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Los delegados de diversas partes del mundo llenaron los asientos disponibles. Imagen de Costin Jordache

Un momento histórico

Cerca de cuatrocientos delegados de más de sesenta países se dieron cita en una ciudad histórica para participar en un evento histórico del 10 al 14 de mayo. En medio de antiguas estructuras encaramadas a lo largo del emblemático río Danubio en Europa, los líderes de varios ministerios adventistas en diversas partes del mundo se reunieron en Budapest, Hungría, para la primera Conferencia Internacional de Liderazgo enfocada en temas que impactan a las familias, las mujeres y los niños.

Imagen de Costin Jordache

El encuentro fue histórico, dado que tres departamentos de la Asociación General —Ministerios de Familia, de la Mujer y de Niños— unieron sus fuerzas para hacer frente a cuestiones críticas que enfrentan los tres diferentes, aunque interconectados, grupos. La conferencia se llevó a cabo bajo el lema Alcanzar al mundo, en línea con el lema del plan estratégico de la Asociación General y en un esfuerzo por enfatizar las necesidades no satisfechas de diversas comunidades del mundo.

“Este evento es como una lupa que concentra las energías de la iglesia para determinar dónde llevar la esperanza de Cristo, su gracia y pronto regreso”, dijo Doug Venn, coordinador de Misión a las Ciudades y Director del Centro Urbano de Misión Global. Veen coordina la iniciativa de alcanzar al 51 por ciento de la población mundial que vive actualmente en las grandes ciudades. A lo largo del evento, el equipo de Venn mostró un creciente número de tarjetas postales traídas por los delegados a un muro, rodeando un cartel que decía “Quiero esta ciudad”.

Los organizadores enfatizaron este enfoque centrado en la comunidad de diversas maneras, lo que incluye dedicar un tiempo intencional para el diálogo, permitiendo que los asistentes comprendan mejor cómo alcanzar a las familias, las mujeres y los niños de sus comunidades. “Aprenderemos y creceremos juntos”, dijo Raafat Kamal, presidente de la División Transeuropea, cuyo territorio regional de la iglesia mundial fue sede de esta conferencia histórica. “La gente tiene hambre de una dieta espiritual sustanciosa y de esperanza”.

El momento único también quedó marcado por una presentación de Miklós Soltész, Ministro de Estado de Hungría para las Iglesias, Minorías y Asuntos Civiles. Soltész enfatizó la necesidad de que las comunidades de fe hagan frente a los desafíos sociales al compartir valores cristianos. “Parece que vivimos en una era mejor”, dijo Soltész. “En muchos países, tenemos muchas oportunidades. Pero queda la pregunta: ¿Reconocemos todos los problemas y temores que nos rodean?”

Tamás Ócsai, presidente de la Iglesia Adventista en Hungría, reconoció la importancia del mensaje del ministro, al declarar que “esto significa para nosotros que al gobierno le gustaría ayudar a que todas las iglesias, incluida la Iglesia Adventista del Séptimo Día, mantenga valores cristianos, y apreciamos mucho que estuvo dispuesto a venir y apoyar a nuestra iglesia”.

Perfil de la familia moderna

Los delegados posan, tomándose fotografías con viejos y nuevos amigos. Imagen de Tibor Farago

El discurso inaugural de los varios días de la conferencia fue dado por la doctora Ella Simmons, una de las vicepresidentas generales de la iglesia mundial. Simmons fue clara y directa en su descripción de la unidad familiar moderna, una imagen caracterizada por una disfunción significativa. Simmons compartió su profundo interés en la manera que tienen las familias de vivir juntas, después de contar que sus propios padres se divorciaron cuando ella era chica.

Simmons dedicó la mayoría de sus pensamientos a la historia bíblica de Jacob y Esaú, señalando la disfunción significativa dentro de la unidad familiar. Concluyó que la mayor parte de la alienación familiar se produce debido a la falta de perdón que está presente en las relaciones quebrantadas, y desafío a los líderes y miembros de iglesia para que tomen muy en serio el “ministerio de reconciliación” encomendado a los creyentes por Cristo. “En ocasiones, no se puede tan solo construir el puente”, explicó Simmons. “Nosotros tenemos que ser el puente hacia la reconciliación”.

Al recordar la razón misma por la cual se organizó la conferencia, Simmons recordó a los asistentes que “si queremos alcanzar al mundo, necesitamos recordar que las primeras victorias tienen que obtenidas en la vida del hogar”.

