Un comunicado informativo por medio del Departamento de Comunicación de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día

 

26 de enero de 2022 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Departamento de Comunicación de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día

La pregunta sobre si un individuo debería darse o no la vacuna contra el COVID-19 ha generado controversias significativas dentro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. A la luz de la oración de Cristo de que “todos sean uno”, esta situación es trágica. Las iglesias se han dividido, hay miembros de la familia que han sido alienados, y amistades que se han interrumpido. La misión de la Iglesia se ha visto obstaculizada y su obra de evangelización al mundo se ha visto afectada negativamente. En ocasiones, declaraciones inexactas han fomentado y profundizado estas divisiones.

Hace poco, algunos desafiaron el derecho de la Comisión Administrativa de la Asociación General (ADCOM) de hablar en nombre de la Iglesia. Estas declaraciones críticas tienen el potencial de minar la autoridad de la Iglesia, crear confusión y llevar a la fragmentación. En respuesta a preguntas de sinceros adventistas en todo el mundo, los líderes de la Asociación General brindan aquí respuestas a algunas de las cuestiones presentadas hace poco.

1. ¿Cuál es la posición de la Iglesia Adventista sobre la vacuna del COVID-19 y su relación con la conciencia individual?

La Declaración de Reafirmación de la Iglesia titulada, «Reafirmación de la respuesta adventista al COVID-19” es clara sobre los derechos de todas las personas de tomar decisiones basadas en sus convicciones de conciencia, guiadas por el Espíritu Santo. La declaración expresa: “La Iglesia Adventista del Séptimo Día respeta la libertad de elección de cada individuo de tomar decisiones responsables respecto de su propia salud. Dado que nuestros cuerpos son el templo del Espíritu Santo y somos de Cristo tanto por creación como por redención, deberíamos buscar personalmente la voluntad de Dios respecto de las vacunas contra el COVID-19. La decisión de darse o no la vacuna no es una cuestión de salvación, ni está relacionada, como podrían señalar algunos, con la marca de la bestia. Es una cuestión de elección personal. Creemos firmemente que en cuestiones de convicción personal tenemos que ser guiados por la Palabra de Dios, nuestra conciencia y un juicio informado. Al evaluar las diversas opciones, deberían también tomar en cuenta que los beneficios de la vacuna se extienden más allá de uno mismo y ayudan a proteger la comunidad local y global en general. Después de investigar personalmente todos los aspectos de la cuestión, tomar en cuenta la situación particular de salud personal, solicitar el consejo médico y orar, los individuos deberían, en consulta con su médico o asesor médico, tomar la mejor decisión que sea posible”.

La Iglesia Adventista del Séptimo Día respeta el derecho de cada miembro de tomar la mejor decisión posible para su salud a la luz de sus convicciones personales, desafíos de salud y consejos médicos.

2. ¿Apoyará la Iglesia Adventista del Séptimo Día los derechos de conciencia de los que escogen no vacunarse contra el COVID-19?

Reconocemos que algunos de nuestros miembros tienen serias preocupaciones respecto de las vacunas contra el COVID-19 y están dispuestos a perder su trabajo, de ser necesario, antes que darse la vacuna. Aunque la Iglesia Adventista del Séptimo Día ve esto como una cuestión de salud pública, brindaremos apoyo a los miembros que vean esta cuestión de manera diferente. Respetamos sus convicciones de conciencia y podemos apoyarlos de las siguientes maneras: 1) Orando con ellos para que Dios obre una solución ante el desafío que enfrentan; 2) Ayudándolos a escribir una carta personal a su empleador.

La Reafirmación de 2021 expresa: “. . . Reconocemos que en ocasiones, nuestros miembros tendrán preocupaciones personales y aun convicciones de conciencia que van más allá de las enseñanzas y posturas de la Iglesia. En estos casos, los líderes de libertad religiosa de la Iglesia harán lo que puedan para brindar apoyo y consejo de manera personal, no a una iglesia, ayudando inclusive a los miembros a escribir sus propios pedidos de arreglos especiales a sus empleadores y otras personas”.

