La posibilidad yace en la intersección entre fe y deporte.

29 de junio de 2021 | Por Wilona Karimabadi,

Ty-Ron Douglas, Ph.D., es el director atlético asociado de la Universidad de California, Berkeley, para asuntos de diversidad, equidad, inclusión y pertenencia (DEIB, por sus siglas en inglés).

Orígenes

Durante el año pasado, el desarrollo de esos papeles a desempeñar en los planteles D11 en los Estados Unidos, se ha incrementado a medida que el país se ha estado convenciendo de la necesidad de la existencia de tales programas en dichos planteles de educación terciaria ¿Y cómo se encontró el Dr. Douglas en la posición de poner en marcha esta nueva iniciativa en una de las más sobresalientes universidades públicas en Estados Unidos y el mundo? ¿Qué lo trajo a esta institución conocida tanto por su historia como cuna del movimiento de la libertad de expresión en la década de los sesenta, como por su rigor académico y sus programas atléticos productores de campeones?

“Nací y crecí en Bermudas”, dijo el Dr. Douglas. “Mi padre biológico es de hecho de St. Louis y mi madre era una estudiante de19 años, cursando el primer año de universidad, cuando quedó embarazada de mí en Oakwood College (ahora Universidad Oakwood). Mi madre terminó ese primer año y regresó a su casa, llevándome consigo dentro de su seno”.

[Imagen: Courtesia de Ty-Ron Douglas]

La madre del Dr. Douglas ocultó de alguna manera su embarazo y regresó a estudiar su segundo año de educación superior, con la intención de terminarlo en Huntsville (Alabama). “Yo no sé si aquel fue un verano muy caluroso o no, o si simplemente ella no fue a la playa, o Dr. Douglas. “Mi madre acudió a una clínica de abortos, pero me sintió moverme dentro de ella por primera vez mientras estaba en la clínica en Huntsville y decidió tenerme”.

“Ese es mi comienzo”, añadió. “Pienso en mi historia y, cuando pienso en mi vida, pienso en DEIB, en la inclusión. Pienso que es importante partir de ahí porque creo que es importante la forma como comenzamos. Sé que Dios siempre extendió su mano hacia mí; y al apoyarme en esa realidad de lo que fueron mis inicios, creo que está grabada profundamente en mi alma la noción de que mi vida tiene un propósito y que estoy aquí por designio para ejercer influencia sobre otras vidas”.

Una trayectoria guiada por Dios

Ty-Ron Douglas nació en sábado a una madre determinada a traer a su bebé a un mundo en donde ella lo amaría y habría de criar para que llegara a ser algo grande y maravilloso. “Así que mi madre, cuando me tuvo en ese sábado de mañana, me encomendó a Dios y le dijo: ‘Señor. Necesito que me des sabiduría. Necesito que TÚ me des toda una comunidad para criar a mi hijo’. Y esa ha sido mi experiencia. Cuando pienso en DEIB, cuando pienso en mi jornada, en mi jornada educativa y en la jornada y experiencias que he tenido en mi comunidad, entiendo que Dios le concedió esa petición”.

Las circunstancias en torno a su nacimiento, de una joven madre soltera, hicieron que su iglesia adventista local condenara a su madre al ostracismo: Por ejemplo, la dedicación de su bebé no ocurrió durante el servicio de adoración, Los dirigentes de la iglesia eligieron llevarlo a cabo después del servicio, de manera que los miembros de la congregación pudieran elegir no estar presentes. Su madre perdió también su beca de estudios en Oakwood y ya no pudo continuar su educación en ese lugar. Naturalmente, ella se alejó de esa comunidad adventista e inicialmente eligió criar a su hijo lejos de ella.

Sin embargo, durante sus años de adolescencia, aun cuando no se le había criado en el adventismo, él eligió asistir a la iglesia con unos familiares. En la escuela, el joven demostró un gran talento no solamente en lo académico, sino también en atletismo. Cricket —un juego que apasiona sobremanera a los a bermudeños—, fue uno en el cual sobresalió. “A esa edad yo era uno de los mejores, si no el mejor jugador de cricket de mi edad. Recuerdo que a esa edad, aun cuando no se me presionaba para ser adventista, sino que asistía voluntariamente a la iglesia, yo deseaba llegar a ser tan bueno jugando cricket, que pudiera ser elegido para jugar un partido de copa en Bermudas”. Ese partido, era un evento nacional que duraba un periodo de dos días, incluyendo el sábado.