Los números hablan volúmenes

Otro aspecto notable de la conferencia fue la presencia del doctor George Barna, un muy conocido escritor, investigador y estadístico, cuyas investigaciones han influido sobre la comunidad cristiana en el mundo por décadas. Barna, quien presentó dos sesiones plenarias, informó a los presentes que, si bien tiene antepasados húngaros, era la primera vez que visitaba ese país de Europa Oriental.

El afamado estadístico George Barna presenta sus últimas investigaciones en la conferencia “Alcanzar al mundo”. Imagen de Tibor Farago

Barna no tardó en compartir un gran número de nuevas estadísticas de los Estados Unidos, que reunió su compañía actual American Culture & Faith Institute. Animó a los que llegaron desde otros países a que comprendan los principios detrás de los números que señalan las tendencias en el mundo. Asimismo, dedicó la mayor parte de su tiempo a explicar el concepto de cosmovisión —un conjunto de filtros mediante los cuales percibimos el mundo que nos rodea— y el impacto que está teniendo la sociedad sobre las generaciones más jóvenes.

Su investigación de 2017 reveló que, si bien entre el 58 al 70 por ciento de los padres valora que sus sean expuestos a grandes reuniones familiares, cultos en la iglesia, exhibiciones de arte y la Biblia, los niños pasan en promedio solo dos horas por semana en esas actividades. Por el contrario, del 33 al 43 por ciento de los padres no ven valor alguno en que sus niños sean expuestos a deportes profesionales, noticias de la televisión, contenidos en línea y películas actuales, pero los niños dedican en promedio siete horas por día a estas y otras actividades similares.

Barna anunció entonces que estadísticamente, solo una pequeña cantidad de los niños más chicos tienen lo que él denomina una “cosmovisión bíblica” —solo el 4 por ciento de los que tienen de 18 a 30 años, y el 7 por ciento de los que tienen de 30 a 49. “Estamos en crisis”, dijo Barna. “Si la Iglesia no se despierta y lo resuelve, el cristianismo bíblico en los Estados Unidos está en peligro”.

El investigador volvió entonces su atención decidida a los padres, haciendo un llamado estadístico a la responsabilidad parental. Señaló que, si bien los niños forman su cosmovisión para los 13 años, en los Estados Unidos, solo el 5 por ciento de los padres de niños de 5 a 13 años posee una cosmovisión bíblica. “Nuestros hijos suelen tomar sus decisiones espirituales por defecto, sometiéndose a las normas culturales”, concluyó.

Barna concluyó de manera optimista, enfatizando que, aunque no es fácil, las cosmovisiones pueden ser cambiadas si se formulan las preguntas correctas y se practica el diálogo significativo con los niños y los adolescentes, en un esfuerzo por “desalojar lo que la cultura ha colocado en la mente de ellos”.

Barna ve un tremendo valor en que la Iglesia Adventista organice una cumbre global para hacer frente a temas relacionados con la familia. “El mundo está cambiando a tal velocidad y de manera tan radical, que no alcanza con los enfoques y estrategias tradicionales”, dijo Barna a Adventist Review. “La Iglesia necesita comprender las últimas investigaciones disponibles, y el significado que se esconden tras los datos si es que quiere hacer discípulos de manera efectiva”.

Los organizadores, que enfatizaron el lema de Alcanzar al mundo de la conferencia, se identificaron con la conclusión de Barna. “Los padres tienen que actuar de manera deliberada para asegurarse de transmitir valores bíblicos sólidos a sus hijos en forma diaria, por medio del culto familiar y al ser modelos de una vida piadosa”, dijo Willie Oliver, director de Ministerios de Familia de la iglesia mundial y uno de los varios organizadores.

“No es posible ser más misionero que eso porque, cuando tenemos familias sólidas, tendremos una iglesia sólida, que puede compartir el evangelio con poder y gozo, y ayudar a apresurar la venida de Cristo”.

El evangelista adventista Mark Finley. Imagen de Costin Jordache

Los asistentes también reaccionaron de manera positiva a la investigación de Barna. “El doctor Barna ha llevado a cabo una investigación práctica sobre temas prácticos”, dijo Samsom Nganga, que viajó desde Sudáfrica para la conferencia. “Por ello, como iglesia, no podemos ser ingenuos respecto de lo que está sucediendo a nuestro alrededor. En ocasiones, predicamos desde un pedestal, y estamos totalmente desconectados de la grey. Necesitamos buenas investigaciones que nos brinden perspectivas sobre el liderazgo.

