En un mundo donde el servicio desinteresado brilla como un faro de esperanza, queremos detenernos un momento para honrar a nuestros hermanos laicos, que con su compromiso iluminan nuestros templos y nuestras vidas de una manera especial.
Su dedicación, servicio y amor construyen los cimientos de nuestra comunidad. El impacto de sus acciones y compromiso con la misión se extiende más allá de lo que podemos ver.