18 de septiembre de 2014 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | ANN
Los líderes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día están invitando a los miembros para que se unan al Día Internacional de la Paz de las Naciones Unidas este próximo domingo 21 de septiembre, respondiendo a un llamado para tener un minuto de silencio a la hora del mediodía para orar.
En declaraciones preparadas para ese día, Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, instó a las personas para que reflexionen sobre la paz. «Tenemos que extinguir los fuegos del extremismo y enfrentar las causas del conflicto. La paz es un largo camino que necesitamos cubrir juntos, paso a paso, comenzando hoy mismo».
La Iglesia Adventista ha promovido los esfuerzos de paz desde su mismo comienzo. En su declaración más reciente sobre el tema, dada a conocer en 2002, la Iglesia Adventista reconoció que «Cristo quiere que sus seguidores sean pacificadores en la sociedad y, por lo tanto, los llama bienaventurados».
John Graz, director del departamento de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa de la Iglesia Adventista mundial, expresó: «La paz duradera no puede ser construida sin el desarrollo de la educación, la salud, la justicia y la libertad para todos. Es por ello que la Iglesia Adventista ha hecho una gran inversión en escuelas, hospitales y organizaciones que promueven la libertad de conciencia».
Graz describió el Día Internacional de la Paz como un «tiempo para fortalecer los ideales de paz, y para celebrar a los que dedican sus vidas para hacer la paz».
Homer Trecartin, presidente de la Unión de Oriente Medio y Norte de África de la Iglesia Adventista, dijo: «Creo más que nunca que la paz real se hará realidad cuando estemos dispuestos a seguir el ejemplo de Jesús y sufrir el mal sin buscar la venganza o represalias».
Guillermo Biaggi, presidente de la División Euroasiática de la Iglesia Adventista, dijo que paz es algo difícil de lograr y fácil de perder. «Necesitamos basarla en un fundamento inamovible, más fuerte y más permanente que las palabras, los tratados y los acuerdos humanos. Si queremos que la paz llegue a ser verdadera para nuestra vida y las sociedades modernas, necesitamos oran con sinceridad al Señor y contar con Aquel que expresó: «Yo soy el camino, la verdad y la vida».
Traducción de Marcos Paseggi