Una generación en riesgo

Relacionados muy de cerca con las investigaciones de Barna estuvieron los contenidos presentados por la doctora Kiti Freier Randall, psicóloga pediátrica del neurodesarrollo de la Universidad de Loma Linda. Randall, que trabaja de manera extensiva con niños en riesgo, enfatizó desde el comienzo el papel que cumple el hogar en el desarrollo de un niño. “Aunque otras instituciones de apoyo social cumplen su función, es en la familia donde la tarea se vuelve efectiva y significativa”.

Randall contrastó la declaración idílica con la realidad de que los niños de diversas partes del mundo están en riesgo debido a un gran número de factores. La falta de acceso a la educación, en especial para las niñas, constituye un riesgo significativo, lo que lleva a otro factor de riesgo como la pobreza, el uso de drogas y un índice creciente de embarazo adolescente y violencia de pandillas. La obesidad infantil constituye otro factor de riesgo, lo que lleva a “serias consecuencias para toda la vida”.

Al mismo tiempo, la desnutrición y el hambre siguen presentando riesgos a los niños de diversas partes del mundo, además del abuso en diversas maneras. Randall explicó en detalle los efectos del trauma y el abuso, lo que incluyó mostrar un escaneo cerebral que mostró una diferencia visible en el cerebro de una víctima de abuso. “El trauma, el abuso y el abandono cambian realmente la morfología cerebral”, dijo Randall, quien también informó a los participantes de que si un niño nace sano pero muere antes de cumplir el año, la primera razón de esto es que “sus padres lo han matado”.

Randall también habló de un tema controvertido, el factor de riesgo que involucra la adicción a la tecnología. “Usar demasiado o usar mal la tecnología puede tener un impacto sobre la salud física y mental del niño”, explicó, llevando a impactos negativos tales como disturbios del sueño, la depresión y la ansiedad. Ante el aplauso espontáneo de los presentes, la psicóloga pediatra desafió a los padres para que no expongan a los niños menores de dos años a la tecnología. “Está mal que la tecnología esté criando a nuestros hijos”, expresó.

En su segunda presentación, Randall ofreció un momento de esperanza ante las abrumadoras realidades que presentó al comienzo. La ciencia se está enfocando cada vez más en la idea de resiliencia, que es “la capacidad de mantener o desarrollar un funcionamiento competente ante los grandes estresores de la vida”. Los factores tales como el apoyo social, el nivel de conexión, las actividades significativas y el ejercicio llevarán todos ellos a un incremento de la resiliencia.

Cuando la Adventist Review le preguntó qué impacto tienen esas ideas sobre la Iglesia Adventista, Randall dijo que, a partir de su labor durante treinta años con niños en riesgo de diversas partes del mundo, se ha dado cuenta de “la iglesia tiene para ofrecerles lo que ellos necesitan. Nuestra iglesia cuenta con todos los elementos que necesitamos para cambiar la trayectoria hacia una que sea positiva. Tenemos la capacidad de brindar significado y esperanza a la vida. Tenemos la capacidad de apoyar su desarrollo y las relaciones con adultos sanos, y de que accedan a actividades de salud. Si miran las publicaciones científicas que destacan lo que necesitan los niños para ser resilientes”, concluyó Randall, “todas esas cosas pueden ser respondidas dentro de la misión de nuestra iglesia, y creo que hemos sido llamados a hacer eso; a dar de nosotros mismos en una relación positiva sana para pasar tiempo con los jóvenes y marcar una diferencia en sus vidas”.

Los profesionales de la salud mental presentes concordaron con ella. “Concuerdo completamente con lo que dijo el doctor Randall”, expresó el doctor Gabor Mihalec, terapeuta familiar en ejercicio y director de Ministerios de Familia de la Unión Asociación de Hungría de la Iglesia Adventista. “Tiene que haber alguien que rompa esta cadena aquí y ahora. Y creo que nosotros como iglesia, como pastores, como miembros y como educadores de familia, tenemos un don sumamente especial y una oportunidad muy especial de tener perspectivas sobre la ida de las familias donde se producen los sucesos”.

Imagen de Costin Jordache

Una vez más, las reacciones fueron positivas, aun cuando los delegados se esforzaron para procesar las realidades presentadas. “Sin conocer los riesgos por los que están pasando nuestros niños, no tenemos la iglesia del mañana”, dijo Zodwa Kunene, directora de Ministerios del Niño y la Mujer en la Unión Asociación de África Meridional. “Creo que depende de los líderes, depende de nosotros los padres ejercer un impacto en nuestras iglesias; podemos recuperar a nuestras comunidades”.

