30 de marzo de 2023 | Berrien Springs, Míchigan, Estados Unidos | Isabella Koh, Universidad Andrews, y Adventist Review
Daniel Gonzalez-Socoloske, profesor de biología en la Universidad Andrews, becado de Fulbright, y explorador de la National Geographic, completó hace poco un viaje extendido de investigación a la Cuenta del Amazonas de Brasil, donde estudió técnicas de detención alternativa de los manatíes del Amazonas.
Gonzalez-Socoloske, que se especializa en ecología y conservación de mamíferos, pasó cinco meses en varios lugares del Amazonas, analizando interacciones de especies y participando de los esfuerzos de preservación.
“Estoy interesado específicamente en cómo las especies se adaptan a los diversos ambientes donde viven, y de qué manera modifican esas adaptaciones cuando se producen cambios a esos ambientes inducidos por los seres humanos”, dijo. “Uno de los aspectos principales de comprender la ecología de las especies es saber dónde están y cuántas hay. Algunas de esas preguntas básicas representan realmente un desafío con algunas especies. Los manatíes pueden ser sumamente enigmáticos, en particular los manatíes del Amazonas, donde su hábitat es casi por completo aguas oscuras. Esto hace que sea realmente muy, muy difícil estudiarlos.
En 2020, Gonzalez-Socoloske recibió un premio del Programa de Investigadores de Estados Unidos de Fulbright, por su proyecto de investigación “¿Puede la tecnología de sonar ayudar a la detección y monitorización del vulnerable manatí del Amazonas?” En 2022, se convirtió en Investigador de la National Geographic, y recibió una beca para financiar el proyecto actualizado titulado “Investigación de los sirenios con el sonar: Uso de la tecnología moderna y el conocimiento tradicional para contar los manatíes del Amazonas”.
“Fue un inmenso honor”, dijo. “Ambos están relacionadas con mi período sabático, donde pude ir a Brasil y pasar un período extendido de tiempo trabajando en este proyecto específico”.
Gonzalez-Socoloske viajó al lugar de investigación en mayo de 2022, donde se reunió y colaboró con varios otros investigadores, incluidos Miriam Marmontel, especialista en mamíferos acuáticos brasileños; Gordon Hastie, investigador principal en la Universidad de St. Andrews, Escocia; y Jason Gulley, geólogo de la Universidad Sur de Florida y fotógrafo profesional independiente. Durante su estadía, Gonzalez-Socoloske también incorporó a cazadores locales en el equipo como forma alternativa de detección de los manatíes.
En proyectos de investigación del pasado, Gonzalez-Socoloske ha experimentado con el sonar de escaneo lateral para detectar los manatíes, pero en este nuevo proyecto utilizó un nuevo tipo de dispositivo: el sonar de haces múltiples. “Es mucho más caro, más técnico, pero nos permite detectar movimiento. Ahora vemos un video en lugar de una imagen inmóvil, lo que cambia por completo el proceso”, dijo. “Pude captar las primeras grabaciones de los manatíes del Amazonas cuando nadan en su hábitat natural. Estamos realmente entusiasmados por este avance”. La tecnología de vanguardia opera en frecuencias muy por encima del rango de audición de los animales, por lo que están seguros, pero permite la posibilidad de estudiar las interacciones entre los manatíes y su medio ambiente.
Gracias a esta nueva estrategia, Gonzalez-Socoloske y su equipo puede detectar manatíes manualmente tanto en ambientes semicautivos como totalmente salvajes. El siguiente paso del proyecto incluye crear un algoritmo que pueda registrar las firmas de los manatíes, de manera que los datos recolectados puedan ser analizados mediante una herramienta de autodetección. El algoritmo estará basado en un programa existente creado en la Universidad de St. Andrews, que se está usando actualmente para identificar focas. Una vez que esté completo, dijo Gonzalez-Socoloske, “para aumentar esto, la idea es tener múltiples sonares instalados en ubicaciones claves, donde sabemos que vendrán los animales a un momento particular del ciclo de vida. Podemos aprovechar eso para tratar de contarlos.
Los esfuerzos de protección de las especies se basan en la creación de un sistema de cuantificación estandarizada, algo que aún no existe para el manatí del Amazonas. “No podemos proteger algo cuando no podemos afirmar en último término que sus números están disminuyendo, son estables, o están aumentando”, dijo Gonzalez-Socoloske. Los hallazgos de este proyecto representan la primera etapa en la creación de un sistema estándar y formación de medidas oficiales para su protección. Y añadió: “Es un inmenso paso adelante en términos de conservación de las especies, porque comenzará a brindarnos un panorama más claro de cuántos son. Brinda a los coordinadores una herramienta para hacer frente a los cambios poblacionales en tiempo real”.
Los esfuerzos de investigación de Gonzalez-Socoloske siguen adelante. Durante el receso de primavera de este año, dirigió a un grupo de estudiantes de biología a un viaje académico a Florida. Mientras estaba allí, llevó a cabo una presentación en forma remota en la conferencia de la Academia de Ciencias, Artes y Letras de Míchigan, que este año se llevó a cabo en el campus de la Universidad Andrews.
La versión original de esta noticia fue publicada por la Universidad Andrews.
Traducción de Marcos Paseggi