Una típica vista callejera en Montego Bay, Jamaica. Imagen por Wikicommons

20 de noviembre de 2014 | Montego Bay, Jamaica | Andrew McChesney – Adventist Review

Un coro de iglesia adventista en Jamaica salvó la vida de un hombre acusado de robo que procuró refugio para ponerse a salvo de una turba que mató a uno de sus amigos, dijo el jueves un dirigente de la iglesia local.

El desconocido entró corriendo al edificio de la Iglesia Adventista Harrison, en la ciudad de Montego Bay, Jamaica, seguido por una airada multitud que lo acusó a él y a tres amigos más de haber robado y apuñaleado a una mujer en un centro comercial cercano, la noche del martes, dijo Glen O. Samuels, presidente de la Asociación Occidental de Jamaica de la Iglesia Adventista.

El sospechoso, quien se encontraba muy mal herido, se desplomó sobre una silla detrás del púlpito, mientras los miembros del coro de la iglesia, que estaban participando en un ensayo del mismo, rápidamente cerraron las puertas del templo y llamaron a la policía, dijo el Pastor Samuels.

Sin embargo, dos hombres de entre esa turba lograron entrar a la iglesia, dirigiéndose apresuradamente hacia el púlpito, añadió.

El Pastor Glen O. Samuels, presidente de la Asociación Occidental de Jamaica de la Iglesia Adventista. Imagen por Nigel Coke.

“El director del coro les instó a detener su acción”, indicó Samuels vía telefónica. “De no haber sido por la intervención de los miembros del coro, seguramente lo habrían matado”.
El sospechoso fue hospitalizado, con múltiples heridas de arma blanca y continuaba en condición crítica y bajo custodia policíaca el jueves, añadió el Pastor Samuels.

La policía ha abierto una investigación.

El incidente comenzó alrededor de las 8:45 p.m. el jueves, cuando cuatro asaltantes atacaron a una mujer que caminaba en un concurrido distrito comercial en el Catherine Hall Sports Complex, donde la final del fútbol soccer regional se estaba llevando a cabo, informó el jueves el periódico Jamaica Observer.

La mujer gritó cuando los atacantes le arrebataron el teléfono celular y su bolso y aparentemente los asaltantes respondieron a ello apuñaleándola.

“La multitud probablemente no hubiera hecho nada si ellos solamente le hubieran quitado su teléfono celular, pero también la atacaron e hirieron”, dijo el Pastor Samuels. “Hemos tenido ya un buen número de estos asaltos y pienso que hemos llegado a un punto en que la gente ya se ha cansado de ello”.
Los transeúntes rápidamente formaron una turba que salió en persecución de los atacantes. Dos sospechosos escaparon y la multitud acuchilló a los otros dos durante una frenética persecución a través de las calles. Uno de ellos, de 17 años de edad, llamado Jevaughn Wilmot, murió cerca de la Iglesia Harrison, mientras que su amigo entró apresuradamente y se dirigió en línea directa a la plataforma, dejando a su paso charcos de sangre por doquier.

“Tal vez habían escuchado la historia acerca de asirse de los cuernos del altar”, dijo el Pastor Samuels, haciendo referencia a la ley en el Antiguo Testamento de que no se podía matar a una persona si de asía a los cuernos del altar en el templo.

Los miembros de la iglesia pasaron la mejor parte del jueves en la noche limpiando y desinfectando el recinto, dijo el periódico Jamaica Observer.

El Pastor Samuels, quien visitó la iglesia el miércoles de noche, notó el considerable aumento en el número de asistentes a la reunión semanal de oración, a la que asisten generalmente unos setenta miembros. Dijo que probablemente la gente tenía curiosidad de ver la iglesia después del incidente, sobre el cual se había comentado ampliamente en Montego Bay, un popular sitio turístico en donde se pueden hacer compras libres de impuestos y con una población de un poco menos de 100,000 habitantes. La Iglesia Harrison, una de las 20 iglesias adventistas de la zona, cuenta con unos 300 miembros.

Las Iglesias adventistas locales se han esforzado por educar a las personas en Jamaica cansadas de tantos actos criminales, en contra de recurrir al acto de tomar la justicia en sus propias manos y el Pastor Samuels expresó su esperanza de que el incidente de esta semana pudiera servir de ejemplo en cuanto a cómo responder a la injusticia en forma cristiana.

“Nuestra misión va más allá de predicar el evangelio”, añadió. “Necesitamos hacer de esta comunidad un lugar mejor”.

Traducción por Gloria A. Castrejón

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