3 de febrero, 2021 | Miami, Florida, Estados Unidos | Por: Melchor Ferreyra, División Interamericana
Esta es una pregunta válida a esta altura de la pandemia del COVID-19 y, nada mejor que volvernos al registro histórico para responderla, como lo mencionamos en un artículo titulado: Qué hizo Elena de White durante la pandemia. Ella señaló principios que podríamos aplicar a nuestro tiempo. Esos principios que ayudaron a la Iglesia en el tiempo de EGW a superar esta crisis, pueden ayudarnos ahora a tomar decisiones importantes en nuestra manera de enfrentar esta pandemia. Pero la pregunta sigue en pie: ¿Quiénes resistieron mejor a la epidemia en el tiempo de EGW? ¿Quiénes se recuperaron más rápido y por qué? La respuesta a estas interrogantes está en lo que ella señaló el 13 de agosto de 1894, cuando le escribió una carta al Pastor Haskell en la que expresa su preocupación profunda por la gente que está muriendo por causa del virus de la gripe (influenza). Dice:
“A través de toda Nueva Gales del Sur hemos sido fuertemente probados con la epidemia de gripe. Casi todas las familias han sido afectadas en las ciudades y pueblos. Hay quienes están muy, muy enfermos. Su vida está pendiendo de un hilo. Nosotros oramos por los enfermos y hacemos lo que podemos financieramente y entonces esperamos los resultados. Cuando los pacientes están bajo el cuidado de un médico, es poco lo que podemos hacer en términos de tratamiento, pues si el caso llegara a ser desfavorable, se nos acusaría de ser responsables por su muerte. En un solo día de la semana pasada hubo once funerales. Aquellos que comen carne no se recuperan del ataque del virus tan fácilmente como los que no comen carne. Los niños no parecen sufrir tanto como los adultos y los de edad avanzada. Yo fui atacada severamente por la enfermedad y no he podido asistir a las reuniones por cuatro semanas; pero no me he abandonado a la cama ni siquiera un día. He escrito mis páginas debidas casi cada día, aunque he seguido tosiendo, estornudando y sangrando por la nariz…” (Elena G. White, Carta 30, agosto de 1894).
Es importante destacar que, al momento de escribir la carta, la Sra. White era de edad avanzada. Tenía 76 años, era una persona de alto riesgo; pero su confianza en Dios y su estilo de vida la sostuvieron firme en el momento de la crisis y salió victoriosa.
Lo que en realidad podemos leer en el párrafo resaltado en negrita, es que los que resistieron mejor fueron aquellos que tenían un estilo de vida diferente a los demás y, por lo tanto, podían resistir mejor al virus. La manera como ellos enfrentaron la epidemia nos puede ayudar a nosotros ahora en esta pandemia de coronavirus, o COVID 19.
Estilo de vida
A esta altura de la epidemia, ya la Sra. White había recibido indicaciones directas en cuanto al mensaje de salud para la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
Como podemos ver, cuando la epidemia de la influenza llegó a nueva Gales en 1,894, ya los adventistas sabían acerca de principios de salud, muchos los habían aceptado y los estaban practicando. Por eso es importante leer este pasaje de EGW, no solo en lo que respecta a no comer carne, lo cual es parte importante del mensaje de salud; sino más bien, resaltando el hecho de un estilo de vida que los hizo fuertes en la epidemia. Ella mostró en sus visiones la responsabilidad de vivir en armonía con principios que prevendrían la enfermedad y producirían buena salud.
Lecciones para hoy
No podemos negar que el virus es letal, contagioso, invisible y mortal; pero tampoco podemos negar que la lucha de nuestro cuerpo a la infección es directamente proporcional a la fortaleza de nuestro sistema inmunológico. Cuanto mejor estemos en cuanto a nuestras propias defensas, más efectiva será la resistencia al virus y eso tiene que ver con nuestro estilo de vida.
Hoy tenemos abundante información en relación a cómo tener un estilo de vida saludable. Nosotros, los adventistas, solo tenemos que mirar los consejos de EGW en cuanto al estilo de vida y adoptarlos, practicarlos y difundirlos de tal manera que, al vivir nosotros una vida saludable, podamos trasmitir a otros este mensaje maravilloso de esperanza.
Podemos notar a través del mensaje de salud, tres aspectos importantes a tomar en cuenta:
Basado en estos aspectos, podemos organizar nuestra vida en torno a los 8 remedios naturales, los cuales tienen que ver con prevención, más que con curación. Nosotros, como adventistas, hemos demostrado en la historia que somos los abanderados en asuntos de prevención. Prevención es la clave para enfrentar mejor cualquier enfermedad. El estilo de vida saludable es una buena respuesta ante un mundo pandémico.
Aunque seguramente los lectores conocen bien cuáles son estos elementos de prevención para una vida saludable, los mencionaremos enseguida instando a una práctica personal más cuidadosa y a una investigación más a fondo sobre el tema:
Podemos decir que, si seguimos los consejos y prácticas de la iglesia que enfrentó la pandemia de 1894, podemos enfrentar con más armas la pandemia del 2020 -2021.
Melchor Ferreyra es el director de ministerios personales de la División Interamericana de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.