3. ¿Tiene la Comisión Administrativa (ADCOM) de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día la autoridad de efectuar declaraciones en nombre de la iglesia?

La Asociación General se reúne en un Congreso cada cinco años, y esto incluye representación de todo el mundo. Delega la autoridad a la Junta Directiva de la Asociación General para que actúe en su nombre entre los Congresos, para la operación eficiente y facilitación de la misión de Dios por medio de su Iglesia. La Junta Directiva, a su vez, da autoridad específica a la ADCOM, lo que incluye compartir consejos generales general al campo mundial. Esta autoridad delegada incluye comunicar Declaraciones, Pautas y otros Documentos en nombre de la Iglesia cuando surgen cuestiones que necesitan ser atendidas. Desde 1985, durante casi 40 años, la Asociación General ha comunicado más de 75 Declaraciones, Pautas y Otros Documentos diversos sobre cuestiones públicas. Estos materiales son comunicados de tres maneras: 1) Por los directivos de la Asociación General; 2) Por la Comisión Administrativa de la Asociación General (ADCOM), y 3) por la Junta Directiva de la Asociación General. La lista de Declaraciones, Pautas y otros Documentos de la Asociación General muestra que aproximadamente un tercio de ellos fue comunicado por la ADCOM, que emitió su primer Documento en 1994, y después de eso dio a conocer muchos más Declaraciones, Pautas y otros Documentos que cubren una amplia gama de temas, como la integridad de la Biblia, el cuidado del medio ambiente y la sexualidad humana.

Ni los Directivos de la Asociación General ni la ADCOM tienen la autoridad de cambiar el Manual de la iglesia o las Creencias Fundamentales. Esa función está reservada a la Asociación General cuando está en un Congreso. Los directivos de la Asociación General y de ADCOM pueden recomendar cambios al Concilio Anual o a la Asociación General cuano está en un Congreso, y tienen la autoridad de efectuar declaraciones en nombre de la Iglesia, como lo evidencian los casi cuarenta años de historia y sus responsabilidades de liderazgo delegadas. Reducir la autoridad de la ADCOM de la Asociación General a meramente temas menores es minar la autoridad de cada ADCOM a nivel de asociación local, unión y división. Erosionar la confianza en la estructura organizacional de la iglesia es una cuestión sumamente seria. El comentario de Elena G. White sobre la importancia de la obra organizada resulta significativo: “Os digo, hermanos míos, el Señor tiene un cuerpo organizado por medio del cual él trabaja […]. Cuando alguien se está apartando del cuerpo organizado del pueblo que guarda los mandamientos de Dios, cuando comienza a pesar la iglesia en sus balanzas humanas y a pronunciar juicios contra ella, podéis saber que Dios no lo está dirigiendo. Está en el camino equivocado” (Mensajes selectos, t. 3, pp. 17, 19).

4. ¿Cuáles son las áreas específicas de responsabilidad y autoridad del Congreso de la Asociación General, la Junta Directiva de la Asociación General, y la Comisión Administrativa de la Asociación General (ADCOM)? ¿Tiene la ADCOM la facultad de emitir consejos/declaraciones a la iglesia mundial?

La Iglesia Adventista del Séptimo Día sigue una forma de gobierno representativo de la iglesia, lo que tiene sus orígenes en los consejos bíblicos y del espíritu de profecía, junto con la experiencia práctica para funcionar como una familia mundial de la fe. La Iglesia mundial, cuando está en el Congreso de la Asociación General, vota los cambios a las Creencias Fundamentales, la Constitución y los Estatutos de la Asociación General, la aprobación de nuevas uniones, y el Manual de la iglesia, además de otros puntos del funcionamiento administrativo. El Congreso de la Asociación General faculta entonces, por medio de sus estatutos (Artículo XIII), a la Junta Directiva de la Asociación General para que lleve a cabo el trabajo administrativo de la Iglesia entre un congreso y otro. La Junta Directiva de la Asociación General autoriza entonces a la Comisión Administrativa de la Asociación General (ADCOM) para que lleve a cabo actividades a través de los Términos de Referencia y los miembros según son votados por la Junta Directiva de la Asociación General.

