La iglesia adventista de Roseau en Roseau, Dominica, perdió el techo y sufrió daños en su interior después de que el Huracán María azotó la isla el 18 de septiembre de 2017. Veintinueve iglesias adventistas fueron destruidas por completo, y solo cinco pueden operar en el presente. Imagen de Samuel Telemaque/DIA

29 de septiembre de 2017 | Roseau, Dominica | Libna Stevens/DIA

Días después de que el Huracán María devastó la isla caribeña de Dominica, provocando la destrucción de edificios, casas, caminos y árboles, los líderes adventistas visitaron a los líderes y miembros de las iglesias locales para ofrecer solidaridad, evaluar sus necesidades y recibir actualizaciones sobre iglesias y escuelas. La tormenta de Categoría 5 fue una de las más fuertes que azotó la isla, provocando la muerte de decenas de personas, el desborde de ríos, destruyendo puentes y dejando la isla sin energía eléctrica, alimento, agua y comunicaciones.

Los caminos y los árboles se vieron afectados después de la tormenta de Categoría 5. Imagen de Samuel Telemaque/DIA

“La destrucción está en todas partes”, dijo el pastor Samuel Telemaque, director de Escuela Sabática de la Iglesia Adventista en Interamérica, quien visitó su tierra natal del 24 al 27 de septiembre. “No hay árboles, no hay más cocoteros, no hay más bananeros. Se puede ver desde un extremo de la isla hasta el otro. Parece tan transparente”, dijo Telemaque, quien creció en Dominica y experimentó el Huracán David en 1979, un evento que le quedó grabado en la mente. “Jamás he visto algo como esto”, expresó.

El pastor Telemaque, que fue enviado por la División Interamericana con el pastor Aston O’Neil, director de Servicios Comunitarios de la iglesia en el Caribe, se reunió con los líderes de la iglesia en Roseau, la ciudad capital, y en partes aledañas de la isla durante la visita de cuatro días.

Los más de siete mil adventistas de Dominica se han visto afectados por la tormenta. “Nuestros miembros necesitan ayuda para reconstruir sus vidas”, dijo Telemaque.

Necesidad de alimento y artículos asistenciales

“Hay una tremenda necesidad de alimentos, agua, artículos de higiene personal, materiales de construcción y asistencia psicológica”, dijo el pastor Feliz Jack, pastor distrital en Dominica, que hace poco fue designado Secretario Ministerial de la Asociación del Caribe Oriental, cuya región abarca las islas de Barbados y Dominica.

Alrededor del ochenta por ciento de los edificios y casas de la isla fue destruido durante la tormenta. Imagen de Samuel Telemaque/DIA

“Muchos han caído en un espíritu de desesperanza y desesperación, y realmente necesitamos dar una medida de esperanza y asistencia para ellos y la comunidad”, dijo Jack.

Casi todas las 34 iglesias adventistas de Dominica fueron destruidas por completo, excepto por cinco que sufrieron daños pero pueden ser usadas, informaron los líderes de la iglesia local.

Las cuatro escuelas adventistas de la isla sufrieron daños severos, informó Ursula Edwin, directora de la Escuela Adventista Primaria Roseau. “Las personas han vandalizado y removido todas las computadoras de las escuelas, y se han llevado hasta los libros”, dijo Edwin.

Hay mucho trabajo que hacer en las escuelas, dijo Edwin. “Hay comenzar de nuevo. No estamos seguros cómo comenzar, pero tenemos la esperanza y sabemos que algo bueno saldrá de todo esto para nosotros”.

Los miembros necesitan aliento

Los miembros y el pueblo de Dominica necesitan esperanza y aliento, dijo Telemaque. Telemaque animó a los miembros diciéndoles que “más allá de las nubarrones, el cielo aún brilla, y el cielo sigue siendo azul”. Al reflexionar sobre Isaías 61:3, el pastor Telemaque aseguró a los líderes y miembros que Dios quitará todas las cenizas y

Gwendolyn Remy, miembro de la iglesia adventista de Portsmouth se sienta delante de lo que quedó de su casa. Hay 7204 miembros de iglesia en Dominica. Imagen de Samuel Telemaque/DIA

traerá belleza, y “manto de alegría en lugar del espíritu angustiado”.

