Un poquito puede ser de ayuda; demasiado es dañino.  Descubre aquí cuánto es demasiado.

11 de julio de 2022 | Loma Linda, California, Estados Unidos | Sheann Brandon, Loma Linda University Health News

El verano está en su plenitud y coincidiendo con las vacaciones escolares, los niños cuentan ahora con varias horas de tiempo libre. Aunque puede haber disponibles numerosas actividades al aire libre, las estadísticas muestran que los niños y adolescentes pasan demasiadas horas frente a una pantalla

De acuerdo a una evaluación llevada cabo por la Academia Americana de Siquiatría Infantil y Adolescente, los niños de entre ocho y doce años en los Estados Unidos pasan en promedio cuatro a seis horas como espectadores o usuarios frente a las pantallas, con los adolescentes pasando frente a ellas hasta nueve horas.

El tiempo frente a la pantalla incluye ver televisión, pasar tiempo frente a la computadora, jugar videojuegos, o pasar tiempo frente a la pantalla de una tableta electrónica o de su teléfono, advirtió Allison Hensley una pediatra general en el Hospital Infantil de la Universidad Loma Linda.

Puntos en favor y en contra
Aunque un tiempo razonable puede ser de beneficio para fines de entretenimiento, educación y  generalmente para mantener ocupados a los niños, esta actividad, sin embargo, no carece de sus desventajas.

La Dra. Hensley dice que el tiempo pasado frente a la pantalla afecta negativamente a los niños y adolescentes de la forma siguiente:

Incrementa el índice de obesidad infantil
Incrementa las enfermedades cardio metabólicas tales como diabetes, hipertensión y enfermedades del corazón
Altera el sueño
Aumenta los problemas de salud mental
Promueve conductas riesgosas de estilo de vida, tales como la ingesta de alimentos y bebidas no saludables, dependencia digital o adicción a la pantalla.

Añade que los medios sociales, particularmente entre niños mayores y adolescentes, pueden ser peligrosos y llevar a una dependencia digital o adicción a la pantalla, depresión, ansiedad y riesgo de exponerse al acoso cibernético, contenido violento o inapropiado para su edad, o explotación sexual.

Cuando es utilizado y supervisado en forma apropiada, el tiempo pasado frente a la pantalla no es del todo malo. “Puede proveer apoyo social que de otra manera podría no recibirse de alguna otra manera, dice la doctora Hensley. “Entre los adolescentes, los medios y las redes sociales pueden aumentar las sensaciones de conexión entre sus compañeros e iguales y pueden promover más diversidad de amistades”.

Otros beneficios específicos de los medios sociales incluyen:

Oportunidades de aprendizaje y educación
Entretenimiento
Comunicación
Mejoramiento del desempeño académico al aumentar el conocimiento y las habilidades de lectura y escritura

Cuánto es demasiado

La pregunta es entonces, ¿cuánto es demasiado? La doctora Hensley dice que la Academia Americana de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés), actualizó recientemente sus recomendaciones para el uso de los medios sociales.

Evitar el tiempo pasado ante la pantalla que no sea para videochat en niños de menos de 18 meses.
Limitar el uso de la pantalla a una hora al día en niños de 2 a 5 años.

Ver juntamente con los niños de 5 años o menos.

Para niños de edad escolar y adolescentes, limitar el tiempo frente a la pantalla a no más de dos horas al día para fines recreacionales; por ejemplo, no incluir dentro de este el tiempo pasado en hacer sus tareas escolares u otros trabajos.

Alternativas útiles

Puede ser más fácil decir que hacer durante el verano en cuanto a que los padres ofrezcan para sus hijos alternativas a los teléfonos o la televisión para entretener a sus hijos mientras no están asistiendo a la escuela. Una lista entre las cuales elegir o de terminar, de tareas personales, tareas domésticas u otras actividades lejos de la pantalla, antes de colocarse frente a la pantalla, podrían proveer alternativas útiles.

La doctora Hensley sugiere las siguientes actividades que pueden ser divertidas y estimulantes tanto para los padres como para los hijos:

Leer o aplicarse en cuadernos de ejercicios académicos para el verano
Asistir a campamentos diurnos de verano
Practicar periodismo
Jugar juegos de mesa
Tener sesiones creativas de juegos
Experimentar con actividades artísticas y manualidades
Construir con bloques o Legos
Encontrar una actividad favorita al aire libre, tal como pasear en bicicleta, jugar afuera o nadar. Involucrarse en habilidades de la vida real, tales como cocinar juntos, hornear, hacer juntos tareas o reparaciones del hogar

Adicionalmente, la AAP recomienda crear un Plan Familiar Personalizado de Uso de Medios Sociales, del cual la doctora Hensley dice que ayuda a las familias a pensar acerca de tales medios sociales y crear objetivos y reglas que coincidan con los valores de la familia.

Es vital el aprendizaje de hábitos de mantenerse activos mientras se es joven.

El enseñarles a los niños acerca de un estilo de vida activa en vez de un estilo de vida sedentario puede ejercer sobre ellos un impacto positivo que perdure por el resto de su vida.

La AAP recomienda que los niños y adolescentes obtengan por lo menos 60 minutos de actividad física entre moderada y vigorosa cada día. Deben incorporarse además actividades de fortalecimiento muscular y óseo durante por lo menos tres veces a la semana.

“Los niños y adolescentes son vulnerables y son fácilmente influenciables; y los hábitos formados en la infancia parecieran que se llevan consigo hasta la edad adulta”, dijo la doctora Hensley. “Por lo tanto, es esencial que los padres les enseñen a sus niños hábitos saludables, tales como el tiempo supervisado que pasan frente a la pantalla y el participar regularmente en actividades físicas”.

La versión original de este comentario se publicó en Loma Linda University Health News.

Traducción – Gloria A. Castrejón

 

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