11 de octubre de 2014 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Andrew McChesney – Adventist Review

Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día mundial, dijo que Satanás estaba usando cualquier medio a su disposición para tratar de destruir a la Iglesia Adventista y neutralizar su misión de proclamar la pronta venida de Jesús.

Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista mundial, predica el sermón del sábado en el Concilio Anual, el sábado 11 de octubre. Imagen por Ansel Oliver

El Pastor Wilson, hablando en un sermón que es también su anual mensaje pastoral mundial, dijo que las tácticas del diablo incluyen ecumenismo, enfoques carismáticos sobre la adoración y ataques contra la comprensión de la profecía bíblica y añadió que él ha sentido personalmente los ataques en semanas recientes con la muerte de un nieto, de nacimiento prematuro, y el descubrimiento de que otros dos nietos sufren de serios problemas de salud.

Pero instó a los dirigentes de la iglesia que lo escuchaban en el Concilio Anual –una importante reunión de negocios de la iglesia- que se unieran a él al someterse a Dios y a ponerse juntos de parte de las creencias bíblicas distintivas de la Iglesia Adventista, independientemente de que tales enseñanzas fueran ridiculizadas como impopulares o políticamente incorrectas.

“En estas peligrosas escenas finales de la historia de esta Tierra, recuerden que el diablo trata de neutralizar cualquier y toda cosa que hacemos —incluyendo este Concilio Anual”, dijo al repleto auditorio en las oficinas mundiales de la iglesia en Silver Spring, Maryland. “A través del poder de Dios, seamos totalmente respetuosos, amantes e imitadores de Cristo en nuestras discusiones e intercambios durante este Concilio Anual, en cualquiera de los temas en los que hablemos”.

El Concilio Anual tiene varios asuntos para discutir, incluyendo el de si la iglesia mundial debe revisar parte de la redacción de sus 28 Creencias Fundamentales y si hacer efectiva la ordenación de mujeres. Los 338 miembros del Concilio Anual decidirán si deben enviar esos asuntos para un voto final, a la próxima Sesión, en julio, de la Asociación General, que es el organismo de gobierno máximo de la iglesia mundial.
El presidente Wilson expresó su gratitud a Dios por traer entre los delegados un “bello espíritu” en las reuniones previas al Concilio Anual. Dio a conocer una apelación de parte de los directivos de la Asociación General y divisiones, a los delegados al Concilio Anual, suplicándoles que mantengan un espíritu cristiano aun cuando surjan diferencias de opinión.

“Nuestro comportamiento y actitud humilde a través del poder de Dios, dirá mucho a quienes nos están observando”, dijo al leer la apelación. “Pedimos seriamente que hagamos todo lo que esté en nuestro poder para fortalecer la iglesia y este precioso movimiento adventista”.

Puedes leer el texto completo del sermón en HERE.

Dijo también que Apocalipsis 13 señala un plan satánico doble para destruir al pueblo de Dios de los últimos días: una guerra ideológica de mentiras y errores que desafían la verdad y una rotunda persecución que culmina en el decreto de muerte contra aquellos que obedecen las leyes bíblicas de Dios.

“Aunque la persecución a larga escala vendrá ciertamente, actualmente Satanás está tratando de obrar desde dentro para debilitar la iglesia, a través de disensión, discordia y conformidad con el mundo”, dijo.

Tácticas destructivas de Satanás

Señaló repetidamente hacia las Escrituras y los escritos de Elena G. White, cofundadora de la Iglesia Adventista, como la forma de discernir la voluntad de Dios, durante los 70 minutos de sermón, que fue acentuado por frecuentes “amenes”. En cierto momento instó a los delegados al Concilio Anual, a asegurarse de que no estaban leyendo la Biblia al revés.

“Cuando se lee la Biblia al revés, se obtiene también una comprensión al revés de la misma”, dijo, citando un refrán africano que escuchó en un viaje reciente.

Señaló específicamente el método histórico crítico de interpretación bíblica como indeseable, diciendo que anublaba los temas y tópicos de la Biblia.
“Al procurar conocer la voluntad de Dios a través del estudio de la Biblia, no debemos hacerlo a través de extrañas interpretaciones y emplear una gimnasia interpretativa para llegar a conclusiones que no son evidentes en una llana lectura de la Palabra”, dijo.

