Suva, Fiji, 8 de diciembre de 2006… [Allen Steele/Personal de ANN]
Líderes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Fiji se han unido con otras denominaciones cristianas al condenar el golpe del comandante militar Frank Bainimarama’s. En una veloz toma esta semana, Bainimarama echó fuera al gobierno elegido democráticamente bajo el primer ministro Laisenia Qarase.
Lideres de la iglesia en Fiji informan que hasta ahora no ha habido violencia física, y que la ciudadanía ha sido capaz de mantener el comercio de manera normal. Ellos han apelado a los líderes de la nación isleña a rechazar el uso de la violencia para resolver el conflicto.
La toma sucedió después de una semana de graduaciones, después que los estudiantes habían regresado con seguridad a sus casas. Han sido establecidos controles de carretera, pero de acuerdo con los habitantes de la región, el transporte entre las principales ciudades de Nandi, Lautoka y Suva no está siendo restringido.
El pastor Tom Osborne, presidente de la iglesia en la misión de Fiji, está muy preocupado acerca de la situación que se está desarrollando, y ha tomado una posición preactiva, haciendo un llamado al diálogo, la justicia y el perdón, para restaurar la paz y la estabilidad en el país.
Como una manera de avanzar, Osborne está urgiendo a quienes están involucrados en el conflicto a nivel nacional, a “ejercitar un ministerio de reconciliación, y a actuar como embajadores de buena voluntad, apertura y perdón».
En una declaración presentada a la prensa de Fiji y al gobierno en la parte inicial del conflicto, Osborne dijo: “La Iglesia Adventista del Séptimo Día urge a las autoridades gubernamentales a impulsa un final rápido para esta crisis actual, sobre la base de la los principios cristianos, morales y éticos de los derechos humanos, y negociaciones de buena fe que sean justas para todos los involucrados, y puedan conducir a mejores relaciones”.
Además, la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Fiji pidió a todos sus miembros, junto con la comunidad de fe en el gobierno, para orar por la ayuda divina en la restauración de la paz y la buena voluntad en la nación. En el evento de que la violencia pueda erupcionar, el gobierno ha pedido la evacuación a los ciudadanos de otras nacionalidades en la nación.
Con una feligresía de 25.000 personas en Fiji, la Iglesia Adventista es una de las denominaciones líderes en la nación. Oficiales de la iglesia en ese lugar dicen que la intervención militar prolongada podría estorbar la comunicación y el transporte hacia Fiji, ciudad que actúa como sede para la Unión Trans Pacífico, y ministra una cantidad de naciones isleñas en el Pacífico Sur.
El pastor Lawrence Tanabose, presidente de la iglesia en la Unión Trans Pacífico, declara que la iglesia en Fiji continuará apelando porque “los principios cristianos prevalezcan durante este crucial período de tensión política”.
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