Diálogo sobre cuestiones relacionadas con la comunidad LGBT

Cada uno de los tres departamentos ofreció seminarios durante las tardes que se enfocaron en elementos específicos a su área del ministerio. Entre otros temas, los directores de Ministerios de Familia Willie y Elaine Oliver coordinaron un diálogo relacionado con cuestiones y preguntas sobre la comunidad homosexual o LGBT. El doctor Ekkehardt Mueller, director asociado del Instituto de Investigaciones Bíblicas, ofreció una visión general del tema, destacando las investigaciones llevadas a cabo por el instituto para reunir perspectivas bíblicas sobre el tema.

Mueller dedicó un tiempo significativo a Romanos 1, una referencia bíblica donde se menciona específicamente la homosexualidad. Dejó en claro que la Iglesia Adventista no “aprueba el pecado de la actividad homosexual”. Sin embargo, recordó a los asistentes que “se distingue entre la orientación homosexual y la actividad homosexual”.

“Como adventistas respetamos a todas las personas, ya sean heterosexuales u homosexuales”, expresó Mueller. “Reconocemos que todos los seres humanos son criaturas del Padre celestial, y resultan de extremo valor a la vista de Dios. Por lo tanto, nos oponemos al odio, la burla o el abuso de los homosexuales”.

Mueller también recordó a los delegados de la realidad más amplia del pecado, aun dentro de Romanos 1. “El pecado es una cuestión seria, ya sea el pecado sexual o de otro tipo, ya sea pecado heterosexual o pecado homosexual”, explicó. “Romanos 1 comienza con una discusión más extensa sobre el estado de todos los seres humanos. Se ofrece un diagnóstico doloroso. Todos somos vendidos bajo pecado y tenemos que esperar la muerte. Pero este diagnóstico es dado para que nosotros anhelemos y apreciamos el poder del evangelio de salvación, que está disponible para todo aquel que cree (Romanos 1:16)”

Una segunda presentación estuvo a cargo de Virna Santos, representante de By Beholding His Love, un ministerio que se dedica a equipar a “los individuos, las familias, las iglesias y las instituciones educativas con una capacitación basada en la Biblia, a la vez que enseña los métodos de Cristo para entender cuestiones relacionadas con las luchas de la identidad sexual”, y “facilita una conexión saludable, genuina y deliberada entre la Iglesia y las comunidades LGBTQix”.

Santos, que compartió su propia experiencia como exmiembro practicante de la comunidad LGBT, ofreció perspectivas sobre la lucha por la que atraviesan inicialmente los padres de niños LGBT y los conflictos significativos que los jóvenes LGBT atraviesan a lo largo de su experiencia. “Son atormentados por el temor y el rechazo de la gente que más aman, sus padres”, dijo Santos, quien también ofreció perspectivas sobre las maneras en que los padres pueden interactuar con los niños que comparten sus luchas con la identidad sexual.

“Respecto de la paternidad en general, es asombroso lo que se puede aprender si uno tan solo escucha”, explicó Elaine Oliver, directora asociada de Ministerios de Familia de la Iglesia Adventista mundial. En ocasiones, nos tornamos impacientes, olvidando que Dios jamás se muestra impaciente con nosotros. El mismo principio se aplica a la manera de interactuar con los niños que están luchando con preguntas de identidad sexual”.

Imagen de Costin Jordache

“Cuando hablamos de pecado, tenemos que ser cuidadosos para no hablar solo de lo que nos conviene”, concluyó Willie Oliver al final del panel de discusión. “Necesitamos ser como Jesús. Tenemos que amar auténticamente a otros. No se puede alcanzar a otra persona para Cristo, a menos que lo amemos de corazón”.

De mujer a mujer

Entretanto, el Departamento de Ministerios de la Mujer organizó seminarios centrados en la interacción significa y deliberada de las mujeres con mujeres de otras religiones. Heather Dawn-Small, la directora del departamento y su directora Raquel Arrais, invitaron a los oradores invitados para que les enseñaran e inspiraran a las mujeres para alcanzar a las diversas comunidades femeninas.