Artícle XIII, Inciso 1.b. de los Estatutos de la Asociación General expresa lo siguiente:

«ARTÍCULO XIII—JUNTA DIRECTIVA DE LA ASOCIACIÓN GENERAL

«b. La Junta Directiva de la Asociación General tendrá también el poder de otorgar o retirar las credencias o licencias, de designar comisiones, como por ejemplo una comisión administrativa, con sus términos de referencia, de revisar, cambiar y crear reglamentos eclesiástico-administrativos, de aprobar planes estratégicos y programas para la Iglesia mundial, de emplear personal que pueda ser necesario para ejecutar su obra de manera efectiva, y de tomar todas las acciones que sean necesarias y que no estén de otra manera reservadas para la Asociación General cuando está en congreso, para garantizar la operación continua efectiva de la Iglesia mundial en el cumplimiento de su misión”.

La ADCOM de la Asociación General procesa muchos temas que envía para consideración de la Junta Directiva de la Asociación General, pero a través de sus Términos de Referencia votados por la Junta Directiva de la Asociación General, la ADCOM de la Asociación General también recibe la autoridad de atender las cuestiones que brindan consejos y recomendaciones generales a las entidades de la Iglesia mundial. Esto se encuentra en los Términos de Referencia de la ADCOM de la Asociación General votados por la Junta Directiva de la Asociación General y enumerados bajo “E. Temas Administrativos Generales, #1, segunda parte”, que señala que la ADCOM de la Asociación General posee la autoridad de “…dar consejos generales a las entidades de la Iglesia mundial según se lo solicite” con el poder de actuar. Véase más abajo para la redacción exacta de los Términos de Referencia de la Comisión Administrativa de la Asociación General, votados por la Junta Directiva de la Asociación General:

«E. Temas Administrativos Generales

«1. Considerar otros rutinarios 1. Poder de actuar.»

temas administrativos según

surjan y brindar consejos generales a

las entidades de la Iglesia mundial según

se lo solicite».

La Comisión Administrativa de la Asociación General tiene el respeto pleno de la Junta Directiva de la Asociación General y adhiere a las instrucciones y autoridad delegada dada a la ADCOM de la Asociación General por la Junta Directiva de la Asociación General dado que es la comisión que ha votado y autorizado sus Términos de Referencia.

En referencia a brindar “consejo” o declaraciones a las entidades de la Iglesia mundial, la ADCOM de la Asociación General es muy cuidadosa de no exceder la autoridad que se le ha delegado. La Junta Directiva de la Asociación General vota los reglamentos, pautas y declaraciones generales de la Iglesia. Sin embargo, la ADCOM de la Asociación General puede brindar “consejo” o declaraciones que estén dentro del marco del “consejo general a las entidades de la Iglesia mundial según sean requeridas”. Durante el curso de varias décadas, la ADCOM de la Asociación General ha emitido declaraciones sobre diversos temas de importancia oportuna para la vida de la Iglesia. Estas declaraciones han sido emitidas después de amplias consultas y sirven como consejos para la Iglesia mundial, para responder a cuestiones de preocupación presente.

5. ¿Se vio la reafirmación de la posición de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en 2021 sobre la vacunación influida por dinero del gobierno de los Estados Unidos, lo que incluye a pagos de Medicare y Medicaid a hospitales adventistas, y a préstamos y becas a las instituciones educativas adventistas?

No hay en absoluto ningún vínculo entre los pagos de Medicare y Medicaid efectuados a las instituciones de salud adventista y la reafirmación de la posición de la Iglesia Adventista sobre la vacunación, ni respecto de algún diezmo que pueda haberse recibido de parte de personas que trabajan en esas instituciones de salud o educativas. Los pagos de Medicare y Medicaid de parte del gobierno a las instituciones de salud son dados directamente a esas instituciones por servicios que se brindan a los pacientes, que en su mayoría son mayores o poseen desventajas económicas. Esos fondos de gobierno no son donaciones a los hospitales. Son pagos por servicios prestados.