“Como pueblo de Dominica, ustedes son fuertes y resilientes, y se levantarán otra vez para ser trasladados a alturas mayores”, dijo Telemaque.

Además del aliento espiritual, los pastores de la isla necesitan alimentos, lonas, dinero en efectivo y gasolina para visitar y ayudar a los miembros y a las comunidades circundantes afectadas.

“Todo está cerrado, los bancos, los supermercados, toda la infraestructura, y necesitamos asegurarnos de que los líderes puedan ministrar a los miembros”, explicó Telemaque. “La gente se está quedando sin los artículos que tenían antes del huracán, y la semana que viene habrá momentos de desesperación”.

El pastor Telemaque se reunió con líderes de Santa Lucía y dijo que están hechos los arreglos logísticos para que un contenedor lleno de alimentos, agua y otros artículos llegue a los miembros de iglesia de Dominica. La División Interamericana está liberando fondos para que les lleguen los artículos asistenciales tan pronto como sea posible durante la semana próxima, explicó Telemaque.

Después de las necesitades básicas que tanto esperan, los líderes necesitan buscar opciones para que las congregaciones puedan reunirse para los cultos semanales, dijo Telemaque.

ADRA en acción

La gente aguarda artículos asistenciales esta semana en Roseau, Dominica. Imagen de Samuel Telemaque/DIA

Dos días después de la tormenta, la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) de la Asociación del Caribe Oriental con sede en Barbados, envió contenedores de alimentos, agua, artículos de tocador, lonas, ropa de cama y artículos de higiene personal, dijo Colin Thorne, coordinador de ADRA en la región del Caribe Oriental. El gobierno distribuyó esos artículos entre los necesitados.

Durante su visita reciente la semana pasada, Thorne dijo que se reunió con funcionarios de gobierno de Dominica para recibir actualizaciones sobre las necesidades, y que también recorrió brevemente las únicas secciones accesibles de Roseau. “Los aludes y los puentes rotos impiden acceder a otras partes de la isla, dijo Thorne. Los saqueos y el vandalismo son algunas de las actividades delictivas que se están produciendo en la isla, añadió.

Parte del plan estratégico para ayudar después del huracán incluye recolectar fondos para contribuir con el envío de alimentos, agua, lonas y artículos médicos, así como voluntarios para limpiar, voluntarios profesionales capacitados para que ayuden a reconstruir, y servicios de consejería, informó Thorne.

Priscilla, Prevost, coordinadora de ADRA Dominica, dijo que el gobierno espera la ayuda de la Iglesia Adventista del Séptimo Día por medio de su agencia asistencial. “El gobierno sabe que ADRA ha estado allí porque las casas que fueron construidas después del Huracán Erika aún permanecen como un testimonio de que llevamos a cabo una buena obra”, dijo Prevost. “Está buscando que ayudemos, y nosotros queremos asegurarnos de ayudar a los integrantes de la comunidad”.

“No hay solo una comunidad afectada sino el país entero”, dijo Prevost.

Por actualizaciones de que están haciendo la Iglesia Adventista de Interamérica por sus miembros de iglesia y comunidades después de la recientes catástrofes, visítenos en interamerica.org

Por más información sobre cómo puede usted ayudar a los miembros de iglesia de la Unión del Caribe o cualquier otro territorio afectado por las catástrofes naturales recientes, ENTRE AQUÍ

Para ayudar a las comunidades afectadas por las catástrofes naturales en Interamérica, puede solicitar información adicional por correo electrónico a adra@interamerica.org.

Traducción de Marcos Paseggi

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