Residentes colectan donaciones para mejorar las condiciones de vida de quienes llegan al país.

7 de marzo de 2022 | Jackeline Farah, División Sudamericana y Adventist Review

De acuerdo con una oficina local encargada de asistencia social y derechos humanos, en Manaus, Amazonas, Brasil, en los últimos dos años, 7,980 venezolanos han encontrado refugio en uno de los albergues municipales de Brasil. La última caravana de inmigrantes procedentes de Venezuela arribó al norte de Brasil el 27 de noviembre de 2021. La caravana incluía a 89 personas con unas cuantas maletas y muchos sueños para reconstruir su vida después de varios años de una economía en declive y disturbios sociales.

“Deseo comenzar una nueva vida”, dijo uno de los venezolanos que llegaron recientemente. “Hemos sufrido mucho en nuestro país”, Esta misma persona indicó que, al comienzo, cuando cruzaron la frontera con Brasil, su situación era extrema. “Caminamos todo el trayecto hasta Pacaraima y dormimos en la calle. Fue muy difícil; parecía que nos encontrábamos todavía en Venezuela”, dijo. “Solamente hasta llegar aquí a Manaus las cosas han mejorado después de haber llegado a un refugio”.

Familias asistidas por voluntarios de la Iglesia Adventista reciben una Biblia y un libro misionero. [Imagen: Noticias de la División Sudamericana]

Los refugiados, huyendo del hambre y los disturbios, viven en un estado de vulnerabilidad y llegan a Brasil con altos índices de malnutrición, especialmente los niños. De acuerdo a algunos estudios, 26 de cada 30 niños están mostrando señales de crecimiento retardado. Sufren también de enfermedades de la piel y de un comprometido sistema inmune.

Otra venezolana recién llegada arribó con sus tres niños, un tío y un primo. Dijo lo siguiente: “Creemos en Dios y oramos mucho porque pudiéramos liberarnos de la vida que teníamos en Venezuela. Ahora podemos comenzar a soñar nuevamente”.

Asistencia generosa

Los refugiados han estado por mucho tiempo dependiendo de la ayuda brindada por los residentes de la región, quienes ya han recibido a muchos inmigrantes. Y aquí es donde se hace presente la labor voluntaria de los adventistas del séptimo día, dedicados a hacer más bellas y cómodas las nuevas habitaciones de esas familias. “Nos sentimos gozosos al ver felices a los niños, a las familias recibiendo regalos con un brillo en sus ojos”, dijo la directora regional de Ministerio de la Mujer, Meiryanne Rezzuto. “Estamos poniendo en práctica el amor de Jesús”.

Dirigentes de la iglesia regional dedican un día pintando y haciendo mejoras a uno de los albergues en Manaus donde se están quedando refugiados venezolanos. [Imagen: Noticias de la División Sudamericana]

Uno de los refugios incluye cinco grandes edificios. Recientemente, voluntarios adventistas, incluyendo a quienes prestan servicios en las oficinas regionales de la iglesia, dedicaron un día a pintar el lugar. “Eventos tales como ‘10 Días de Oración’ nos ayudan a enfocar nuestra atención en este tipo de actividades”, dijo el presidente de la Asociación Amazonas-Roraima, Mark Wallace Ribeiro. “Estas iniciativas ayudan a los pastores a vivir una vida de servicio de la manera que Jesús nos enseñó.

Todas las personas en el albergue recibieron una Biblia, una serie de estudios bíblicos, artículos de tocador y de higiene, además de canastas con otros artículos básicos. Estas personas necesitan más que simplemente artículos, dijo la coordinadora Janete Oliveira. “Necesitan conocer a Dios, de manera que puedan soñar nuevamente; necesitan tener una razón para existir y procurar una nueva vida”.

La versión original de esta noticia se publicó en el sitio de noticias  de la División Sudamericana, en portugués.

Traducción – Gloria A. Castrejón

 

 

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