“Yo deseaba jugar en ese partido y quería hacerlo tan bien, que ya nunca tuviera que jugar en una prueba en sábado. Ese era el deseo de mi corazón: Ser elegido. Típicamente, se tenía que jugar en sábado; pero yo deseaba cambiar el reglamento”, dijo el director Douglas.

Una lesión puso un fin temprano a aquellos días de cricket, lo cual lo llevó a un periodo de frustración. Jugaba también fútbol o balompié, pero no era lo que realmente quería hacer.

“Jugué en un considerable alto nivel de balompié en Bermudas, pero aun en ese espacio nunca realmente me desarrollé al máximo. Jugué en el equipo mejor de la isla. Ganamos un campeonato y demás, pero mi periodo de entrenamiento no fue el mejor. Nunca me apunté un gol en ese equipo. Metí goles en otros equipos, pero yo oraba por un gol. ¿Quién hace eso? Y me sentía molesto con Dios”. Su amor por los deportes comenzó a declinar.

Después de una temporada en un centro de educación superior de la comunidad, el joven  Douglas pasó a la Universidad Oakwood en donde gozó de popularidad y de participación en  varias actividades, cantando en el coro y con el aclamado grupo Dynamic Praise, regresando también a los deportes. Llegó incluso a ser entrenador del equipo femenil de balompié y tuvo una actuación decisiva en la creación de una liga de campeonato para competir contra otras instituciones.

“De joven tenía esta pasión por los deportes, así que hice simplemente lo que podía en la universidad para utilizar cualquier don que tenía y conectar con las personas”.

Después de su estadía en Oakwood, el joven Douglas obtuvo una maestría y regresó a Bermudas a enseñar. “Después de cinco años, deseaba intentar atender algunos de los problemas que estaba observando en la comunidad. En ese tiempo habían proliferado las balaceras y la violencia entre pandillas, especialmente entre los hombres de raza negra y yo sentía que debía encontrar soluciones a problemas más allá del aula de clase y hacerles frente”, dijo el Dr. Douglas.

Uso de los dones dados por Dios

Muy pronto el joven Douglas solicitó ingresar a programas doctorales, en particular, a dos de ellos en Carolina del Norte; uno en UNC Greensboro y el otro en UNC-Chapel Hill, siendo este último el plantel mejor conocido. Naturalmente, Chapel Hill lo atrajo mucho más. Pero había planes ya ordenados desde lo alto en formas que él todavía no podía percibir.

“Parecía como obra de Dios. Contaba con becas completas en todo sentido de parte de entidades bermudeñas, así que podía ir a cualquier lugar que quisiera basado en el dinero, recursos y becas a los que tenía acceso. Pero mi carta de aceptación de UNC-Chapel Hill fue enviada a Malasia y, en el ínterin, acepté la oferta de UNC Greensboro. Soy una persona leal. Chapel Hill se comunicó conmigo y me preguntaba: ‘Oye, ¿qué es lo que vas a hacer?’ Sin duda pensaban: Tú vas a venir a Chapel Hill. Seguramente vas a venir aquí”. Pero no ocurrió de esa manera.

“Fui de hecho a UNC Greensboro y tuve ahí una increíble experiencia. Obtuve premios y reconocimientos por disertaciones. Vieron luz muchas de mis publicaciones, etc. Y a partir de esta experiencia en UNC Greensboro, obtuve también un trabajo como miembro numerario de la facultad de la Universidad de Missouri”. Mientras estaba en Missouri, no solamente se mantenía ocupado en la enseñanza, o escribiendo (Border Crossing Brothas y Campus Uprising) y hablando en público; logró también establecer una iglesia —la Iglesia Salt City en Columbia— y obtener una segunda maestría en Ministerio Pastoral ofrecida por la Universidad Andrews.

DEIB at Berkeley

El asesinato de George Floyd prestó el ímpetu dentro de muchos espacios académicos para llevar a cabo serios cambios en su enfoque para prestar atención a sus estudiantes de raza negra. La creación de UC Berkeley de un nuevo papel a desempeñar de DEIB en atletismo, fue uno de esos grandes cambios en los planteles. ¿Cómo encontró el Dr. Douglas su camino hacia el Área de la Bahía (de San Francisco) en medio de todo lo que estaba logrando en la Universidad de Missouri?

