Del 6 al 13 de octubre de 2021, alrededor de 340 miembros de la Junta Directiva de la Asociación General (GCEXCOM) se reunieron para una semana de presentaciones, y para analizar y votar informes e iniciativa de la iglesia mundial y sus departamentos. Las reuniones, conocidas como el Concilio Anual de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, fueron diferentes este año, principalmente debido a las restricciones de viaje relacionadas con la pandemia y otros desafíos logísticos.
Las reuniones se llevaron a cabo siguiendo un formato híbrido. Algunos miembros de la GCEXCOM asistieron en persona en la sede de la Iglesia Adventista en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos. La mayoría de los miembros asistió a las sesiones y analizó y votó los puntos de agenda por Zoom.
Los líderes de la iglesia dijeron que el formato híbrido, que se usó por primera vez para la Asociación General, creó desafíos logísticos significativos y requirió una planificación cuidadosa del trabajo técnico en equipo.“Nuestro equipo técnico ha hecho un trabajo tremendo”, dijo Ted N. C. Wilson, presidente de la Asociación General, a los líderes y otros miembros de iglesia después de las sesiones públicas. “Esto solo ha sido posible gracias al fuerte apoyo de nuestro equipo técnico”.
Wilson específicamente mencionó lo que él denominó “un asombrosa demostración de pantallas”, lo que permite que el presidente de una sesión particular vea los rostros de cientos de miembros que se conectan por medio de Zoom en forma simultánea. “Nos ayuda a sentir que somos parte de la misma familia”, dijo.
Una muestra sincrónica a través de más de una decena de husos horarios y en cinco idiomas demandó discusiones técnicas de importancia y pruebas con diversos actores, semanas antes del comienzo de las reuniones el 6 de octubre, dijeron los líderes. Esto incluyó presentar la idea a la compañía que permitió una videoconferencia sumamente compleja. “Cuando nos contactamos con Zoom, ellos nos dijeron que era la primera vez que intentarían hacer algo así”, dijo el secretario asociado Hensley Mooroven a los miembros de la GCEXCOM. Dado esos y otros desafíos, los líderes dijeron que se sentían felices de reportar que todo funcionó sin un solo fallo técnico.Decenas de personas trabajaron detrás de escena para hacer que las reuniones fueran un éxito, dijeron los líderes. Armaron los equipos y los cables y llevaron a cabo ajustes técnicos para garantizar que cada miembro pudiera participar de las reuniones.
Las reuniones se llevaron a cabo en inglés. Durante años, sin embargo, las sesiones han sido traducidas al español, francés, portugués y ruso, para ayudar a que los miembros de la junta que no saben inglés puedan comprender y participar. Intérpretes simultáneos –dos por cada idioma– trabajan en ocho cabinas de interpretación, explicó Roger Esteves, que ayuda a coordinar el servicio. En el pasado, los intérpretes, que suelen trabajar en turnos de treinta minutos, solían tener solo cuatro cabinas de interpretación, una para cada idioma con excepción del inglés. Este año, sin embargo, se añadieron otras cuatro cabinas para que los intérpretes pudieran cambiar entre ellos sin dejar de respetar los protocolos de distanciamiento social y desinfección.En el vestíbulo del edificio de la Asociación General fueron del principal auditorio, Millie Castillo coordinó cinco salas o estaciones virtuales de Zoom, una para cada idioma incluido. “Estas estaciones facilitan y ayudan a los miembros e invitados especiales a que accedan y sigan las sesiones en el idioma de su elección”, expresó.
Castillo contó que cuando los miembros e invitados se conectan, pueden optar por una de las salas de Zoom. Según ella, la Sala de Zoom en Inglés tiene 172 miembros que no se encontraban en el lugar y siguieron las sesiones en línea en ese idioma. “La Sala de Español cuenta con 30 miembros, y hay 25 miembros en la Sala de Francés, 15 en la Sala de Portugués, y 12 en la Sala de Ruso”.Explicó que cuando los miembros levantan la mano para comentar, son añadidos a una fila en una pantalla que está a la vista del que preside una sesión en particular. Una vez que el presidente reconoce el nombre del miembro, la persona puede comenzar a hablar mientras todos los demás quedan en silencio. Todos los demás, ya sea en la sede central de la Asociación General o en algún lugar del mundo, pueden escuchar lo que dice el que habla, sea en inglés o el alguno de los otros cuatro idiomas.
Castillo también explicó de qué manera el que preside la sesión y otros miembros saben quién está hablando. “Cuando colocamos el nombre del miembro en la fila, eso es como su placa distintiva”, contó, “por lo que, tan pronto como hablan, el nombre y la región o entidad representada por el miembro aparece en la pantalla”.Los líderes creen que este formato híbrido podría servir como modelo para otras reuniones futuras de la iglesia. “Está claro que funciona”, dijeron. “Agradecemos a Dios y a nuestro equipo técnico por ello”.
Traducción de Marcos Paseggi