13 de junio de 2022 | San Luis, Missouri, Estados Unidos Wilona Karimabadi, Adventist Review

Han pasado muchos años desde que asistía regularmente al departamento infantil de la Escuela Sabática; pero muchos de los cantos entonados desde entonces no han cambiado. Así que cuando me aparecí en la clase de Cuna durante la Sesión de la Asociación General (AG), no pasó mucho tiempo antes de que me encontrara tarareando el canto usado mientras se recibe la ofrenda (“Traigo mi dinero a Jesús”) y, por supuesto, el perenne “Cristo me ama, esto sé”. Como en todos los salones de niños en las escuelas sabáticas de todo el mundo, había pequeñas sillas coloridas (traídas especialmente desde Maryland), minúsculas mesas y toda clase de materiales de enseñanza. Muchos materiales audiovisuales.

Los fines de semana de las sesiones de la AG brindan a cada adventista la oportunidad de adorar junto a miles de compañeros creyentes. Siendo que el sábado es el día más especial, el número de asistentes se intensifica, cuando miembros adventistas de todas partes, que no son delegados o están trabajando en la Sesión, aprovechan la ocasión de unirse a la adoración de la multitud. ¿Y qué sería de una experiencia de adoración el sábado de mañana si no incluyera programación para toda la familia —desde los bebés hasta personas centenarias? Gracias a los increíbles esfuerzos de los departamentos de Ministerio Infantil y del Adolescente y del departamento de Ministerio de Jóvenes, los niños y jovencitos pueden gozar de una experiencia de sábado sin par.

Para los más pequeños y los mayores

Desde los cantos e historias en el departamento de Cuna, hasta las inspiradoras enseñanzas en el de departamento de Jóvenes, por parte de Dwain Esmond, del Patrimonio White, cada detalle ha sido cubierto. Areli Jacquez, procedente de Texas, se encontraba en la clase de Jardín de Infantes ayudando a Norma, su madre (quien dirigía el programa). Esa particular aula contaba con varias estaciones de diferentes actividades y, cada tantos minutos, Norma trasladaba rotativamente a los grupos hasta la siguiente estación. ¿Por qué? “Tenemos diferentes estaciones con el tema de ‘Hormigas’ y lo duro que se esfuerzan y trabajan, para aprender la lección de que Dios no desea que seamos perezosos. Y así como las hormigas son muy trabajadoras, en cada una de las estaciones se enfatiza que Dios desea que también nosotros seamos buenos obreros”, dijo Areli.

Se requería de los padres que permanecieran con sus hijos durante el transcurso de las clases; y muchos padres de hijos más grandes aprovecharon gustosamente la oportunidad de escuchar asombrosos mensajes de parte de Dwain Esmond con los Jóvenes y del recién elegido nuevo director de Jóvenes Busi Khumalo, en la sala de Menores. Incidentalmente, estas clases de “niños mayores” no contaban con asientos coloridos ni llamativos materiales de enseñanza —¡ese es el sacrificio que debe hacerse al crecer!

Aunque los más pequeños probablemente no recuerden el gran regalo de gozar de una Escuela Sabática con niños de todo el mundo, fue una experiencia que sus padres nunca olvidarán. “Me encantó. Porque tuvimos reunidos a niños de todo el mundo y vimos cómo podemos adorar a Dios todos juntos, sin importar de donde venga cada uno y adorarlo con cantos que la mayoría conoce y otros que se pueden aprender. ¡Y tuvieron la oportunidad de ver a tantas personas!” , dijo Annie Schultz Begle, madre de Alice, de tres años. “Ya no puedo esperar a que llegue el día cuando todos los niños estén cantando juntos con el coro de ángeles en el cielo.

¡Y nosotros tampoco!

Traducción – Gloria A. Castrejón

 

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