El día de oración por los niños en riesgo nos
brinda la oportunidad de iniciar proyectos con nuestros
niños para beneficiar a otros niños.
En el periódico y los medios de comunicación encontramos
miles de historias de personas que sufren y
lloran y muy pocos hacen algo por auxiliarlos y aminorar su
sufrimiento.
Los niños son sensibles al dolor ajeno, muchas veces
no saben cómo hacerle , pero si un líder se encarga de encauzarlos,
seguramente realizarán actos heroicos como el de
Vivienne Harr.