Cada año la iglesia en Interamérica dedica un día especial para reconocer la invaluable labor de los maestros adventistas. Son hombres y mujeres que, en las aulas y fuera de ellas, modelan valores, inspiran a sus estudiantes y forman generaciones para el servicio a Dios y a la sociedad.
No importa si trabajan en instituciones educativas de la iglesia o en otros espacios: todos ellos aceptan el desafío de educar con excelencia y con fe. En muchos lugares, se realizan ceremonias de reconocimiento con certificados, medallas o expresiones de gratitud por los años de servicio.
Este día es una invitación a orar por nuestros educadores, a expresarles gratitud y a renovar el compromiso de apoyar la misión educativa adventista, cuyo propósito final es preparar a niños y jóvenes para esta vida y para la eternidad.