“La mayoría de las personas son, ya sea académicos, o profesionales prácticos. Yo cruzo la frontera de ambos. Soy un académico, soy un erudito, soy autor, pero soy también un profesional práctico y Berkeley es el espacio para todo eso. No estoy seguro si ellos sabían completamente lo que estaban buscando, pero la gente sabe bien lo que necesita cuando lo ve y puede sentirlo. Así que creo que obtuve este trabajo, al menos en parte, como resultado del infortunado y trágico asesinato de George Floyd”, dijo.

“Pienso que mucha gente ha tenido acceso a nuevas oportunidades en respuesta a la trágica pérdida de un hombre que debería estar vivo; y pienso en ello cuando pronuncio su nombre y recuerdo el 25 de mayo de 2020. Cuando la gente vio ese video, no pudo negar que eso estuvo muy mal. Y para muchos de nosotros, esa fue obviamente no solamente la realidad de esta persona, sino es también lo que sistemáticamente ha estado ocurriendo por generaciones con personas de la raza negra”, añadió. “Algo cambió de rumbo en 2020 y hay ahora una nueva dispensación que creo inminente en 2021; y ese es el contexto que guio a Berkeley a crear esa posición”.

Pero nada anduvo bien durante el proceso de la entrevista. Una mala comunicación hizo que el director Douglas perdiera su primera entrevista. Cuando se le otorgó una nueva, el sistema de audio no funcionó durante la sesión de Zoom. Pero a través de todo esto, él sintió la mano de Dios guiándolo y, cuando se le ofreció la posición, sabía que era la decisión correcta.

“Obtuve este trabajo porque creo que la preparación va de la mano de la oportunidad. He experimentado algunos momentos muy bendecidos en los que Dios me ha permitido ir a donde la gente tiene una vislumbre de lo que creo que Dios me ha llamado a hacer”.

Lo que hago

El acrónimo DEIB es el punto crucial de la diferencia que el Dr. Douglas está haciendo en Cal Athletics, así como en la totalidad del campus de Berkeley. “Diversidad, equidad, inclusión y pertenencia. Cada una de estas palabras tiene su significado. Cuando se habla de diversidad, se habla de diferencia. Cuando se habla de equidad, se habla de justicia o de lo que es justo, lo cual es diferente a la imparcialidad (o trato igual de las personas), ¿no es cierto? Que las cosas sean iguales no es necesariamente lo mismo a que las cosas sean justas o imparciales. Cuando se habla de inclusión, nosotros estamos hablando de la realidad de ocupar un lugar, de constituir una parte”, añadió.

“Pero el sentido de pertenencia es saber que tienes un lugar y que ese lugar está seguro; y no es por lo que necesariamente hayas hecho. Tú eres una parte de Cal. Tú eres un atleta. Tú eres aceptado”, añadió. Así que les digo a mis alumnos atletas: Tienes todos los derechos y privilegios, ya sea que te anotes o no un cuadrangular’. Creo que esta labor, la labor de la diversidad y la inclusión, es la labor del cristianismo”.

El adventismo y atletismo ha sido siempre un tópico candente.2 Pero el Dr. Douglas afirma que hay un lugar para este movimiento de fe y los talentos atléticos que existen dentro de él. Y la presencia de creyentes en estos espacios puede conducir a un cambio positivo.

“Algunas personas se preguntan: ‘¿Cómo logras hacer eso como cristiano?’ Y yo digo: ‘¿Cómo no hacer eso como cristiano? Para mí es muy fácil porque puedo ver las intersecciones. Es asombroso ser capaz de vivir auténticamente y amar a todas las personas. Ahí es donde estoy en medio de mi jornada; así que cuando me preguntes qué es lo que hago, diré que amo a las personas, que creo reglamentos, que forjo sistemas de sanidad y ayudo a ejercer influencia sobre la legislación de reglamentos y procedimientos  y sobre respuestas sensibles y comprensivas. Logro enseñar y logro hacer todo eso como un administrador académico”.

Para enterarte más acerca del Dr. Douglas y su pasión por las personas, amor por Cristo y compromiso hacia los talentos atléticos que Dios otorga a las personas, visita su sitio web https://drtydouglas.com, o encuéntralo en los medios sociales @DrTyDouglas.

Wilona Karimabadi es editora asistente de las revistas en inglés Adventist Review  y Adventist World

Traducción – Gloria A. Castrejón

 

 

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