Durante casi seis meses, la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) en Honduras ha estado brindando asistencia a más de 750 familias migrantes que, día a día, llevan a cabo el largo recorrido desde Sudamérica, a través de Honduras, en su viaje hacia el norte.
La asistencia, que comenzó como un esfuerzo por ayudar a familias migrantes de haitianos, hizo que los líderes y voluntarios de ADRA se movilizaran rápidamente para brindarles alimento y necesidades básicas. Más de tres mil haitianos atravesaron las ciudades fronterizas con Honduras y Nicaragua el año pasado.
“Estamos viendo un promedio de 200-300 migrantes haitianos por semana, pero puede fluctuar, dado que en algunas semanas esas cifras se incrementan significativamente”, dijo Luis Trundle, director de ADRA Honduras.
Recepción de la asistenciaEl proyecto buscaba originalmente brindar un conjunto de artículos de higiene personal a cada familia haitiana seleccionada, pero tuvo que ser cambiado a cupones o tarjetas, para que las familias puedan obtener lo que más necesitan en las tiendas de comestibles, explicó Trundle. Aunque la ayuda está destinada mayormente a las familias de migrantes haitianos, el proyecto se ha abierto a familias de otras nacionalidades.
Se estima que llegan a Honduras de 1000 a 1500 migrantes de Venezuela, Cuba, Senegal, Angola, la República Democrática del Congo, y de otros países, dijo Trundle.
Con un cupón que vale 23 dólares, una familia migrante de cuatro personas puede comprar alimentos en lata, pan, galletas, crema de maní, productos de higiene personal, medicamentos y cualquier otra cosa que les ayude en la travesía.
ADRA Honduras ha organizado la asistencia con voluntarios, traductores y coordinadores en Choluteca y El Paraíso, que son ciudades fronterizas cerca de Nicaragua, en las que los migrantes pueden registrarse.Jesús Manueles, directive de respuesta a emergencias de ADRA Honduras, ha estado supervisando la respuesta y garantizando que las familias migrantes puedan conseguir lo que necesiten cuando lleguen. “Cuando cada persona llega a esos refugios específicos, hacen una cita para registrarse y, al día siguiente, son asistidos por voluntarios que les ayudan a comprar artículos con sus cupones”, dijo Manueles. El tercer día continúan su viaje.
Un viaje muy arduo
“Vemos cómo las familias llegan hasta nosotros deshidratadas y exhaustas”, dijo Manueles. “Muchos de ellos llegan tan solo con lo puesto, cargando a sus hijos, doloridos, estresados y hambrientos por no haber comido nada durante tres días”.
Los migrantes reportan que les roban cuatro o cinco veces durante el viaje por las selvas de Centroamérica. “Les quitan todas sus pertenencias, como por ejemplo sus relojes, teléfonos celulares, dinero, y básicamente todo”, dijo Manueles. Las mujeres y jovencitas reportan que a veces son atacadas y violadas, y la mayoría llega con laceraciones en los brazos y piernas, con hongos en los pies y muchas otras infecciones, explicó.“Es desgarrador”, dijo Rony Tabora, directivo de programas de ADRA Honduras que evalúa las necesidades de las familias migrantes y diseña proyectos de asistencia. “He escuchado muchas historias de cómo viajan por doce días por la selva, un viaje que por lo general les lleva seis días. Pero los guías trabajan con sintonía con grupos armados para cansar a los migrantes hasta que nos les quedan alimentos, están exhaustos y desorientados, y entonces les roban sus pertenencias y los abandonan”, dijo Tabora. Muchos están desorientados, y de alguna manera encuentran el camino hasta la siguiente frontera, añadió.
Hay muchas historias tristes, dijo Tabora. Brindar la asistencia que ADRA ofrece a tantos que han quedado sin nada está marcando una diferencia, añadió.
Cuidados durante la crisis de migrantesADRA Honduras ha estado sumamente involucrada en la asistencia a los migrantes ya por varios años, junto con otras organizaciones no gubernamentales, dijo Trundle. Asimismo, además del programa actual de cupones, ADRA ha estado proveyendo de estaciones de hidratación para miles de migrantes que están en tránsito hacia el norte, en coordinación con UNICEF y otras agencias no gubernamentales en las ciudades de Choluteca y El Paraiso.
En este momento, el proyecto de ADRA de asistir a las familias de migrantes casi está llegando a su fin, dijo Trundle. El proyecto fue presupuestado para brindar ayuda a 950 familias de migrantes, gracias a la asistencia de ADRA Internacional y ADRA Interamérica. Los líderes de ADRA Honduras están esperando extender el proyecto por dos meses más. Asimismo, se están haciendo planes de ofrecer juegos de artículos personales en coordinación con la UNICEF.
“Estamos dando esperanza a muchas familias de migrantes”, dijo Trundle. “Nuestro país se encuentra a mitad de camino en su travesía, y para nosotros es maravilloso ser parte de este proyecto”, expresó.
“Queremos que esas familias de migrantes encuentren comodidad y cubran las necesidades básicas aquí en Honduras, como un pequeño oasis, para que así puedan continuar su travesía con un poco más de esperanza”, dijo Trundle.Para ayudar a ADRA Honduras con este proyecto de crisis de migrantes haitianos, puede contactarse con ADRA Interamerica ingresando interamerica.org and/or AQUÍ
Traducción de Marcos Paseggi