“Tenemos que ayudar a nuestras mujeres miren más allá de sí mismas y de las que conocen a las que no conocen”, dijo Small, “a aquellas que tienen aspecto diferente, a las que no hablan su idioma y cuya cultura es diferente. Ese fue el principal énfasis de nuestra capacitación aquí”.

Para algunas, esta opción fue la que más las impactó. “Soy de Mongolia, y nosotros también tenemos mujeres de otras religiones entre nosotros”, dijo Oyuntuya Batsukh, directora de Ministerios de la Mujer de la Misión de Mongolia. “Desafortunadamente, muchas veces, tenemos miedo y permanecemos a buena distancia. Es fundamental que aprendamos cómo alcanzar a las mujeres de todas las comunidades, creando una relación significativa con ellas.

Una necesidad inesperada

Del otro lado del pasillo, el departamento de Ministerios del Niño, liderado por su directora Linda Koh y su director asociado Saustin Mfune, exploró un tema, entre varios, con un giro inesperado. Los seminarios se enfocaron en impactar y ministrar a los niños de hogares acaudalados.

Los presentadores compartieron varias de las principales causas que contribuyen a la posibilidad de problemas emocionales en los ambientes acaudalados, lo que incluye la presión excesiva para que se destaquen, que ejercen los padres que buscan mantenerse en la vanguardia. Otro factor de riesgo incluye la mayor soledad que suelen experimentar los niños cuando los padres se vuelven más acaudalados y, en general, más ocupados y como resultado menos conectados. Se compartieron varios principios e ideas de maneras efectivas de ministrar a los niños en estas circunstancias.

Un nuevo nivel de sinergia para la misión

Aunque los temas cubiertos y el diálogo fueron prácticos y fundamentales para la misión, fue la colaboración sin precedentes entre tres departamentos de la iglesia mundial lo que más se destacó.
“Esta ha sido una tremenda colaboración entre estos tres departamentos”, expresó Geoffrey Mbwana, vicepresidente general de la Asociación General a la Adventist Review. “Dado que están tratando con temas comunes, dirigiéndose a personas que conforman las familias, esta ha sido una experiencia sumamente útil, donde han incorporado las experiencias de los tres departamentos a un fondo común. Creo que esto ha ahorrado mucho dinero, pero también hemos tenido la oportunidad de ver de qué manera ahora podemos cruzar los puentes de los departamentos para ser efectivos y ejercer un impacto sobre la comunidad y la iglesia en general”.

La sinergia visible que creó esta tríada de departamental resultó inspiradora para los líderes de diversas partes del mundo. “Hasta donde sé, esta es la primera vez que se hace algo así”, dijo Audrey Andersson, secretaria ejecutiva de la División Transeuropea, “y solo la colaboración el ver cómo estas áreas están entrelazadas entre sí y se alimentan unas de otras y se apoyan entre sí, ha sido una real bendición”. Musa Mitekaro, director de Ministerios de Familia de la División de África Centro Oriental, concordó con ella. “Quedé impresionado por la unión de los tres departamentos para la misión”.

Imagen de Costin Jordache

Medir el éxito suele ser un tanto esquivo, pero los organizadores de la conferencia global expresaron su confianza en los resultados positivos del evento. Willie Oliver resumió esto al basarse, en parte de uno de los paneles de discusión del último día del encuentro, que contó con la presencia de varios líderes de departamentos de diversos países. “Muchos compartieron nuevas convicciones a las que llegaron durante la conferencia como resultado de escuchar verdades convincentes que antes no tenían en claro”, dijo Oliver. “En especial, el hecho de que las áreas que antes creían no tenían nada que ver con sus respectivos ministerios, resultaban obviamente también de su interés”.

“Me he convertido”, expresó Carla Baker, directora de Ministerios de la Mujer de la División Norteamericana, en la clausura de la conferencia. “Creo que Ministerios de la Mujer puede hacer mucho para llegar hasta las madres. “Voy a hacer algo en ese aspecto”.

Oliver también señaló las solicitudes de eventos futuros como un indicador del éxito. “Este nivel de nueva sinergia, y los pedidos de muchos participantes de repetir esta clase de evento en el futuro cercano, son indicadores de un nivel de éxito que esperábamos como resultado de este esfuerzo compartido de parte de Ministerios del Niño, la Mujer y la Familia”.

“Queremos inspirar a los líderes para que vean de qué manera podemos alentar y empoderar a los niños, las mujeres y las familias para que alcancen al mundo”, concluyó Koh. “Es lo que esperamos lograr”.

Traducción de Marcos Paseggi

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