12 de octubre de 2014 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Andrew McChesney – Adventist Review
La Iglesia Adventista del Séptimo Día ha alcanzado la suma de 18.1 millones de miembros por primera vez, pero el secretario de la Iglesia Adventista mundial, G. T. Ng, no lo está celebrando.
El secretario Ng expresó consternación en relación a las cuantiosas pérdidas.
“Es fácil bautizarlos, pero es más difícil mantenerlos”, dijo en una entrevista.
“La retención y el sustento spiritual de esos miembros debe estar del mismo lado de la moneda, pero aparentemente los bautismos tienen más glamour: ‘¡Mira a cuántos he bautizado!’”, dijo. ‘¿Atención espiritual? ¿A quién le importa? No hay gloria para mí en eso’. Así que tenemos un inherente problema: pérdidas, serias pérdidas. Pero no muchos hablan acerca de ello”.
G. T. Ng, hizo su punto al hablar acerca de ello el domingo, cuando presentó un informe anual de feligresía ante el Concilio Anual, una reunión grande de negocios de los dirigentes de la iglesia mundial en las oficinas de la Iglesia Adventista en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos.
La membresía de la Iglesia ha aumentado en un 1.5 por ciento, hasta alcanzar 18, 143,745 millones de miembros, de 17, 881,491 que había el año pasado, de acuerdo a los datos presentados. Como en los últimos diez años consecutivos, más de un millón de personas se han unido a la iglesia —1, 091,222, para ser exactos; pero al mismo tiempo, 828,968 personas -la cifra anual más alta en una década- fueron borradas de los libros de la iglesia, ya sea por causa de defunción, por haber dejado la iglesia o por paradero desconocido.
Algunas de las pérdidas reflejan la acción continua de las Iglesias locales de auditar sus libros para eliminar los nombres de miembros de paradero desconocido, que no han estado asistiendo a los servicios de adoración por cierto tiempo”, dijo David Trim, el principal archivista de la iglesia mundial que compila los datos.
Sin la auditoría, la feligresía de la iglesia sería hoy de 25 millones, dijo el secretario Ng.
Al presentar otra estadística difícil, dijo que han sido bautizadas 31.8 millones de personas durante los últimos 40 años, mientras que 11.4 millones de ellas han dejado su feligresía o son de paradero desconocido. Esta cifra no incluye a los que han fallecido.
Muchas de esas personas dejaron la iglesia porque su iglesia no los atendió apropiadamente, añadió el secretario en la entrevista.
Como ejemplo reciente, los últimos adventistas que fueron bautizados después de una serie se evangelización en una pequeña población del norte de India, en el 2005, se convirtieron de nuevo al hinduismo en el mes de agosto. Este incidente, que llenó los titulares de los medios de comunicación en India, despertaron los temores entre los cristianos de que las reconversiones hubieran sido forzadas, lo cual es ilegal en el país.
Pero un equipo de trabajo especial, enviado por la iglesia adventista a la población de Asroi, encontró que los 33 ex adventistas habían recibido muy poco apoyo de parte del liderazgo de la iglesia, desde su bautismo en el 2005, y que al mismo tiempo habían sido procurados ansiosamente por activistas hindúes. Solo unas seis personas quedaron en los libros de feligresía de la iglesia cuando tuvieron lugar las reconversiones.
Los dirigentes de la iglesia en la División Sudasiática, que incluye India, están haciendo un esfuerzo por buscar esas almas después de la pérdida.
“Tenemos que atender con cuidado a los nuevos miembros y ayudarlos a estar cimentados en la palabra”, dijo T. P. Kurian, director de Comunicación de la División Sudasiática en un reciente mensaje electrónico.
El domingo, el secretario Ng defendió también la práctica de contar los miembros y dijo que no debe compararse con el censo ordenado por el rey David, en el Antiguo Testamento, que dio como resultado el castigo de Dios. Dijo que las acciones de David en ese caso eran una exhibición de arrogancia y orgullo.
“Cuando contamos los miembros de la iglesia, tenemos que contarlos con humildad”, dijo.
El cómputo, dijo, es simplemente “un informe acerca de lo que el Maestro ha hecho».
Al elaborar su punto durante la entrevista, se refirió a tres parábolas de Jesús en Lucas 15.
“No hay nada malo en el conteo mismo”, dijo. “Después de todo, Jesús ‘contó’ en las tres parábolas, ¿no es cierto? La mujer contó sus 10 monedas y encontró que había perdido una. El pastor contó solamente 99 ovejas. El padre perdió un hijo. No hay de nada malo en contar”.
Entre otras estadísticas, el secretario Ng hizo notar que el crecimiento se estaba estancando en los países del hemisferio norte y Australia, pero que era explosivo en el hemisferio sur, especialmente en Centroamérica y Sudamérica, África y Asia del Sur. Más aun, dijo que el modesto crecimiento que se estaba produciendo en Norteamérica y Europa, se debía a los emigrantes del hemisferio sur.
Europa presenta todavía más desafíos, dijo. La Iglesia tiene tres divisiones en Europa, un legado de su larga presencia en el continente; pero la membresía es muy pequeña. La División Transeuropea, que incluye el Reino Unido, es la más pequeña de todas las 13 divisiones de la iglesia, con un total de 84,428 miembros.
“Así que las divisiones se preguntan, ‘¿Hacia dónde vamos?’”, dijo. “Es muy duro”.
La Unión Británica, por ejemplo, tiene 34,512 miembros, un incremento neto de 464 personas, de 34,048 que tenía un año antes. La mayoría de los miembros son emigrantes.
“¿Y qué acerca de los ingleses nativos?”, dijo. “Quiero decir, ellos nacieron allí. Son de allí. ¿Qué acerca de ellos? ¿Estamos haciendo algo por ellos? Esas son interrogantes difíciles”.
Dijo también que las historias misioneras usualmente terminan en una nota elevada y dan la impresión de que la obra tuvo éxito. Pero dijo que las estadísticas presentan otro lado de la imagen: Gran parte del mundo no ha tenido la oportunidad de escuchar acerca de la primera venida de Jesús, menos aun de la segunda.
Dijo además que se cuenta con presencia de la Iglesia Adventista en unos 230 países, pero otros 22 países reconocidos por las naciones Unidas, permanecen sin penetrar con nuestro mensaje. Más aun, un país puede tener una gran población de adventistas, pero todavía tener grupos significativos de personas sin un solo adventista. En Kenia, muchos de los 800,000 miembros de iglesia pertenecen primordialmente a dos grupos de lenguas, mientras que los otros 40 grupos según su idioma, han quedado mayormente sin alcanzar. Lo mismo ocurre en Tailandia, en donde la mayoría de los miembros provienen de grupos minoritarios.
“Así que no quiere decir que una vez que se ha entrado a un país, la obra queda concluida”, dijo. “¡Lejos de eso!”
Traducción por Gloria A Castrejón