El Pastor Wilson, que ha hecho del llamado al “reavivamiento y reforma” la nota distintiva de su presidencia, mencionó varias otras formas en que ve al diablo buscando destruir a la Iglesia Adventista, incluyendo:

Inspirar la creencia de que la reforma en la iglesia significa abandonar doctrinas distintivas, a fin de que sea más fácil para las personas hacerse adventistas.
Usar tradición y filosofía para destruir la fe en la Biblia.
Instar a la gente a apartarse independientemente del cuerpo de la iglesia.
Promover música y enfoques de adoración carismáticos y pentecostales que enfocan la atención en quienes dirigen el servicio en vez de en la verdadera adoración de Dios.
Distraer a la gente con actividades seculares, tales como los deportes competitivos, la Internet, los medios de comunicación, los tratos financieros y el materialismo.
Fomentar malos hábitos de salud y falta de respeto a las leyes naturales de Dios, enfermando así la mente y anublando los sentidos.
Despertar escepticismo en cuanto a la veracidad del registro bíblico sobre el origen de la vida y la historia primitiva.
Difundir el espiritismo.
Promover el ecumenismo o cooperación y mejor entendimiento entre otras religiones cristianas con el propósito inalcanzable de unidad cristiana universal.

El Pastor Wilson advirtió fuertemente contra la asociación con grupos ecuménicos.

“No sucumbas ante la tentación de intimar tanto con otras organizaciones religiosas, que caigas en la trampa del diablo de neutralizar tu propia eficacia, a través de lazos ecuménicos no bíblicos”, añadió.

Los adventistas deben evitar también el invitar a ministros de otras denominaciones a predicar en las iglesias adventistas el sábado, dijo.
Pero enfatizó que era importante para los adventistas ser amigables con personas de otras religiones, ser líderes en asuntos públicos y libertad religiosa y compartir con el público su amor por Jesús.
Tragedia en la familia Wilson

Para hacer personal su mensaje, el Pastor Wilson, relató una serie de adversidades que han caído sobre su familia y que ligó con la guerra de Satanás contra la iglesia. Él y su esposa, Nancy, tienen tres hijas casadas y ocho nietos.

Edward, el hijo de dos años de su hija mayor, está sufriendo numerosos problemas neurológicos después de que ocho meses de tratamiento contra el cáncer, lo dejaron libre de cáncer, pero con anticuerpos que están atacando su cerebro, explicó.

“Damos gracias a Dios porque Edward está mostrando cierta mejoría con el tratamiento, pero el alcance de su futura recuperación es todavía incierto”, añadió.

A un segundo nieto, James, de 15 meses de edad, nacido a su hija mediana, se le ha diagnosticado una rara mutación genética que se ha detectado solamente en otras dos personas en el mundo. Hace tres meses, la hija menor perdió su tercer hijo.

“Después de un nacimiento prematuro a los cuatro meses de gestación, sostuvo en su mano un bebé varón perfectamente formado”, dijo el Pastor Wilson. “Cuando el Señor regrese, este pequeño niño de Catherine le será entregado en sus brazos y crecerá en el cielo”.

Dijo, sin embargo, que el diablo no iba a tener éxito en ningún esfuerzo por neutralizar el testimonio de su familia.

“Durante aproximadamente el último año, el diablo ha tratado de neutralizar a cada a una de mis preciadas hijas, sus familias y a nosotros como padres. Pero no va a tener éxito porque Dios es quien está al control”, dijo provocando sonoros “amenes” de parte de la audiencia.

“Todos estamos juntos en esto”

El Pastor Wilson advirtió que ninguno de quienes escuchaban su sermón en el auditorio principal del edificio de la Asociación General, quedaban exentos a los ataques del diablo.
“Todos estamos juntos en esto,” dijo. “Hay muchos en esta sala que están pasando por situaciones peores”.

Mirando más allá de problemas internos de la iglesia, el Pastor Wilson dijo que Satanás estaba también atacando a la iglesia desde otros frentes, incluyendo el brote de ébola en el occidente de África y la violencia en Irak, Siria y Ucrania.

A pesar de las dificultades, el Pastor Wilson hizo un llamado a los delegados a proclamar valientemente el mensaje peculiar de la Iglesia Adventista.

“Aléjense de cualquier cosa que mine nuestro mensaje o anuble nuestras creencias distintivas”, dijo. No sean tentados del diablo a mezclarse entre la multitud o a tratar de estar “políticamente correctos”. No proclamen un cristianismo genérico o de un Cristo de gracia barata que no señale hacia las verdades bíblicas distintivas a ser declaradas mundialmente, que es la razón misma por la que se organizó la Iglesia Adventista”.

Los dirigentes de la iglesia se pusieron de pie cuando el Pastor Wilson concluyó con un llamado a unirse a él en sumisión al poder de Dios y pidiendo su protección contra los ataques del diablo.

“Nuestra única esperanza futura estriba en nuestra conexión personal con Cristo”, dijo. Nuestra esperanza como pueblo de Dios, tu esperanza y mi esperanza, están fundadas en nada más que la sangre de Cristo y su justicia”.

Traducción por Gloria A Castrejón

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