se podría alcanzar en un marco tradicional de iglesia. La Escuela de Religión de la Universidad Southern ofrece una licenciatura en atención pastoral diseñada para ayudar a entrenar capellanes potenciales que presten sus servicios en varias funciones dentro del ministerio de capellanía”.

Leslie Pollard, rector de la Universidad Oakwood, describió la nueva vía de preparación de capellanes en esa universidad, que opera en conjunto con AdventHealth y el Hospital Huntsville,  para su componente de educación clínica pastoral, como “un avance significativo en el currículo de capellanía de la escuela”.

Además del entrenamiento académico, las personas interesadas en el servicio de capellanía dentro de la División Norteamericana (NAD), tienen la oportunidad de recibir apoyo, asesoramiento, desarrollo profesional y certificación de capellanía a través del departamento de Ministerio Adventista de Capellanía (ACM) de la NAD. De acuerdo con Paul Anderson, director de Ministerio Adventista de Capellanía de la División Norteamericana, “al Ministerio Adventista de Capellanía se le ha confiado el liderazgo, el endoso y en algunos casos el otorgar credenciales  a capellanes, durante 35 años y actualmente continúa en esta labor prestando servicios a más de 700 capellanes certificados en la División Norteamericana”.

Ted Hamilton, principal responsable de integración de misión en AdventHealth, dijo recientemente que “cada día, los dedicados capellanes de AdventHealth prestan sus servicios en las líneas frontales de heridas y enfermedades, quebrantamiento y desesperanza, proveyendo confort, paz y esperanza cuando se necesitan, mayormente a través de un toque suave, una oración sanadora o una palabra tranquilizadora”.

Pluralismo religioso

Siendo que los capellanes ministran regularmente en diferentes contextos religiosos, deben desarrollar aprecio por el pluralismo religioso —la actitud o habilidad de coexistir pacíficamente con otros grupos religiosos, sin aprehensión o desestimando los principios religiosos de otras personas. Jorge Torres, un capellán del Ejército de los Estados Unidos, en Fort Bragg, Carolina del Norte, expresó que se siente cómodo ministrando en cualquier asignación sin el temor de perder su identidad religiosa.

El capellán Torres explicó: “Entre los muchos beneficios de trabajar en el marco de diversas religiones, se cuenta la oportunidad de aprender de primera mano las similitudes y diferencias de otros grupos religiosos. Cuando las diferencias son mayores que las similitudes, al grado de que un capellán no pueda proporcionar directamente el requerido apoyo religioso debido a un conflicto de creencias religiosas, se recurre entonces a otro capellán que pueda proveer el apoyo solicitado”.

Ministerio de presencia

El “ministerio de presencia” es una frase que se utiliza para describir la forma en que los capellanes ministran sin palabras para facilitar apoyo espiritual y moral al entrar en la sala de un paciente moribundo, en la celda de un prisionero, o para ayudar a un padre o madre sufriente, a un estudiante angustiado por un examen, o a un miembro del servicio militar que experimenta trastorno de estrés post traumático (TEPT) o daño moral. Se afirma frecuentemente que el mejor sermón de un capellán se predica sin palabras cuando los pacientes y miembros de la familia están enfrentando trauma o la misma muerte. Se aprecian entonces las oraciones y quieta presencia del capellán, lo cual puede ser de mayor consuelo que mil palabras pronunciadas.

Makeba Garrison, capellana del personal del West Cancer Center, en Germantown, Tennessee, dijo:  “El ministerio de presencia es ante todo y en primer lugar, un estado de constante oración. Orando porque ninguno de mis pensamientos, agendas o asunciones interfieran con el poder  estar disponible para atender a quien necesita el cuidado”.

El ministerio de presencia es una estrategia invaluable para cada capellán y potencialmente un componente clave de su éxito. Como lo expresó el capellán Stephen Davey: “No tenemos que ser eruditos bíblicos brillantes y elocuentes; la mayor habilidad como amigos, es ciertamente la disponibilidad. Simplemente preséntate en el lugar y con ello ejerces el ministerio de presencia”.

Proselitismo

Independientemente del modo en que presten sus servicios, se advierte a los capellanes que eviten dar la impresión de procurar prosélitos —de intentar convertir a otros a sus propias creencias religiosas. El cruce de esta línea al dar atención espiritual puede poner en peligro la influencia del ministerio de un capellán así como la pérdida de su empleo.

Es de vital importancia que los capellanes sepan hacer la diferencia entre evangelización y proselitismo. Barry Black hace manifiesta esta distinción en forma excepcional, en su papel como 62° capellán del Senado de los Estados Unidos. Sus responsabilidades incluyen abrir cada sesión del Senado de los Estados Unidos con una oración y proveer y coordinar los programas religiosos y atención espiritual de los senadores, el personal del Senado y sus familias. El capellán Black lleva a cabo sus deberes a pesar de que el Senado de los Estados Unidos es todo un crisol religioso de protestantes, católicos, judíos y otros senadores declarados como no afiliados a una denominación religiosa. Es pluralismo en su mejor expresión.

Otro ejemplo a citarse es cuando fui enviado como capellán, con la Marina de los Estados Unidos, al Cuerno de África. Un miembro del servicio militar notó que mi dieta no incluía puerco y, después de algunas semanas, me preguntó al respecto. Le hice ver la razón bíblica de esta práctica dietética basada en Levítico 11 y Deuteronomio 14. Este miembro del servicio militar agradeció la información que le proporcioné, pero solo se la proporcioné a solicitud de él.

Los capellanes adventistas llevan a cabo su ministerio especializado de todo corazón y a partir de una motivación espiritual profundamente arraigada. El carácter de Jesús se ilumina en cada acto de servicio. Los capellanes trabajan largas horas diariamente y durante los fines de semana, lo cual algunas veces requiere que se ausenten de algunos de los más importantes eventos de su vida. Toman en serio las palabras que Jesús pronunció el día de su ascensión: “Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra” (Hechos 1:8, NVI).

La original version (versión original) de este comentario se publicó en Southern Tidings.

Washington Johnson II  es el capellán suplente de la Marina de Estados Unidos en la Región Hawaii, director asistente del Ministerio Adventista de Capellanía de la División Norteamericana y responsable por el ministerio de capellanía en la Unión Asociación del Sur en los Estados Unidos.  

Traducción – Gloria A. Castrejón

 

Top news

Hay alternativas para los batidos y suplementos de proteína, dicen los expertos
Familia adventista del séptimo d[ia hace historia en programa Croacia Got Talent
Michael Kruger, presidente de ADRA Internacional, partirá después de más de una década de servicio