Ninguno de los profesionales de salud u otros empleados del departamento de Ministerios de Salud de la Asociación General recibe financiación personal o para un proyecto de parte de las compañías farmacéuticas, instituciones de salud, o fuentes del gobiernos estatales o nacional.

La financiación del gobierno a las instituciones educativas se brinda en forma de becas y préstamos, que son otorgados a los estudiantes, para que ellos puedan tener los medios financieros para obtener una educación superior. Estas becas y préstamos del gobierno no son donaciones a las instituciones educativas, y no influyen de manera alguna sobre el presupuesto mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, ni sobre ninguna de las decisiones que esta toma.

6. ¿Está la Asociación General ignorando el Mensaje Adventista de Salud?

A lo largo de toda la pandemia del COVID-19, la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha promovido de manera deliberada, pertinente y en forma global el Mensaje Adventista de Salud, específicamente, el estilo de vida integral, como fundamental para que el sistema inmunitario mantenga un funcionamiento óptimo. La Iglesia al mismo tiempo ha animado y apoyado las medidas universales de salud pública para la prevención de la enfermedad, como por ejemplo el distanciamiento (físico), el uso de mascarillas o cubrebocas según sea apropiado, el lavado de manos, la cuarentena personal según sea necesario, y la vacunación responsable. El enfoque ha sido tanto de estilo de vida como de medidas preventivas de salud pública, no la elección de uno o la otra.

7. ¿Ve la Iglesia Adventista del Séptimo Día los mandatos preventivos de salud como un tema de libertad religiosa? Si no es así, ¿por qué no?

La Iglesia Adventista del Séptimo Día tiene una larga historia de defensa de la libertad de conciencia, en particular en casos de convicción religiosa respecto de la observancia del sábado como día de reposo, según lo enseña la Biblia. Asimismo, la Iglesia reconoce a partir de la profecía bíblica que en el futuro se emitirá un decreto que llevará a que todas las personas sobre la tierra elijan entre recibir el sello de Dios o la marca de la bestia (véase Apoc. 14:9, 10; véase también la siguiente pregunta y respuesta). Los protocolos actuales contra el COVID no son un decreto del que se hable en el Apocalipsis.

Además de defender la libertad de conciencia, la Iglesia Adventista del Séptimo Día posee una larga historia de apoyo a la vacunación responsable. Nuestros misioneros han recibido vacunas contra la viruela, la fiebre tifoidea y la difteria durante décadas. Los adventistas han apoyado históricamente los reglamentos de salud pública y las vacunas, por lo que no creemos que esto sea una cuestión teológica o de libertad religiosa para la Iglesia. La declaración sobre la vacunación fue dada a conocer el abril de 2015, mucho antes del COVID y de que las vacunas fueran politizadas. El documento actualizado dado a conocer en 2021 sigue la práctica histórica adventista de apoyo a la vacunación. Como se expresó antes, sin embargo, esto no niega que la vacunación contra el COVID pueda ser una cuestión de conciencia para miembros en forma individual con convicciones personales y, por ello, una cuestión de libertad religiosa para ellos, pero el documento de reafirmación de 2021 reconoce la elección personal y ofrece brindar asesoramiento a los que vean el tema como una cuestión de libertad religiosa.

8. ¿Cuál es la posición de la Iglesia Adventista del Séptimo Día respecto de los Estados Unidos en la profecía bíblica?

Desde nuestros primeros días, la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha entendido la segunda bestia de Apocalipsis, que surge de la tierra con dos cuernos como de cordero, como los Estados Unidos en la profecía bíblica. Sobre la base de ese escenario profético, creemos que la bestia del mar (el papado) y la bestia de la tierra (los Estados Unidos) se unirán en una confederación del mal para forzar y restringir la libertad de conciencia, para que nadie pueda comprar o vender a menos que reciban la marca de la bestia (Apoc. 13:13-17). La profecía revela que el tema central en este conflicto final se centrará en la ley de Dios. Habrá un marcado contraste entre los que adoran al Creador y los que adoran a la bestia. El sábado estará en el centro de esta batalla final sobre la autoridad de la ley divina. La libertad religiosa se verá restringida. La libertad de conciencia será denegada. Ese momento aún no ha llegado, pero vendrá en un futuro cercano.

