Silver Spring, Maryland, Estados Unidos …. [Mark A. Kellner/ANN]
Roscoe Howard, un secretario asociado de la iglesia mundial Adventista del Séptimo Día, también secretario asociado de la región norteamericana,relató su historia a sus colegas en la sede de la iglesia el 15 de noviembre, de cómo salió ileso despùes de pasar cinco dìas bajo el fuego cruzado entre tropas francesas y nativos de Costa de Marfil. Dijo que apreciaba tanto la protección de Dios, como la bondad de otros en medio de la crisis.
«Aprendí algo acerca de la humanidad durante la experiencia», dijo Howard. «En las crisis, hay personas que se ayudan recíprocamente.El Señor nos protegió», añadió. Cuando se iniciaron las escaramuzas, Howard era uno de varios funcionarios de la iglesia mundial adventista que asistía a reuniones de negocio en Abidjan. Otros líderes regionales permanecieron en Abidjan por unos días más antes de ser evacuados hacia sus países de procedencia.
Según Howard, el cerco al hotel donde se hospedaban, que eventualmente fue convertido en cuartel de operaciones para las Fuerzas Especiales francesas, tuvo sus comienzos el 6 de noviembre, despuès de una confrontación entre el ejército de Costa de Marmil y las tropas francesas encargadas de mantener la paz. Nueve soldados francese de las Fuerzas Especiales de Paz y un civil estadounidense murieron en el ataque por las fuerzas de Costa de Marfil. Francia respondió con un un ataque aéreo que acabó con la débil fuerza aérea del pequeño país.
Creyendo que la retalición era una ola inicial de un esfuerzo de parte de Francia para derrocar el gobierno del país, miles de residentes se lanzaron a las calles para protestar la acción francesa y buscar franceses con el fin de hacerles daño. Howard vio la multitud de los alzados acercarse al hotel y formaban una fila que se extendía hasta el centro de Abidjan. La presencia de las tropas francesas ofreció protección adicional a los huéspedes. Howard pudo tomar escenas del levantamiento usando la cámara de su celular.
Mientras Howard, Ray Wahlen, asistente tesorero de la iglesia mundial adventista y Goowill Nthani, un empleado de Adventist Risk Manament (Compañía de Seguros Adventista) en Zaire se encontraban en el Hotel Intercontinental en Abidjan, Gerald Karst, un vice presidente de la iglesia adventista mundial se hospedaba con amigos en otra sección de la ciudad. Karst fue evacuado y actualmente se encuentra en Johannesburg, África del Sur, en gestiones de negocio. Erkki Haapasalo, anterior presidente de la iglesia en Finlandia, que recién había tomado poseción de su cargo de presidente de la iglesia en Gambia, también fue evacuado por aire.
Howard dijo que una secuencia de milagros le ayudaron a él y a Wshlen a salir de aquel país azotado por el conflicto. Primero, un soldado francés lo puso en la lista para ser evacuado y luego se le proveyó un asiento en un avión fletado de la Embajada de Estados Unidos. Cuando empleados de la embajada dijeron que necesitaba $600 dólares en efectivo para que Wahlen y Howard salieran, alguien a quien Howard jamás havía visto antes, prontamente ofreció prestar el dinero ($300 para cada uno). Los líderes regionales adventistas se reunieron en Abidjan y, aunque con restricciones para moverse localmente, pudieron terminar sus reuniones anuales de negocios. El edificio de la iglesia se mantuvo en parte porque está situado aproximadamente a 70 pies o 21 metros del palacio presidencial que es resguardado celosamente por los nativos.
Los efectos del confinamiento de cinco días fueron más fáciles de soportar cuando Howard y Wahlen, finalmente, alzaron vuelo de Abidjan a Accra, Ghana. «Sigo orando por ese país», dijo Howard a un reportero de Prensa Asociada al aterrizar en Accra.
Durante el año 2002, cerca de 8,300 cristianos adventistas del séptimo día se reunían para adodrar en 43 congregaciones en Costa de Marfil.