El 23 de junio de 2020, La Junta de la División Norteamericana votó un paquete de estímulo de 10 millones de dólares para brindar asistencia financiera a las asociaciones de la división por medio de sus uniones. La medida se produce en momentos en que el COVID-19 ha tenido un impacto sobre muchos miembros y entidades adventistas.

“La División Norteamericana reconoce los desafíos financieros que enfrenta la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Norteamérica debido al COVID-19”, expresó la propuesta. “Se ha dado una atención cuidadosa a la salud financiera actual y futura de la División Norteamericana respecto de la cantidad de asignaciones que se le ha otorgado”.

La propuesta reconoció que la división necesita mantener la capacidad de seguir brindando los servicios necesarios fundamentales, y que existe para servir a su territorio.

“La División Norteamericana desea cumplir dos cosas con esta medida”, expresó Randy Robinson, tesorero de la Iglesia Adventista en el territorio. “En primer lugar, para brindar un impulso financiero adicional a las asociaciones que están sufriendo como resultado del COVID-19 y, en segundo lugar, para asegurar se que se puedan mantener los niveles actuales de asignaciones periódicas por tanto tiempo como sea posible, aun durante una economía difícil”.

La Tesorería de la División Norteamericana hizo uso de información financiera detallada, lo que incluye datos que permiten conocer la salud de la organización a nivel de división, para determinar una asignación recomendada por 10 millones de dólares. La fórmula usada para determinar esta cifra, en términos simples, es: el efectivo del balance financiero (efectivo más inversiones) menos (los activos netos restringidos más todas las cuentas a pagar).

“Sobre la base de la información financiera de final de 2019 y la información intermedia a abril de 2020, se determina que la División Norteamericana tiene la capacidad de asignar hasta un total de 10 millones de dólares para beneficiar a las asociaciones que están luchando financieramente como resultado de la crisis por el COVID-19”, expresó la propuesta.

Los fondos serán divididos en dos etapas de financiamiento para las asociaciones y una fuente adicional de financiamiento para los ministerios de la División Norteamericana: 5 millones de dólares de una primera etapa de financiación de fondos no restringidos que serán distribuidos entre las nueve uniones de la División Norteamericana y la Misión de Guam-Micronesia (GMM), desembolsados primordialmente sobre la base de las contribuciones de diezmo; 3 millones de dólares en una segunda etapa de financiación, disponible para las nueve uniones de la División Norteamericana y la Misión de Guam-Micronesia, con una distribución que será determinada tan solo de acuerdo con las necesidades más a fines de 2020, después de una evaluación de las asignaciones de la primera etapa; y 2 millones de dólares destinados solamente según las necesidades para las entidades de la División Norteamericana, lo que incluye Ministerios Adventistas de Información, el Instituto de Evangelismo de la División Norteamericana, Christian Record Services for the Blind, la Asociación Publicadora Pacific Press, la Universidad Oakwood, AdventSource, Seminars Unlimited, y Ministerios Adventistas de Medios.

“Nos agrada poder ofrecer estos fondos a lugares de la iglesia que son los más afectados”, dijo Robinson. “Somos una familia, y cuando alguien sufre, todos sufrimos. Queremos hacer nuestra parte para aliviar ese sufrimiento, y nos sentimos felices de asociarnos con nuestras uniones para llevarlo a cabo”.

“Si la División Norteamericana puede ayudar a nuestras iglesias y entidades durante este tiempo de luchas e incertidumbres, tiene que hacerlo”, dijo Daniel R. Jackson, presidente de la Iglesia Adventista en el territorio. “Ya lo he dicho antes y aún creo que es verdad: esta división es la división más fiel y cooperativa del mundo. La misión, y la tarea de esparcir los mensajes de esperanza y plenitud de Cristo, son parte de lo que somos como adventistas”.

Jackson aañadió: “Me emociona pensar en la fidelidad y la generosidad de nuestra gente, más allá del dinero. Dios es fiel, y él se encargará de cuidar de su pueblo”.

La versión original de esta noticia fue publicada en el sitio de noticias de la División Norteamericana.

Traducción de Marcos Paseggi

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