Bracknell, Inglaterra, 28 de noviembre de 2006 …. [Helen Pearson/ Depto. Noticias de la División Trans Europea/Personal de ANN]

Nadie pronunció una palabra audible en un servicio de adoración silenciosa en el Newbold College, la semana del 23 de noviembre. Nadie cantó un himno, ni predicó un sermón. No hubo música ni recolección de ofrenda. Este fue un evento de primera vez para esta institución de educación superior perteneciente a la Iglesia Adventista.

Quiet Church (la iglesia tranquila) fue el principio de una serie mensual que ofrece a los estudiantes, el personal y la comunidad en general, una oportunidad para tomar tiempo para estar con Dios y unos con otros en un espacio tranquilo. Salisbury Hall, uno de los pasillos de asambleas en la institución, estuvo abierto y con baja iluminación durante dos horas y media durante la tarde. Miembros del personal, estudiantes y miembros de la comunidad vinieron y se retiraron tranquilamente en el tiempo de su elección, para orar, reflexionar, meditar o leer la Biblia y otro material devocional disponible.

“El propósito de Quiet Church es proveer un espacio tranquilo donde las personas puedan estar con Dios”, dijo el decano estudiantil, pastor Henrik Jorgensen, uno de los organizadores de Quiet Church. “En silencio podemos escuchar la voz de Dios, que a menudo es ahogada por el ruido de otras actividades y otra gente, incluso durante la adoración. En Quiet Church queremos darle a la gente una oportunidad simplemente para estar con Dios y realmente escuchar lo que Dios pueda estar diciéndoles. Nuestro lema para esta actividad es 'Deja que Dios sea Dios'”.

Entre 20 y 30 personas llegaron al lugar durante el servicio. Un miembro de la comunidad de Newbold, inicialmente dudoso acerca de la idea, reflexionó: “Después de un día ocupado y ruidoso, yo quería paz, no compañía. Pero en casa siempre hay algo para limpiar, doblar, planchar, cocinar, observar o responder. Puede ser difícil encontrar paz, incluso en un lugar tranquilo. De una manera en cierto modo renuente, me dirigí a Salisbury Hall. Inmediatamente, un ambiente de paz que saturaba el recibidor hizo relajar algunas de mis defensas. Una nota introductoria me dio algo en lo cual enfocarme, mientras entraba en la habitación grande –sólo había unos pocos ahí. Así era mejor, inclusive, no esperaba interactuar con nadie en ese momento”.

“Luces bajas y velas dominaron las distracciones. Durante todo mi tiempo en ese lugar –en silencio—hablé, canté, hice preguntas, escuché, hablé en voz alta, reí, lloré, y finalmente, descansé. Otros llegaron y se fueron. Hubo intercambio de sonrisas, pero no se sintió ninguna intrusión. Me sentí con una tranquilidad y confianza que no había sentido por largo tiempo”.

Los organizadores de Quiet Church dicen que han tenido muchas solicitudes relacionadas con llevar a cabo un programa semejante en las mañanas de sábado. También han tenido contacto de otros adventistas desde otras partes del mundo, a quienes les gusta la idea.

La próxima jornada de Quiet Church será el 6 de diciembre desde las 8 hasta las 10:30 p.m. en el Newbold Church Centre.

Derechos Reservados ® 2006 por Adventist News Network

Image by ANN. Helen Pearson/ANN
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