10 de febrero de 2021 | Riverside, California, Estados Unidos | Por Carla Martin Tucker, La Sierra University News
Las autoridades de salud pública ya desde hace mucho tiempo han proclamado que una de las mejores maneras de controlar la pandemia de COVID-19 y salvar vidas, es la prueba generalizada de detección de la misma. De acuerdo con esta pauta, la Universidad La Sierra, en Riverside, California, Estados Unidos, está respaldando los esfuerzos de detección de esta enfermedad con la introducción de un nuevo equipo para prueba rápida.
El departamento de Servicios para el Bienestar del Estudiante, de esta universidad, desplegó el 12 de enero de 2021 el sistema de prueba para diagnóstico inmediato PCR Cepheid GeneExpert Express, que funcionaría en conjunto con un proceso de examen basado en la saliva, desarrollado en el verano de 2020 por el virólogo Arturo Díaz. Él estudia los virus de ARN de hebra de sentido positivo, de los cuales forma parte el virus SARS-CoV-2. El SARS-CoV-2 es el virus que causa la enfermedad llamada COVID-19.
Aunque la capacidad inicial de pruebas de Cepheid GeneExpert Express está restringida, debido a los límites de fabricación de los cartuchos de prueba, el objetivo es que la máquina, de US$ 32,000, reemplace las actuales clínicas de pruebas de Covid-19 en el plantel, que se han estado llevando a cabo cada dos semanas desde septiembre de 2020, por PMH Laboratory, Inc., con sede en Huntington Beach, California. La doble inversión en la prueba de diagnóstico rápido y el proceso basado en saliva, en el laboratorio biológico del virólogo Díaz, le permite a la universidad lanzar una red de más amplio alcance para confirmar la presencia de SARS-CoV-2.
[/caption]Después de la compra del equipo, reactivos y materiales para el laboratorio, el virólogo Díaz comenzó en el mes de septiembre a proveer pruebas basadas en saliva, dos veces por semana, a los estudiantes atletas y entrenadores, antes de las prácticas deportivas. Los estudiantes internos a quienes se les ha permitido vivir en el plantel siguiendo los apropiados protocolos de salud y seguridad —un total de 79 a principios de febrero—, reciben también las pruebas de COVID-19 vía el laboratorio de Arturo Díaz, en las semanas que caen en medio de las clínicas de pruebas del Laboratorio PMH en el plantel. La Universidad comenzó a ofrecer pruebas semanales basadas en muestras de saliva, a todos sus empleados, personal docente y estudiantes, el 8 de febrero.Siendo que las pruebas a base de saliva carecen de la aprobación de la FDA, se están usando como instrumento de prueba para funcionar en concierto con procesos aprobados de diagnóstico a través del Laboratorio PMH y el nuevo sistema de prueba rápido. Actualmente, el Cepheid GeneExpert Express se usa solamente para hacer la prueba del COVID a personas sintomáticas, que cuentan con permiso, de acuerdo a las pautas del estado, para estudiar, vivir o trabajar en el plantel; miembros del plantel que no tienen otras opciones para hacerse la prueba; y para confirmar los resultados positivos en pruebas de COVID-19 obtenidos a través del proceso basado en muestra de saliva, seguido en el laboratorio del virólogo Díaz.
“Este nuevo sistema Cepheid GeneExpert Express, nos permite aislar y poner en cuarentena inmediatamente a aquellas personas con resultado positivo después de una prueba de COVID-19”, dijo Dan Nyirady, director de los Servicios para el Bienestar de los Estudiantes. “Este enfoque de dos vías para detectar y contener el COVID-19 es de importancia vital para la salud del plantel y de la comunidad que nos rodea”.
Para el 3 de febrero, la Universidad informó dos casos positivos de COVID-19 en el plantel, uno de ellos de un miembro del personal y otro de un estudiante. Uno de los casos fue detectado a través de la prueba de saliva y fue confirmado por el laboratorio PMH; el otro caso fue detectado directamente por PMH. Además de los estudiantes internos que se quedan en el plantel, la mayoría de los cuales son estudiantes internacionales o de otros estados de la nación, atletas, o aquellos con inseguridad de alojamiento, se ha estado llevando a cabo dentro del plantel durante el trimestre de invierno, un total de nueve laboratorios de ciencia y clases en aulas de arte para una cantidad limitada de estudiantes, siguiendo el protocolo de salud y seguridad designado por las pautas estatales impuestas el pasado agosto.
