Una crisis como esta presenta desafíos únicos
6 de septiembre de 2022 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Por ADRA Internacional
A unas cuantas horas desde la invasión de Ucrania el 24 de febrero del presente, el equipo de ADRA dentro de este país ya había recibido centenares de llamadas. Al aumentar las noticias acerca del conflicto, la gente comenzó a comunicarse con las oficinas de ADRA en todo el mundo. Todos se estaban haciendo la misma pregunta: ¿En qué forma podemos ayudar?
Mientras los simpatizantes elevaban sus oraciones y enviaban sus donaciones; y las escuelas, iglesias, negocios y otros lanzaban sus proyectos para levantar fondos financieros, el trabajo de ADRA ya estaba en marcha.
Una crisis como esta presenta desafíos únicos. El personal de ADRA en Ucrania no es solamente personal que responde a emergencias; ellos mismos están siendo tan afectados por la guerra como sus vecinos a quienes continúan prestando sus servicios. Ellos también han sido desplazados de sus hogares, se han quedado ahí mientras los miembros de su familia se han ido a lugares más seguros; han estado encerrados sin acceso a agua y alimentos y han tenido que coordinar sus esfuerzos desde refugios subterráneos mientras bombas son lanzadas desde lo alto.
Pero ellos no estaban solos. La red mundial de la agencia ADRA rápidamente coordinó apoyo y lanzó equipos de respuesta a emergencia internacional a Rumanía y Polonia. Esos equipos proveyeron recursos adicionales a los de Ucrania y ayudaron a los equipos de ADRA en países vecinos al lanzar proyectos de emergencia en favor de aquellas personas que huían del país en guerra.
Al tiempo de la redacción de este artículo, más de 7 millones de personas han desplazadas de sus casas en Ucrania y aproximadamente 6 millones han cruzado la frontera hacia países vecinos y otros más lejanos. A los hombres de edad militar no se les ha permitido abandonar Ucrania, así que la mayoría de los refugiados son mujeres y niños.
En los centros en las fronteras, en donde la agencia ADRA ha estado muy activa desde los primeros días del conflicto armado, las personas que salen de Ucrania han contado sus historias de dolorosas pérdidas y horrorosos escapes.
Masha experimentó la peor de las pesadillas que un padre o madre pueda tener, cuando helicópteros dispararon sobre un puente roto que ella estaba tratando de cruzar con sus dos hijos pequeños. Masha se aferró a ellos fuertemente al apresurarse a entrar en la fría corriente de agua, resbalando al cruzar entre vigas dentadas y pedazos rotos del puente, antes de trepar hasta el terreno plano y salir huyendo apresuradamente..
Elena quedó atrapada en la devastación de Mariupol al ser bombardeada esa ciudad recientemente. Elena perdió la cuenta de los días pasados en un refugio anti bombas que compartió con otros, con muy poca comida y agua, bajo heladas temperaturas. Cuando al fin la encontraron unos amigos y la llevaron a su casa, los bombardeos ocurrieron muy pronto. Su aterradora experiencia continuó a través de su escape de varios días de duración a través de casetas de control fronterizo y activos campos minados.
Nina tenía solamente un año cuando los nazis invadieron su ciudad natal en 1941. Sus padres huyeron con ella a Siberia en ese tiempo, en busca de seguridad; y ahora esta anciana de 82 años es una refugiada nuevamente huyendo de la guerra. Antes de tomar la decisión de abandonar Ucrania, Nina permaneció en su apartamento, siendo que su limitada movilidad le hacía muy difícil bajar hasta el refugio en el edificio de su apartamento cada vez que comenzaban a tocar fuertemente las sirenas de alarma de ataque aéreo. Como refugiada por segunda vez, tiene ahora la posibilidad de mantenerse conectada a través de su teléfono inteligente y lleva con ella preciosos recuerdos en una unidad de memoria USB con sus fotografías favoritas.
¿Cómo está respondiendo ADRA?
Gracias a la generosidad de quienes apoyan ADRA, los servicios de esta agencia continúan en efecto y van a permanecer por tanto tiempo como se necesite.
Dentro de Ucrania, la labor de ADRA incluye la evacuación de personas de zonas activas de conflicto, distribución de alimentos, agua y productos de higiene para casos de emergencia, así como el proveer ayuda en efectivo, lo cual es crucial, siendo que las necesidades de cada persona y familia son únicas.
En países vecinos, la labor de ADRA en centros de bienvenida en las fronteras de Rumanía, Eslovaquia, Moldova y Hungría, incluye el proveer alimentos y agua, ropa, artículos de higiene y otros artículos esenciales, centros de juegos para niños, apoyo sicosocial y suministros para mascotas.
La labor de ADRA se expandió rápidamente para incluir refugiados de Ucrania en países en todo Europa, en donde las oficinas locales de ADRA están proporcionando apoyo adicional, incluyendo lecciones de idiomas, recursos legales, apoyo educacional, dinero en efectivo, actividades sociales y clases, juguetes, artículos de hogar y otras cosas esenciales para largas estadías lejos del hogar.
Traducción – Gloria A. Castrejón