Un llamado pastoral

Jesús declara: “Por sus frutos los conoceréis” (Mat. 7:20). ¿Cuáles son los frutos de la crítica actual a la Iglesia Adventista del Séptimo Día? Algunos miembros ya se han acercado a sus pastores, informándoles que están considerando dejar la Iglesia Adventista. Las presentaciones de duda han polarizado a las iglesias adventistas y la han mayormente distraído de la misión de la Iglesia. Elena G. White nos advierte: “Cuando se levantan hombres que pretenden tener un mensaje de Dios, pero que en lugar de luchar contra los principados y potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo constituyen un escuadrón traidor, y vuelven sus armas de combate contra la iglesia militante, temedlos. No llevan las credenciales divinas. Dios no les ha encargado en absoluto un trabajo tal” (Testimonios para los ministros, p. 22). En el libro Mensajes selectos, t. 2, página 82, ella agrega: “Me fueron mostradas muchas personas que pretenderían ser especialmente enseñadas por Dios, y que intentarían guiar a otros, y que debido a un concepto equivocado de lo que es el deber emprenderían una obra que Dios nunca les había encomendado. Como resultado de esto habría confusión. Que cada uno busque a Dios fervorosamente por su propia cuenta, a fin de comprender cuál es su voluntad para él”.

La consecuencia de estos desafíos infundados a la autoridad legítima de la iglesia es la creación de una falta de confianza en la Iglesia de Dios para los últimos días. Socavará la legitimidad y la autoridad de la Asociación General, cada una de sus divisiones mundiales, las uniones, las asociaciones locales y aun las iglesias locales. El impacto potencial es una erosión de la confianza que podría resultar en que algunas personas dejen la Iglesia, organicen un movimiento de grupos de adoración independientes, o creen movimientos separados que vean a la Iglesia en apostasía. El consejo divino del Cielo es claro: “Ahora no podemos alejarnos del fundamento que Dios ha colocado. No podemos entrar en ninguna nueva organización, porque esto significaría apostatar de la verdad” (Eventos de los últimos días, p. 56). El objetivo de Dios es que respetemos las elecciones de los demás, aun si no siempre estamos de acuerdo, y nos apoyemos mutuamente como miembros del cuerpo de Cristo. Comprometidos con Cristo, interesados en los demás, nos unimos para responder a la oración de Cristo pidiendo unidad en Juan 17, y junto nos enfocamos en su misión de proclamar el evangelio hasta los confines de la tierra.

Habrá un tiempo en el futuro cuando el decreto de Apocalipsis 13 será plenamente implementado, y nadie podrá comprar o vender. Entonces nos reuniremos en grupos pequeños en lugares apartados, pero ese tiempo no es ahora. Dios nos llama a enfocarnos en la proclamación del evangelio eterno a la luz de los mensajes de los tres ángeles hasta los confines de la tierra (véase Mat. 24:14, Apoc. 14:6).

La misión del pueblo de Dios para el tiempo del fin es de preparar a este planeta para el pronto regreso de nuestro Salvador. A los adventistas del séptimo día se les ha encomendado con el último mensaje de advertencia a este mundo. “Una obra de la mayor importancia les ha sido confiada: proclamar los mensajes del primero, segundo y tercer ángeles. Ninguna otra obra puede ser comparada con ésta y nada debe desviar nuestra atención de ella” (Testimonios para la iglesia, t. 9, p. 17). Que podamos dedicarnos unidos a la proclamación de los mensajes de los tres ángeles hasta los confines de la tierra, en preparación para el regreso de Cristo. Que su amor, gracia y poder llene nuestras vidas, para que podamos recibir la lluvia tardía, dar el fuerte clamor, y ver que Jesús regresa en las nubes para llevarnos al hogar.

Traducción de Marcos Paseggi

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