La institución desplazó sus operaciones al sistema en línea desde marzo de 2020 y abrió unas cuantas clases presenciales en estudios y laboratorios en septiembre, con la opción de asistencia en línea. Se cancelaron los eventos deportivos públicos, permitiéndose las prácticas atléticas de los equipos solamente bajo estricto protocolo.
Se considera al Cepheid GeneExpert Express como la norma de oro para las pruebas de diagnóstico. Lleva a cabo cuatro pruebas simultáneas con un solo cartucho de prueba, una de COVID, además de tres otras enfermedades — influenza tipos A y B, y virus respiratorio sincicial (VRS), una causa común de infecciones pulmonares y de las vías respiratorias. Pueden obtenerse resultados en solamente 38 minutos; y si se cuenta todo el proceso, comenzando con la obtención de un espécimen nasal utilizando un hisopo, toma un total aproximado de 45 minutos.
Arturo Díaz, profesor asociado de biología en la Universidad La Sierra, enseña cursos de investigación de virus a estudiantes universitarios, como parte de los programas nacionales SEA-PHAGES y SEA-GENES, ofrecidos a través del Instituto Médico Howard Hughe. Siguiendo un programa piloto llevado a cabo en septiembre, el profesor Díaz estableció un laboratorio de diagnóstico de COVID-19 dentro de un laboratorio en el Price Science Complex, en donde enseña. Actualmente, sus asistentes de laboratorio llevan los juegos de materiales para pruebas de COVID-19 al departamento de atletismo. Una vez que se obtienen todas las pruebas de saliva por parte de los miembros del equipo, se traen las muestras al laboratorio PSC para su procesamiento. Se establecerá un sitio centralizado de recolección de pruebas para manejar la totalidad de pruebas en todo el plantel.
Dijo el profesor Díaz, que las pruebas de saliva son más sencillas, más fáciles y menos costosas de administrar y procesar que las pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Las muestras de saliva se analizan usando amplificación isotérmica mediada cíclicamente por transcriptasa inversa, o RT-LAMP, la cual produce resultados fácilmente observables. “Si hay material genético de SARS-CoV-2 presente en la muestra de saliva, la reacción copiará tanto ADN, que cambiará de hecho el pH de la solución. Esto hará que la solución cambie, de un rosa brillante, a un amarillo claro, señalando con ello lo positivo de la prueba”, dijo el profesor Diaz. “El proceso total, desde la toma de muestra de saliva, hasta completarse el proceso de reacción LAMP, toma aproximadamente de dos a dos horas y media. El costo de la prueba es aproximadamente de seis dólares”. La universidad cubre el costo de las pruebas, las cuales son gratuitas para estudiantes y empleados.
El desarrollo de la prueba basada en muestras de saliva es el resultado del interés de la universidad de encontrar métodos menos costosos que pueden funcionar en combinación con las más costosas pruebas PCR aprobadas por la FDA, como una forma de ampliar su vigilancia respecto a enfermedades contagiosas.
“Buscamos alternativas potenciales para examinar estudiantes y facultad tan frecuentemente como fuese posible a fin de evitar brotes potenciales dentro del plantel”, dijo el profesor Díaz. “Uno de los elementos clave es que obtenemos muestras de saliva en vez de usar hisopos para pruebas nasales, a fin de reunir estas muestras más segura y fácilmente. Esto es importante, porque deseamos practicar la prueba a estudiantes, facultad y personal, en forma sistemática y continua”.
“Nos sentimos emocionados por comenzar a usar nuestra nueva máquina de pruebas rápidas GeneExpert Express, la cual va a mejorar grandemente la habilidad de la universidad para detectar no solamente el COVID-19, sino también otras enfermedades”, dijo Dan Nyirady. “Todas estas inversiones son una evidencia del significativo cuidado y preocupación que la universidad tiene por todos sus miembros en el plantel”.
La versión original de esta historia se publicó en el sitio de noticias de la Universidad La Sierra.
Traducción – Gloria A. Castrejón