12 de septiembre de 2022 | Collegedale, Tennessee, Estados Unidos | Cheyenne Roth y Hanna Boyd, para Southern Tidings, y Adventist Review
Año por medio, los estudiantes del Colegio Secundario Collegedale en Collegedale, Tennessee, Estados Unidos, tienen la oportunidad de servir a otros más allá de su comunidad. El consejero de la institución, David Djernes, y el director de tecnología de la información Michael Peel planean los viajes misioneros. “Su entusiasmo y conocimientos a la hora de ofrecer un viaje misionero significativo para nuestros estudiantes es excelente”, dijo Christ Massengill, capellán de la institución.
Para 2022, Djernes y Peel habían originalmente planeado llevar un grupo de estudiantes a Siem Reap, Camboya, para ayudar a la escuela y el orfanato Butterfly Paradise, el lugar del viaje misionero anterior del Colegio Collegedale. Una vez que se interpuso el COVID-19, sin embargo, Djernes y Peel tuvieron que cambiar de planes y escogieron una nueva ubicación: un pequeño cabo cerca de la costa de Guanaja, Honduras, conocido como Bonacca.
En octubre de 2021, el cayo experimentó un incendio que destruyó casi la tercera parte de sus edificios. La escuela adventista local fue destruida por el fuego, y lo mismo sucedió con la iglesia adventista de habla inglesa. La comunidad adventista del lugar necesitaba ayuda para reconstruir las instalaciones, y Djernes y Peel ofrecieron a un equipo del colegio como voluntarios.Después de que los estudiantes de la institución llegaron al lugar hace unos meses, el equipo descubrió que el equipo de trabajo de la iglesia estaba atrasado en la tarea de terminar de volcar el cemento de los cimientos y el piso de la nueva escuela. Debido a eso, se identificaron otros proyectos para los voluntarios mientras se continuaban preparando los cimientos. Durante el día, los estudiantes palearon la grava, pintaron las paredes externas de la iglesia, y fijaron las barras de acero para los cimientos de la escuela, entre otras tareas.
Durante el tiempo que pasaron en la isla, los estudiantes del Colegio Collegedale pudieron encontrarse con muchas nuevas personas y experimentar la cultura de la comunidad Guanaja. “Después de trabajar unos días, un grupo de niños del lugar comenzó a acercarse al lugar de trabajo y a mezclarse con los estudiantes”, dijeron los participantes. “Muchos de ellos incluso ofrecieron ayuda con el trabajo, y compartieron risas con los estudiantes de Collegedale”.
Después de días de arduo trabajo, los estudiantes asistieron a la iglesia en sábado y participaron en los cultos de la iglesia local. Ron Smith, pastor de la iglesia adventista de McDonald Road, una de las ocho iglesias de la región del Colegio Collegedale, estuvo a cargo del sermón. Después del almuerzo, el equipo fue a caminar por Guanaja y se hizo de más amigos durante el proceso. Una vez que el grupo llegó a su destino, una playa apartada, se sumaron para participar en un par de juegos y para despedir el sábado. Después de un breve paseo en barco, los estudiantes regresaron a Bonacca, participando en las actividades grupales vespertinas que les ofrecieron los miembros de iglesia.Para finalizar el viaje, los estudiantes participaron de un viaje de 15 minutos en barco hasta una isla privada llamada Graham’s Place. Pasaron el día en la isla, relajándose y disfrutando del cálido sol.
Los participantes describieron el viaje como un gran éxito. “El grupo trabajó para ayudar a que la comunidad de Bonacca pronto tenga una nueva escuela”, explicó uno de ellos. “Los estudiantes de Collegedale saben que siempre recordarán la experiencia que pasaron en el Caribe ayudando a la iglesia y a la escuela, además de crear recuerdos que durarán toda una vida”.
Los líderes del Colegio Collegedale explicaron que esos viajes como el que hicieron a Bonacca, que estuvo diseñado para ayudar a otros, requieren el apoyo de muchas personas. “Los estudiantes del Colegio Collegedale escribieron cartas para recaudar fondos para esa experiencia y para el proyecto, y las organizaciones de la zona también apoyaron el proyecto de reconstrucción”, dijeron.“Los viajes misioneros son una bendición para todos los que participaron”, añadió Peel. “[Esto incluye] a los participantes que viajan a hacer el proyecto, los anfitriones del viaje, y los que apoyan el trabajo que se está llevando a cabo con sus medios financieros”.
Desde que regresaron del viaje, los líderes de la institución han hallado maneras de continuar con la relación entre el Colegio Collegedale y la iglesia, escuela y comunidad de Bonacca. Además de un plan en años múltiples para que los estudiantes de escuela secundaria retornen anualmente para ayudar con las necesidades de Bonacca y las zonas aledañas, los estuantes de escuela primaria también tendrán oportunidades de servir a otros. “Es nuestra intención que el Colegio Collegedale continúe teniendo una relación estrecha con ellos y ser una institución hermana”, dijo Tabor Nudd, capellán de la escuela primaria del Colegio Collegedale. “Nuestro plan es que los estudiantes [de la escuela primaria] ayuden desde lejos de varias maneras, lo que incluye amigos por correspondencia, interacción de los estudiantes en línea, colaboración entre docentes, y recaudación de fondos para diversos proyectos que ayuden esa escuela”.
Los líderes del Colegio Collegedale dijeron que la institución se siente bendecida por esta y otras oportunidades de llevar a cabo un esfuerzo para servir a otros. “La perspectiva de ayudar a largo plazo, y establecer relaciones y conexiones nos entusiasma”, dijeronLa versión original de esta noticia fue publicada en Southern Tidings.
Traducción de Marcos Paseggi